Muchos usuarios de camcorders digitales se preguntan por qué sus señales de audio "de calidad superior al disco compacto" suenan como un aguacero en un techo de hojalata. Generalmente, estos problemas aparecen cuando se utilizan micrófonos externos o mezcladores que –en teoría–, deberían ofrecer una mejora significativa en la calidad del registro.
¿Debemos resignarnos ante la imposibilidad de grabar audio de buena calidad cuando usamos camcorders de bajo costo? No necesariamente. Pero debemos seguir cuidadosamente las reglas del juego y no esperar que la simple adición de un juguete nuevo solucione mágicamente nuestros problemas.
Dejando de lado los problemas obvios por conexiones defectuosas y cables mal hechos, la verdad es que la mayoría de problemas de audio en las camcorders digitales modernas vienen de variaciones bruscas en los niveles de señal. Y esas variaciones pueden controlarse.
¿Por qué suena mal?
El audio con chasquidos generalmente es originado por un nivel muy alto en la señal que entra a la camcorder en el momento de grabar. Cada pop representa un período de tiempo durante el cual se excedió el volumen máximo que puede manejar el sistema de grabación. Por lo general, estos ruidos tienen una duración equivalente a la de unas pocas muestras de audio digital, pero su repetición las hace audibles en forma de chisporreteo o crackling.
Para evitar este tipo de ruidos hay que controlar mejor los niveles antes de empezar a grabar. Esta recomendación parece irrelevante si hablamos de un escenario en el que simplemente se usa un micrófono conectado a la cámara... pero suele ocurrir que diversos problemas en la selección del equipo y en las conexiones, van a generar inconsistencias en los niveles de señal, que se convertirán en ruidos y en una tendencia a saturar el audio con facilidad.
A todos nos gustaría tener la camcorder perfecta, con óptica de control manual y entradas XLR, pero hay otra característica que es absolutamente imprescindible en una camcorder para uso profesional: indicadores de nivel de audio, sea en el cuerpo de la cámara o en el visor. Y no sobra recordar que toda camcorder debería estar acompañada por un buen par de audífonos.
Escoger un micrófono
Definitivamente, el primer paso hacia el aumento de la calidad del audio es olvidarse del micrófono de la cámara. Por eso, casi todos los videógrafos con algo de experiencia tratan de conectar a su camcorder un micrófono XLR haciendo un cable adaptador. Y en la mayoría de estos casos el experimento no resulta. ¿Por qué? Porque las entradas de micrófono de las pequeñas camcorders digitales no son compatibles con un micrófono de este tipo –aun en los casos en los que el cable adaptador está bien hecho– "desbalanceando" correctamente la señal, por ejemplo.
La mayoría de camcorders tiene entradas de micrófono con una impedancia no estandarizada. En español, esto quiere decir que las características electrónicas del circuito que recibe la señal del micrófono, no corresponden con precisión a las características de un micrófono de tipo profesional. Y las señales que genera un micrófono dinámico de buena calidad, pueden resultar demasiado altas para la camcorder –quizás no lo suficientemente altas para que el audio se oiga mal todo el tiempo, pero sí bastante fuertes como para que se sature con facilidad.
En otros casos, las peculiaridades de la camcorder –que puede haber sido diseñada para usar micrófonos estereofónicos, conectores extraños o sólo micrófonos de condensador- hacen que cualquier intento de conectar un micrófono corriente resulte en señales ruidosas o en clara recepción de emisoras de FM.
No hay que descartar la opción de usar los micrófonos "de juguete" que proponen los fabricantes de camcorders como accesorios para sus equipos. Los costos parecen altos en algunos casos, pero sus prestaciones resultan sorprendentemente buenas... aunque a veces son abismalmente malas. Vale la pena también revisar la oferta de micrófonos inalámbricos de gama baja, pues algunos modelos tienen la opción de ajustarse a los misteriosos conectores mini de las camcorders más populares.
...y luego conectarlo bien
De cualquier modo, siempre será mejor usar micrófonos de buena calidad. Pensando en quienes deciden seguir esa ruta, varios proveedores ofrecen adaptadores XLR diseñados para acoplar correctamente micrófonos de tipo profesional a las camcorders de bajo costo. Hablamos de cajas metálicas que se atornillan bajo la cámara y entregan la señal mediante un cablecito con un conector mini. En algunos casos, estos adaptadores incluyen potenciómetros que permiten ajustar el nivel o hacer mezclas con más de dos micrófonos.
Como han descubierto muchos videógrafos, el cablecito de salida es el eslabón débil de la cadena. Con alguna frecuencia ocurren accidentes en los que la caja –que puede pesar unos 400 gramos– queda colgada del conector mini... con los efectos que se pueden esperar en estos casos. Por lo general, después de tres o cuatro cambios de conector es necesario reemplazar el cable, que constituye una reparación realmente incómoda.
Un punto en contra para estos adaptadores es su tamaño. Generalmente, el peso no es un problema, pero cuando tratemos de usar una de estas cajas debajo de una cámara tipo pasaporte, vamos a entender por qué algunas personas no las soportan.
De cualquier modo, estos adaptadores son una solución probada y atractiva cuando sólo se dispone de entradas para micrófono, aunque su costo (alrededor de US$ 200) puede resultar demasiado para un aficionado o para las operaciones que se han visto obligadas a adoptar las camcorders más sencillas. Visto de otra manera, un adaptador puede convertirse en una inversión interesante al mejorar el registro de audio de casi cualquier cámara barata.
Es posible construir un adaptador XLR en unas pocas horas con algunos componentes fáciles de conseguir, y la información para hacerlo está disponible en la web... pero los datos de impedancia y configuración de los conectores de las camcorders no son tan fáciles de encontrar. Quien decida seguir esta ruta puede lograr resultados favorables pero debe prepararse para un largo proceso de calibración de niveles por ensayo y error. ¿Vale la pena? Usted decide.
El enemigo automático
Siguiendo la tradición de los equipos domésticos de audio y video, la gran mayoría de camcorders de bajo costo incorpora un sistema de control automático de ganancia o AGC, que –supuestamente– hace posible que un usuario inexperto obtenga grabaciones con niveles consistentes. En el mundo real, los sistemas AGC son responsables de muchos problemas de audio relacionados con niveles de señal.
¿Qué hace el AGC de una camcorder digital? Básicamente aumenta el nivel de la señal de audio cuando es muy bajo, y lo baja cuando es muy alto. Esto suena perfecto... excepto porque en la práctica la implementación de un circuito AGC en una camcorder doméstica se hace con tres o cuatro componentes electrónicos que se ponen en línea con la entrada de señal... y eso es todo.
Cuando el AGC aumenta el nivel de las señales bajas, también aumenta el nivel del ruido que acompaña esas señales. Y cuando baja el nivel de las señales altas, en muchos casos genera defectos audibles, muy similares a los que ocurren cuando una señal se satura en un entorno analógico.
Sin entrar en muchos detalles, es mejor asumir que un sistema AGC de buena calidad (bastante difícil de encontrar, por cierto) puede hacer el buen trabajo de "meter en cintura" los niveles de una señal de audio... pero también tiende a aumentar el ruido y disminuir el rango dinámico disponible: si los aumentos súbitos de nivel van a producir un sonido desagradable, es mejor dejar el volumen abajo.
¿Cómo se oye el sonido alterado por un circuito AGC? Varía muy poco. Es aburrido, se siente como un murmullo amplificado. Y cuando el nivel baja, se siente la entrada de ruido. Una pista: cuando un buen micrófono correctamente conectado empiece a sonar parecido al micrófono de la cámara, es muy posible que el AGC esté haciendo daño.
La verdad es que no se puede esperar que el circuito AGC de una camcorder sencilla haga un trabajo razonablemente bueno. ¿Tiene sentido dejar que un capacitor de 4 centavos ajuste el nivel de sus señales de audio?
Esto nos lleva a plantear otra característica deseable para una camcorder de uso profesional: posibilidad de desactivar el AGC y de controlar los niveles de grabación de audio.
Usando mezcladores
Un mezclador compacto es un excelente recurso para asegurar la calidad del audio. Por lo general incluye un medidor de señal –cuyo desempeño hay que comparar cuidadosamente con el de la cámara para convertirlo en una herramienta realmente útil–. Y cuando la camcorder tiene entradas de línea (y además puede usarlas simultáneamente con la cámara), un mezclador reemplaza con ventaja a un adaptador XLR.
¿Qué es lo más importante cuando se decide usar un mezclador? Aunque parezca absurdo, lo más importante es evitar hacer mezclas. Cuando sólo se manejan dos micrófonos, esto no es ningún problema... un buen mezclador estereofónico permitirá ‘enrutar’ un micrófono hacia cada canal y controlar los niveles de forma independiente. Siempre será mejor dejar el problema de la mezcla a la posproducción.
Por otra parte, un mezclador permite manipular los niveles de señal para lograr una disminución importante en los efectos dañinos de los sistemas AGC. Si mantenemos las partes altas de la señal en un punto que no alcance a ‘disparar’ las funciones de limitación del AGC y a la vez impedimos que las partes bajas se hagan inaudibles, muy posiblemente lograremos disminuir el ruido y grabar voces más inteligibles.
Cuando es necesario usar más de dos micrófonos enfrentamos la necesidad de mezclar "en caliente". La amarga experiencia de muchos videógrafos novatos nos lleva a hacer una recomendación: cuando se trata de mezclas en vivo o de registro multicanal, lo mejor es entregarle el trabajo a un profesional.
Una opción atractiva para algunos es la de registrar cuatro canales a la vez, reduciendo el muestreo a 32 KHz/12 bits. Antes de comprometerse con este sistema de trabajo, evalúe cuidadosamente la calidad del registro y verifique si su sistema de posproducción puede manejar el material grabado en estas condiciones. No olvide, además, que hablamos de "colgar" aún más cables en la camcorder, y eso siempre es un problema.
Y esta es una de las lecciones más importantes para los usuarios de camcorders digitales: hay que simplificar. Si el trabajo puede hacerse con uno o dos micrófonos, es mejor dejar las cosas de ese tamaño. Cuando el equipo de audio se convierte en un estorbo, es hora de revaluar las cosas. No debemos olvidar que la movilidad es la mayor fortaleza de las cámaras pequeñas y, por eso, algunas veces, sólo algunas veces, puede ser conveniente volver a usar el micrófono de la cámara.
Deje su comentario