Es justo decir que cuando nos aproximamos a esta nota, obviamente, había una gran y marcada evolución en la industria frente a los tradicionales discos flexibles de ¼ y de 3.5, los cuales dominaron el panorama del almacenamiento desde los 80 hasta comienzos de la presente década.
Pero esta es una carrera que no para y ya las grandes multinacionales están haciendo su trabajo en el camino de ofrecer más medios de almacenamiento y con mayor capacidad para sus clientes. Este es el caso de GE, quien anunció el desarrollo de un disco capaz de almacenar 500GB de información, lo cual equivale a 100 DVD convencionales o 10 Blu Ray de 50 GB cada uno. La compañía ha dicho que seguirá trabajando para llegar al disco que permita almacenar 1000 GB.
En lo anterior, lo más interesante es que puede soportar el respaldo de un disco duro de un pc y hacer de esta traumática experiencia algo mucho más sencillo. Lo no tan positivo es que el disco estará disponible para 2011 ó 2012.
Para nosotros en la industria del A/V es una excelente noticia, pues sin lugar a dudas nuestro segmento cada vez es más sofisticado y exigente en los contenidos que produce, pero también en las necesidades de almacenamiento que requiere. Lo positivo también es que cada día se acentúa más la idea de movilidad, que nos lleva a pensar en realizar montajes e instalaciones con elementos cada vez más pequeños.
Los computadores portátiles cada vez son más pequeños. Los discos duros también y cada vez con mayores capacidades y ahora llega esta noticia. La era de la microtecnología avanza a pasos agigantados. ¿Usted ya se está instruyendo en el uso de las nuevas herramientas?
Pero en esta ocasión no pretendo ser mensajero de malas noticias ni discutir lo que seguramente ustedes ya habrán escuchado en los medios informativos. La idea de esta columna es reflexionar en torno de una pregunta: y ahora, ¿quién podrá defendernos? El cuestionamiento obedece a que los recursos escasean, los consumidores están nerviosos y los expertos hablan de planes de contingencia de mediano a largo plazo.
Pero entonces, el gran interrogante es cuál debe ser la estrategia a aplicar para protegerse de la mejor manera y sostenerse, pues la consigna en el mundo técnico especializado parece ser resiste y vencerás.
Sin embargo, en reuniones sostenidas con jefes de ventas y mercadeo europeos, estadounidenses y latinoamericanos, encontré que los más avezados coincidieron en un detalle y es el manejo y entrega de información oportuna para sus clientes. No estoy hablando sólo del típico servicio y soporte, que siempre hemos mencionado como el factor diferenciador, sino que me refiero más concretamente a la necesidad de informar con más agresividad sobre las soluciones que una compañía está desarrollando para satisfacer ésta o aquella necesidad en el mercado.
Por lo general, en tiempos de crisis lo primero que se recorta es el marketing y esto es un error garrafal; es en este momento en el que todos bajan la guardia lo cual representa una magnífica oportunidad para los que se arriesgan. No gratuitamente las firmas más poderosas del planeta, si bien controlan sus gastos, no abandonan radicalmente su programa de promoción.
Así, en esta dirección, hay una oportunidad planteada para quienes no quieran tomar decisiones apresuradas y cancelen o deterioren los programas de comunicación con su clientela. La red ofrece hoy un sinnúmero de posibilidades para crecer en los mercados así que a aprovecharlas, pues ya no hay chapulines colorados que nos defiendan.
Pero lo que me preocupa en verdad es lo que esta situación puede traer para mercados sensibles al precio, como el latinoamericano, el cual estaba gozando de dos situaciones fenomenales para la masificación de la tecnología: los bajos precios de la divisa estadounidense y la disponibilidad de importantes flujos de capitales, producto de las generosas ventas de materias primas. Este nirvana macroeconómico condujo a que la región se convirtiera en un atractivo y dinámico mercado, pues en medio de la quietud de mercados como el de Estados Unidos y Europa, nuestros países comenzaron a demandar más y mejor tecnología. La respuesta es clara, había excelentes productos a los precios que los latinos podíamos comprar.
Pero ahora la situación cambió. Ya parece que no tendremos tanto dinero y el dólar subió. Este será el “agosto” de esos fabricantes poco serios de tecnología de poca calidad, que no tienen una cadena de soporte bien definida y que no capacitan al integrador/instalador de audio y video. Quiero aclarar que no me refiero a los orientales en general. Las grandes marcas han surgido de esta región, pero han crecido con base en un dedicado trabajo de investigación y desarrollo. Hablo es de marcas fantasmas, de las cuales infortunadamente no se sabe mucho.
Es importante entonces que nos pongamos a pensar sobre ciertos detalles. Comprar con base en el precio más bajo no es la mejor estrategia en épocas de crisis. América Latina es un mercado que viene en franco crecimiento y desarrollo tecnológico, así que no es lógico que lo empecemos a llenar con juguetes de poca durabilidad. No olvidemos que un mercado es serio cuando quienes lo conforman son precisamente actores serios.
Hasta la próxima