La creciente fragmentación de usuarios, así como la proliferación de las plataformas de distribución, han llevado a experimentar para alcanzar tipos diferentes de audiencia.
Mg. Luis Fernando Gutiérrez Cano
Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco
La presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, en la sociedad contemporánea es innegable, están ahí y son elementos predominantes en la cultura tecnológica que nos rodea y con la que, a diario, convivimos; de ahí que, es ya reiterativo señalar el papel cada vez más relevante que estas tienen en los medios de comunicación social o mass media, y los medios de comunicación interpersonales.
Variables, versátiles y con incesantes evoluciones tecnológicas, las TIC inducen determinantes transformaciones en las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales, e inciden, cada vez con mayor impacto, en todos los ámbitos humanos, por lo que es cada vez más difícil que podamos desenvolvernos eficientemente si renunciamos a ellas, incluso en aspectos como el ocio, la comunicación, la información, la propia manera de percibir la realidad (Graells, 2000).
De acuerdo con lo anterior, este artículo considera dos casos particulares de la incidencia de las TIC en la estructura narrativa de contenidos audiovisuales, a partir del impacto del Internet, mediado preeminentemente por los teléfonos móviles, gracias a la interoperabilidad entre los medios (Barbosa Filho y Castro, 2008).
En efecto, lo que se plantea es, por un lado, la experimentación de lenguajes y formatos; y, por el otro, la explotación del potencial narrativo de los medios digitales, lo que conlleva a nuevas posibilidades para la divulgación de contenidos audiovisuales digitales para llegar a nuevas audiencias. De ese modo, se expone que “el lenguaje del audiovisual se construye junto con la evolución de los medios de comunicación y el uso que las audiencias hacen de ellos cuando interactúan con los recursos proporcionados por esos medios” (Freitas y Castro, 2010: 36).
Content, la serie australiana que experimenta con el video vertical
¿Cómo contar una historia audiovisual de una millenial ególatra resuelta a convertirse en un influencer en línea, a como dé lugar? La respuesta la tuvo la Australian Broadcasting Corporation, ABC, canal de televisión nacional de Australia, que recientemente empezó a experimentar con un tipo de narración que ni siquiera tenía un nombre definido, por lo que los productores decidieron proponer un nombre para este experimento: show en video vertical.
Según señala Podger (2019), Content fue una propuesta de la compañía de cine independiente Ludo Studio de contar una historia desde la perspectiva de un teléfono inteligente, y que gustó al productor ejecutivo de ABC, Que Minh Luu.
Los componentes de la serie se concentran en una narrativa en primera persona, el uso de videos y fotos capturados en la pantalla, publicaciones de redes sociales, videollamadas y búsquedas en Google y Tinder. Por su parte, Buckmaster (2019), describe este show “vertical” australiano, como una serie que se desarrolla completamente desde la perspectiva del teléfono inteligente de un aspirante a influencer.
El productor ejecutivo de Content, Que Minh Luu, describe la premisa de esta como una técnica narrativa similar al found footage, con una estructura similar a la de una película convencional y luego todo se pone en un teléfono, con el objetivo de mostrar aquellas historias acerca de la manera en que la gente usa los teléfonos, y lo integrado que están estos en nuestras vidas, los secretos que guardan y que solo ellos pueden contar. La serie está planteada para que pueda verse en Smart phones y en aquellas plataformas que más suelen utilizar las audiencias juveniles: Instagram, YouTube, Facebook y Twitter (Podger, 2019).
La serie relata las aventuras de Lucy, una chica de Brisbane, y sus publicaciones en las redes sociales, las videollamadas y varios sucesos en línea, asimismo todas las acciones que realiza en su teléfono inteligente, incluidos los espacios en blanco y las cosas que elimina, elementos que proporcionan a los usuarios una especie de una ventana digital a la mente de Lucy (Buckmaster, 2019).
Hay que subrayar que, según cifras del Australian Bureau of Statistics, ABS, en Australia, para finales de junio de 2018, había 14.7 millones de suscriptores de Internet lo que representa un aumento del 3.6% desde finales de diciembre de 2017; así mismo, las conexiones de fibra óptica crecieron un 22.4% en los seis meses entre diciembre de 2017 y junio de 2018. El crecimiento de fibra óptica para el año hasta junio de 2018 fue de 69.8%, alcanzando 3.6 millones de suscriptores.
Si bien, por las cifras descritas arriba, era una buena idea plantear un proyecto de las características de Content, una serie vertical para dispositivos móviles, “lograr que el público y los financistas entendieran y respaldaran el concepto tomó casi dos años para llegar a millones de usuarios que acceden a las redes sociales mediante sus dispositivos móviles” (Podger, 2019). Para ello, Ludo Studios realizó, durante varios meses, proyecciones de pruebas en grupos focales para observar y determinar las reacciones de los espectadores, en donde se descubrió cómo respondían los espectadores cuando, mientras miraban contenido, aparecían en la pantalla notificaciones de sus propios dispositivos, mezcladas con las de Lucy (Buckmaster, 2019). Según señala el Laboratorio de Ideas de la ABC, “el nuevo show lleva el video vertical a áreas que no habían sido utilizadas hasta ahora por los programas de noticias” (Podger, 2019).
Se pueden resaltar algunas las conclusiones de esta experiencia australiana que, en primer lugar, expone lo vertiginoso que pueden ser los cambios tecnológicos y, análogamente, como dichos cambios generan procesos mediáticos innovadores, capaces de experimentar con nuevas herramientas y plataformas como el caso del video vertical; en segundo lugar, siguiendo los planteamientos de Jenkins, Green y Ford (2013), es evidente que la creciente fragmentación de los usuarios, así como la proliferación de las plataformas de distribución han llevado a experimentar para alcanzar tipos diferentes de audiencia.
En la próxima entrega, el segundo caso de experimentación audiovisual con el surgimiento de Quibi, la plataforma de video móvil de formato corto que producirá exclusivamente series y programas para teléfonos móviles.
Luis Fernando Gutiérrez Cano y Luis Jorge Orcasitas Pacheco son docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
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