Érase una vez una señal de televisión que deseaba abandonar la sala de su hogar: quería caminar por las calles, correr por las autopistas, llegar hasta áreas rurales y ser vista por todos, sin que túneles, altas edificaciones o zonas industriales interfirieran. Pero sus características físicas se lo impedían y en el mundo exterior no existían las condiciones para transmitirla o recibirla bien. El mundo análogo estaba en pleno apogeo.
Sin embargo, las cosas habrían de cambiar y una nueva era llegaría transformándolo todo. La decisión generalizada de adoptar un estándar de televisión digital, en unión con la aparición de dispositivos portátiles como los teléfonos celulares, PDA y reproductores de multimedia, generaría variadas iniciativas para cambiar el destino de esta inquieta señal de televisión, a la que llamaremos televisión móvil.
La idea de la televisión móvil surge a partir de las potencialidades técnicas de la televisión digital, en la forma de cualquiera de sus actuales presentaciones (ATSC, DVB, ISDB o DMB), y el espectacular desarrollo de dispositivos portátiles como los teléfonos celulares y PDAs. Varias inquietudes surgieron alrededor de estos hechos: ¿cómo sacar mayor provecho de la señal terrestre de televisión digital que llega (o va a llegar) a millones de hogares de televisión?, ¿cómo llevarla a todos esos dispositivos móviles de tan alta aceptación entre los consumidores?, ¿qué hacer para ampliar el mercado dentro de la comunidad que los broadcasters cubren?, ¿cómo ofrecer contenidos audiovisuales a ese público que ansía recibir información y entretenimiento en su teléfono celular o en su PDA?
La respuesta o, en realidad, las respuestas, provienen de dos áreas distintas: por una parte están las empresas fabricantes, operadores de redes, creadores de software y organismos regulatorios, reunidos en consorcios de este y del otro lado del Atlántico y del Pacífico, que han desarrollado estándares y tecnologías para la entrega de la televisión digital y de servicios de datos. Estos estándares –unos más que otros– cubren variados aspectos de la televisión digital, que pueden ir desde la transmisión (broadcasting, satélite, cable y, ahora, IP y dispositivos portátiles) hasta la administración de derechos de contenido o acceso condicional.
La otra es la ofrecida por las empresas de telefonía celular, que proponen brindar contenidos por demanda a sus usuarios. Estos contenidos podrían ser tanto datos como clips de video informativos o de entretenimiento.
Mientras en el primer caso el usuario vería en tiempo real la programación de su canal local o nacional, en el segundo, el usuario podría solicitar la información que desee (boletines de noticias, reporte de condiciones climáticas, videos musicales, etc.). Los dos casos gozarían de los beneficios de la interactividad. Veamos cada uno.
La propuesta de los broadcasters
Aunque son varios los estándares de televisión digital
propuestos (el estadounidense ATSC, el europeo DVB, el japonés
ISDB, el surcoreano DMB y el chino del mismo nombre), tres
lideran la adopción de la televisión digital en América
Latina: el ATSC, DVB e ISDB. Algunos países ya hicieron su
decisión: México optó por ATSC, mientras Brasil adoptó el
ISDB con modificaciones. Sin embargo, para efectos de nuestro
tema -la televisión móvil- nos detendremos a revisar los
desarrollos realizados en esta arena dentro del estándar europeo
y el estadounidense, que poseen mayor probabilidad de adopción
en nuestra región.
ATSC
En NAB 2007, dos parejas de empresas presentaron sus desarrollos
a partir del estándar ATSC para televisión móvil o ATSC-M/H
(ATSC Mobile and Handheld Standard). Estas fueron Harris en
asocio con LG, y Samsung en unión con Rohde & Schwarz.
La dupla Harris-LG
La tecnología de televisión móvil MPH (por la sigla en inglés
de Mobile-Pedestrian-Handheld) desarrollada por la empresa de
comunicaciones y tecnología Harris, y por el laboratorio de
investigaciones y desarrollo Zenith, de LG, en Estados Unidos,
permite a los broadcasters transmitir programación de
alta definición a receptores fijos, y programación de definición
estándar y envío de datos (datacasting) a dispositivos
móviles y portátiles.
La tecnología MPH In-Band Mobile TV se alza sobre dos estándares clave de ATSC, el sistema Enhanced VSB (E-VSB) y el 8-VSB, probado sistema de modulación que reside en el corazón del estándar ATSC para televisión digital tipo broadcast. El objetivo inicial del trabajo en común de las dos empresas fue diseñar una solución robusta, compatible con el estándar ATSC, que permitiera a los broadcasters maximizar el uso de los 6 MHz y 19,39 megabit por segundo de su canal digital, para ofrecer servicios rentables y atractivos a su audiencia de televidentes.
Para habilitar una recepción móvil robusta, el broadcaster podrá destinar una porción de su flujo de transporte para el servicio televisión móvil y otra para receptores fijos. Por ejemplo, si 4,4 Mpbs son destinados para flujo MPH, entonces cerca de 15 Mbps se mantienen para la programación principal. Usando MPEG-2, la actual compresión, 15 Mbps pueden soportar un canal HDTV a 1080i y uno o dos canales SDTV, o un canal HDTV a 720p y dos o tres canales SDTV.
Harris ha previsto que un broadcaster podría iniciar un servicio MPH con una destinación de ancho de banda total de no más de 3 Mbps, lo cual proveería un canal móvil de buena calidad y un canal secundario de calidad ligeramente inferior. MPH In-Band Mobile TV está diseñado para ofrecer al broadcaster la flexibilidad de elegir cuánto ancho de banda desea destinar a su servicio de televisión móvil y cuántos canales móviles programar.
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