México y su política de transición
Desde el mismo momento en que México anunció su decisión de adoptar la norma norteamericana ATSC, gobierno y sector privado establecieron una ‘Política de Transición a la Televisión Digital Terrestre’ enfocada en cinco aspectos básicos: inclusión digital, calidad, fortalecimiento de la actividad televisiva, nuevos servicios digitales, y optimización en el uso del espectro.
Así mismo, el país desarrolló un calendario de transición en seis periodos trienales que van desde 2004, año de la elección del estándar, hasta 2021. El primer periodo, que finalizó en diciembre de 2006, contemplaba la presencia de dos señales digitales en más de diez ciudades. La segunda y tercera etapa, que concluirán en 2012, demandan la réplica digital de las señales comerciales generadas en los periodos anteriores y la cobertura de un número cada vez mayor de habitantes.
Los tres últimos periodos, que finalizan en 2021, indican la propagación de señales digitales comerciales y no comerciales en zonas de cobertura de un millón y medio de habitantes en adelante, y la réplica digital de todos los canales analógicos, en todas las zonas de cobertura de la televisión analógica.
De otra parte, la alta definición podrá ser ofrecida en forma gratuita con el estándar A/53 de ATSC, que requiere de 19.1 Mbps de la capacidad de transmisión del canal de 6 MHz, para contenidos que cambien constantemente.
De acuerdo con esta política, las transmisiones DTV deberán ser de calidad de alta definición (HDTV por sus siglas en inglés) o calidad mejorada (EDTV) y, para el inicio de las transmisiones digitales de cada canal adicional, la DTV deberá tener, como mínimo, calidad estándar (SDTV).
Según Robert Graves, presidente del Forum ATSC, en entrevista con TV y Video, en la actualidad hay 37 estaciones de televisión al aire en México que cubren las ciudades más grandes y la región fronteriza con Estados Unidos. Esta cantidad representa una cobertura del 37% de los hogares en el país. “Hace cerca de un año teníamos conocimiento de que en este país habían sido vendidos más de dos millones de receptores de señales ATSC”, añadió Graves.
En los países fronterizos el avance de ATSC también ha sido notable. Hay tres estaciones en Honduras transmitiendo señales digitales bajo el estándar ATSC, mientras que Guatemala y Costa Rica tienen una estación al aire cada uno a pesar de que estos países aún no han tomado decisiones oficiales sobre la norma de DTV que adoptarán.
“La tecnología está lo suficientemente madura con más de 2.000 estaciones al aire en Estados Unidos, Canadá y Corea del Sur. El desafío inicial en cualquier país que implementa las transmisiones DTV está relacionado con la elección del mejor modelo de negocios, incluyendo una adecuada programación para soportarlo, así como con la financiación de las inversiones requeridas por los transmisores para la construcción y adaptación de sus estaciones a fin de que éstas puedan operar paralelamente con sus estaciones analógicas durante un período de migración”, indicó Graves.
Sobre la disponibilidad de decodificadores para ATSC, Graves señaló que, con una gran excepción, no ha habido un gran mercado de set top boxes para ATSC. Esto se debe, según él, a que todos los televisores vendidos en Estados Unidos tienen ahora la capacidad de recepción de ATSC incorporado en ellos. Por lo tanto, en ese país se venden más de 30 millones de receptores ATSC por año, la mayoría de ellos para ser incluidos en televisores de alta definición. “La gran demanda actual es para mejorar la calidad técnica de HDTV, y es allí dónde está el mercado”.
La excepción, de acuerdo con Graves, es el mercado de bajo costo para los convertidores que reciben la señal digital ATSC y la muestran en los televisores analógicos existentes. “No puede haber ninguna preocupación acerca de la disponibilidad de estas cajas. Hay más de 190 modelos disponibles y más de 29 millones de estas cajas se han vendido entre 2008 y lo corrido de 2009. No había mercado para este tipo de cajas hasta que el gobierno de Estados Unidos estableció una fecha para apagar las señales de televisión analógica; esto fue para permitirle al gobierno desactivar las transmisiones análogas y recuperar 108 MHz de espectro sumamente valioso a nivel nacional que se utilizará para los servicios de emergencia y otras aplicaciones inalámbricas innovadoras”, indicó Graves.
En México, el tema que ha generado mayor expectativa entre los transmisores ha sido el de qué tanta flexibilidad debería ser dada a éstos en el uso de sus canales de 6 MHz para televisión digital. En Estados Unidos, el único requisito es ofrecer un programa en calidad de definición estándar. Después de eso, los organismos de radiodifusión pueden ofrecer lo que quieran de su canal HDTV como programas en SDTV; información, incluyendo los servicios interactivos; aplicaciones móviles o de mano, o combinaciones de todo lo anterior.
“México ha establecido un largo plan de transición para la transmisión digital. Ellos ni siquiera alcanzarán el pleno despliegue del sistema DTV hasta 2021 (un plan de 17 años); y esto sólo significa el tener estaciones de DTV al aire en todo el país. No han establecido una meta para apagar las señales analógicas. Los principales obstáculos en este mercado son el contar con un adecuado contenido de DTV que sea único y atractivo, y el pago para la construcción de nuevas estaciones de televisión digital en todo el país”, indicó Graves.
Deje su comentario