Las redes están, son cada vez más económicas y tienden a ser seguras y fáciles de usar. ¿Por qué no emplearlas para entregar video y audio a distancia? De esta premisa partió la empresa Telestream, pionera en un género que cada vez tiene más jugadores.
Básicamente, la empresa propone Clip, un hardware que permite enviar video a través de un cable de red, sea por una conexión de internet o por una red corporativa, independientemente del ancho de banda. Funciona en el formato stand alone (es decir, no necesita una computadora adicional) y tiene sus propios sistema operativo (cuyo nombre es VXWorks) y disco rígido.
Trabaja con formatos estándar (codifica MPEG-1 y MPEG-2) y tiene un amplio rango de niveles de compresión, con lo que permite enviar desde una muestra en muy baja calidad hasta la suficiente como para chequear un material o desarrollar un máster. Concretamente, la compresión va desde 1,5 MB hasta 50 MB.
La captura del video puede hacerse desde casi cualquier fuente. Es posible emitir en PAL y en NTSC y ofrece la flexibilidad de que el receptor pueda bajarlo en la norma que desee, independiente de la de origen. Permite la grabación en prácticamente cualquier formato de almacenamiento en cinta o disco. Ofrece entradas y salidas profesionales: SDI, componentes analógicas, compuesto, S-Video, audio analógico y AES/EBU, entre otras. El equipo mide aproximadamente 45 por 48 centímetros y tiene 8 centímetros de altura. Su peso apenas roza los 9 kilogramos.
Esta tecnología es una alternativa más económica y sencilla que las transmisiones vía satélite y mucho más ágil y segura que el envío de casetes u otros dispositivos físicos a través de couriers.
Tienes un e-video
Las configuraciones básicas son dos: ClipMail Express, la más elemental y sencilla, que opera con control remoto, y ClipMail Pro, la más avanzada, que permite operar a través de un sistema de touchscreen.
Fue originalmente pensado para generar una alternativa viable y económica al segmento de la producción de noticias, que genera los materiales físicamente lejos del lugar de edición. Pero luego se aprovechó para otras funciones, como la aprobación de piezas.
Enviar video a través de las soluciones de Telestream es sencillo y muy similar al esquema que se sigue con el correo electrónico. El receptor del video debe tener un equipo Clip con su dirección IP, que debe ser conocida por el emisor. Se construye un mensaje en el que se puede colocar un título, al mejor estilo del subject del correo electrónico común. También hay espacio para escribir un mensaje. Luego se adjunta el video. El equipo tiene la capacidad de enviar y recibir al mismo tiempo y hasta puede recibir más de un video en forma simultánea.
Algunas consideraciones deben tenerse en cuenta antes de adquirir Telestream. El primero es que no hay una "transmisión" en tiempo real del video entre el origen y el destino, sino que el movimiento del material es asincrónico y depende del ancho de banda de que se disponga. Si bien Clip no tiene limitaciones en ese sentido, lo cierto es que la comunicación tarda mucho más si se dispone de una conexión de 128 Kbps que si se cuenta con un enlace directo de 2 MB. Eso sí: ni bien termina la recepción, el video está listo para ser usado.
Otro punto indica que la tecnología que propone Telestream es muy "propietaria", por lo que ante un cambio de estándares en el mercado o ante el surgimiento de nuevas alternativas, el equipo puede quedar obsoleto o tener dificultades para conectarse. El costo del equipamiento puede ser otra barrera para su rápido despliegue en el mercado: el modelo más económico entra en el rango de los aproximadamente US$8000, mientras que algunos más avanzados pueden trepar hasta los 20.000.
Sin embargo, la evolución de las redes hace que los servicios propuestos por Telestream sean apenas el primer paso de una evolución inevitable.
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