TV y Video entrevistó a Thorpe con el fin de conocer su opinión sobre algunos de los temas que abordará en las dos conferencias que realizará durante el seminario: tendencias tecnológicas en producción de video broadcast y profesional, y evolución en la construcción de la imagen HD.
Francisco Urdaneta: Muchos profesionales en el mercado de América Latina, desde estaciones de televisión hasta camarógrafos de eventos, se están resistiendo a la inevitable migración hacia la producción sin cintas. Qué les podría decir usted para convencerlos de que las ventajas de las tecnologías de producción basadas en archivos hacen obsoleto esa resistencia al cambio.
Larry Thorpe: El nuevo mundo de la producción sin cintas ofrece fabulosas opciones, especialmente en términos de flujos de trabajo. Tenemos mejoras importantes en la calidad de audio y video en SD y HD, en protección de contenidos, en la confiabilidad de los equipos a largo plazo y también una reducción significativa de los costos de mantenimiento.
A pesar de estar en sus primeros años, los sistemas tapeless ofrecen opciones interesantes, aun para quienes quieren conservar la sensación de tener una cinta de video en sus manos. Es posible usar discos ópticos o cartuchos RevPro para seguir disfrutando de todas las ventajas de los medios removibles y empezar a recibir de inmediato los beneficios que las cintas simplemente no pueden ofrecer.
Aparte de varios sistemas de grabación en discos, los sistemas tapeless también incluyen una oferta creciente de sistemas de grabación de estado sólido que van desde los sistemas especialmente diseñados como los ’bloques’ de memoria flash, las tarjetas SxS y el sistema P2, hasta varios tipos de tarjetas SD como las que usamos en nuestras cámaras fotográficas. El común denominador de todos los formatos es que el costo por gigabyte baja constantemente.
Por otro lado las opciones de conectividad aumentan. Las camcorders HD incluyen puertos USB y FireWire, y cada vez es más frecuente encontrar equipos de bajo costo con conexiones HDMI o HD-SDI.
Por todo lo anterior la adquisición de material sin cintas y en forma de archivos está siendo adoptada de forma masiva por los productores en todo el mundo, y esto ocurre simplemente porque sus ventajas son demasiado evidentes para ignorarlas. Algunas de esas ventajas son:
- Acceso instantáneo y no-lineal al material grabado.
- Adquisición en forma de archivos independientes que pueden transferirse en tiempo mínimo y ser usados por varios editores simultáneamente.
- Inclusión de metadatos que permiten aumentar el valor del material producido.
- Poderosas estrategias de protección de contenidos.
- Formatos abiertos para intercambio de material que soportan flujos de trabajo eficientes.
- Eliminación de la digitalización como paso inicial de la edición.
- Mejoras en la confiabilidad de los equipos por la reducción de partes móviles.
Para responder a la pregunta creo que se puede decir que la consolidación de los sistemas de producción sin cintas, es inevitable. Definitivamente es recomendable que en esta era digital, en la que todas las operaciones de medios están basadas en archivos, los productores adopten lo más pronto posible esta tecnología.
Francisco Urdaneta: Hay una ‘avalancha’ de equipos de bajo costo en el mercado y varios productores están utilizando equipos que algunos de sus colegas perciben como juguetes. ¿Cree que es posible obtener buenos valores de producción fuera de un bajo costo en los equipos de producción?
Larry Thorpe: Los límites entre los equipos profesionales y los de consumo se han ido desdibujando como consecuencia de los avances en la tecnología digital y las presiones impuestas por la competencia global. Las camcorders HD para consumidores pueden entregar imágenes de una calidad excelente desde un punto de vista subjetivo, especialmente si se producen en buenas condiciones en términos de iluminación y si se visualizan en un monitor HD de tamaño reducido.
Como estas imágenes son apreciablemente mejores que las señales PAL o NTSC a las que estamos acostumbrados, tendemos a aceptarlas como señales HD ‘suficientemente buenas’; y de hecho, podemos aceptar que imágenes de este tipo ofrecen valores de producción adecuados para algunos géneros o para programación HD de bajo presupuesto.
Pero cuando es posible comparar lado a lado las imágenes de los equipos de bajo costo con las de las cámaras HD de gama alta con sensores de 2/3”, empiezan a aparecer diferencias dramáticas en la calidad del material, especialmente si se visualiza el material en pantallas de gran tamaño. Hay que tener en cuenta que muchas de las pantallas del mercado de consumo tienen una resolución física de 1920x1080 que hace tan evidentes las ventajas de una señal ‘Full HD’ como las desventajas de los equipos de menor calidad.
La evaluación de los valores de producción de los equipos de bajo costo debe hacerse con plena conciencia de sus limitaciones y siempre haciendo comparaciones lado a lado con material que refleje el tipo de contenido que requiere el programa que se pretende producir con esos equipos.
Francisco Urdaneta: Hay voces que nos dicen que los límites de la física hacen imposible que las cámaras HD con sensores más pequeños que 2 / 3" puedan ofrecer imágenes reales de alta definición. ¿Qué piensa usted de eso?
Larry Thorpe: Lo primero que debemos entender es que todas las imágenes capturadas por cualquier medio son multidimensionales. Las imágenes de alta definición REAL deben combinar un excelente grado de detalle con alto contraste en toda el área del cuadro 16:9, una excelente reproducción tonal en la escala de grises con una reproducción de color brillante y precisa, y una latitud de exposición suficiente para dar un buen manejo a contenidos sobrexpuestos. También es importante que las imágenes no sean afectadas por ruido, distorsiones u otros defectos visibles. Y aún más importante es que todos estos atributos de la imagen deben mantenerse sin importar el tipo de imagen que se este capturando –aun sin se trata de imágenes panorámicas con muchísimos detalles.
La alta definición REAL, como es producida por los equipos disponibles en la actualidad, establece un punto muy alto en términos de calidad de imagen. Es el resultado de una década y media de avances tecnológicos en cámaras basadas en sensores de 2/3” estimulados además por la competencia global entre los fabricantes. La excelente calidad de estás imágenes viene también del uso de lentes especialmente diseñados para estas cámaras. Mientras mejor es la imagen que el lente proyecta en los sensores de la cámara, mejor será la imagen electrónica resultante.
Cuando se adoptan sensores con un tamaño menor que 2/3” la física y la economía empiezan a interferir con algunas de las múltiples dimensiones de la imagen. Si quisiéramos generar imágenes similares a las de una cámara de 2/3” usando sensores de ½” o aun más pequeños tendríamos que usar lentes mejores que los que ponemos al frente de las cámaras de gama alta, pero esto no es posible porque las cámaras con sensores más pequeños tienenque ofrecer un costo inferior al de las de 2/3”.
Por otra parte los fabricantes deben enfrentar los límites de la física al diseñar sensores pequeños. Tienen que limitar el conteo de píxeles, limitar el rango dinámico y admitir mayores niveles de ruido. La verdad es que la mayoría de camcorders con sensores pequeños ofrecen señales que se generan mediante una u otra forma de submuestreo. Cabe anotar que ningún fabricante de cámaras equipadas con sensores de 1/3” publica sus especificaciones de relación señal-ruido.
A pesar de todo, los fabricantes ofrecen productos HD de formatos pequeños que resultan muy interesantes y de hecho producen imágenes de excelente calidad. Pero no podemos evadir la realidad: la calidad de imagen de estas cámaras es inferior que la de las cámaras de gama alta equipadas con sensores de 2/3”. El usuario final debe evaluar cuidadosamente estos niveles de calidad de imagen tomando en cuenta sus presupuestos, aspiraciones estéticas, vida útil y competitividad de sus productos. La buena noticia es que el mercado es tan diverso que tiene espacios para todos y hay una oferta muy variada de equipos de producción HD apropiados para cualquier presupuesto.
Francisco Urdaneta: La industria está cambiando muy rápido, adoptando nuevos esquemas de distribución que representan una clara amenaza a las tradicionales salidas de nuestro producto, como televisión terrestre o paga. ¿Cómo pueden prepararse los productores de televisión y video tradicionales para afrontar los desafíos del futuro cercano?
Larry Thorpe: La televisión tal y como la conocemos está convirtiéndose rápidamente en la distribución de contenidos audiovisuales en forma digital y sobre distintas plataformas. La TV tradicional sigue ‘al aire’, pero contando con una gran variedad de opciones de distribución que van desde la transmisión terrestre hasta el cable, los sistemas satelitales, las redes telefónicas, las plataformas IP y una gran variedad de contenido empaquetado.
Los receptores de televisión deben competir con otros dispositivos que pretenden ocupar los ojos de la humanidad, tales como computadoras, teléfonos móviles, asistentes digitales y una red de sistemas de información digital que crece constantemente. Las pantallas de video invaden el espacio público mientras en Internet las redes sociales ofrecen una mezcla de material producido por usuarios con programación realizada profesionalmente.
Y mientras tanto el cinema digital avanza con gran velocidad. La flexibilidad de los esquemas de distribución digital tiene el potencial de convertir en ‘cine’ eventos que tradicionalmente eran cubiertos por otros medios como ocurre con la New York Metropolitan Opera, que distribuye contenido en vivo y pregrabado a salas de cine digital en Norteamérica, Europa y Japón.
Los productores de video y Televisión tienen que comprender el profundo impacto que tiene la distribución digital en el mundo moderno. La oferta de contenidos en video debe crecer simultáneamente con los canales de distribución. Y en este punto es que la selección de equipos de producción adquiere una importancia vital. La diversidad de esquemas de producción y distribución genera un amplio rango de valores de producción apropiados para diferentes tipos de productos.
Con mucha frecuencia se olvida que el contenido originado digitalmente debe pasar por múltiples instancias de procesamiento y transcodificación que inevitablemente afectan su calidad final. Para superar la inevitable ‘erosión’ de la calidad de imagen que acompaña estos procesos digitales es necesario generar un producto con un ‘exceso de calidad’ suficiente para lograr un producto final aceptable. Como la evaluación de la calidad de imagen es esencialmente subjetiva, es necesario que estos procesos sean asumidos por una combinación de disciplinas técnicas y de producción.
Para poder establecer que estándares de producción debemos adoptar necesitamos contar con una combinación de pruebas técnicas formales acompañadas de un cuidadoso proceso de evaluación subjetiva de la calidad de nuestros productos.
Deje su comentario