Aunque entró un poco tarde al campo de la iluminación LED, después de tres años de investigación, Ianiro ha resuelto los problemas de balance de blanco que han afectado esta tecnología.
La iluminación LED tiene grandes ventajas: es fría y robusta, brinda larga duración, bajo consumo y se puede atenuar sin cambiar la temperatura del color, pero la luz que emite tiende a verse algo fría (unos 6000 K), ya que hay una desviación hacia el verde y el azul en las luces LED blancas existentes. Ianiro sostiene que ese problema ha sido resuelto.
“Gracias a una mezcla cuidadosamente seleccionada de LEDs de última generación, hemos podido entregar un muy alto CRI, comparado con lo que estaba disponible hasta ahora –explicó la directora ejecutiva Fabrizia Ianiro, refiriéndose al índice de rendering de color (CRI, por su sigla en inglés), que se utiliza para mostrar qué tan precisos son los colores que se muestran–. Estamos realzando el color, sin necesidad de usar filtros o gel”.
Las luces llegan a una temperatura de 5600 K, el estándar para luces de día, lo cual permite una correcta resolución del verde, el azul y el rojo. Pueden enfriarse o calentarse unos 500 K en cada sentido.
Ianiro desarrolló inicialmente el LED 6 y el LED 7, arreglos de luces para locaciones con seis y siete LEDs, respectivamente, los cuales están listos para entrega, y el LED 54, con tres anillos individuales de luces, que se puede utilizar como una sola unidad de gran flexibilidad, o separarse en tres unidades independientes. Todas se ajustan automáticamente a operación 7,2-12 V.
La compañía también está desarrollando luces LED suaves para estudio. “LED constituye una revolución real. Es la luz del futuro”, agregó Ianiro. Ella aspira, eventualmente, a reemplazar cada pieza de la iluminación tradicional de la empresa, una vez los precios de la tecnología lo hagan posible, pero las consideraciones ambientales de la EU pueden precipitar este movimiento.
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