Hoy por hoy, múltiples preguntas asaltan al usuario: ¿Hasta qué punto se han reducido las fronteras entre las cámaras de estudio y las portátiles? ¿Cuál es la diferencia entre el procesamiento de la imagen de las cámaras digitales y de las análogas?. ¿Es real el logro de una digitalización que ha superado los antiguos obstáculos de la transmisión? ¿Puede hablarse, en definitiva, de un criterio absoluto ante esta etapa de transición?
Indudablemente, el punto crítico de todas estas preguntas se remite a la confrontación que existe entre quienes afirman que en el actual momento la digitalización de las cámaras no se ha perfeccionado lo suficiente para dejar atrás el dominio análogo de la imagen, y entre quienes aseguran que la tecnología digital ya permite lanzar productos 100% desarrollados que aventajan enormemente a las cámaras análogas e, incluso, entre quienes consideran que por su naturaleza los sistemas híbridos con procesamiento análogo de la imagen y control digital, superarán indefinidamente a las cámaras digitales.
Frente a estas divergencias resulta útil detenerse en los diferentes aspectos relacionados con el perfeccionamiento de las cámaras de televisión y aclarar cuáles son los desarrollos comunes y las ventajas de cada sistema.
Un parangón inevitable
Para algunos distribuidores de altos desarrollos dirigidos a televisión es inevitable realizar un parangón entre la revolución que significó el paso del sistema captor de tubo al CCD, y el que está operándose entre las cámaras análogas y las digitales. La introducción del CCD fue inicialmente polémica y con fuertes dudas sobre la nueva tecnología que sin embargo se perfeccionó y se impuso completamente en el mercado en menos de cinco años.
Hoy el CCD es irremplazable y las cámaras han alcanzado incomparables niveles de registro gracias a los CCD intercambiables que se ajustan a diferentes criterios de producción y que cuentan con una super alta densidad y un número de pixeles cada vez mayor.
Este año se introducirá una novedad relacionada con la necesidad de preparar las cámaras para la televisión avanzada (Advanced Televisión, ATV) y para la futura televisión de alta definición. Se trata de la ampliación de tres a cuatro canales de los CCD, de manera que las señales RGB (Red, Green, Blue) destinarán ya no uno sino dos canales para el registro del azul (B) a fin de que no se pierda área sensora con el paso a la pantalla ancha (Widescreen).
La frontera entre las cámaras de estudio y las portátiles
Actualmente el binomio entre cámaras grandes y cámaras portátiles en estudio está siendo reemplazado por el lanzamiento de cámaras compañeras –la de Ikegami es un claro ejemplo– que no sólo tienen lentes de una potencia similar, sino pixeles y CCD de las mismas características. Este nuevo desarrollo incrementa la flexibilidad en las condiciones de producción pues permite disminuir el límite de acercamiento a las escenas y aumenta las posibilidades expresivas de las tomas. Gracias a una envoltura adaptable a la portátil, esta puede incluso utilizar el lente y el pedestal de la cámara grande.
Los desarrollos compartidos
Además de las innovaciones en los CCD antes mencionados, hay una cantidad de nuevas posibilidades en las actuales cámaras impulsada en parte por la transición del sistema de televisión hacia la alta definición que cambiará la relación del tamaño de la imagen de 3:4 a 9:16 con un sistema de barrido cuyo número de líneas aun no completamente fijado duplicará seguramente el actual. Pero como quiera que la nueva relación de pantalla ya es un hecho, aun cuando todavía se continua operando con el sistema tradicional del barrido, los últimos desarrollos de cámaras tanto análogas como digitales, cuentan con la posibilidad de adaptarse al nuevo formato. Basta oprimir un switcher para ello.
Así mismo, se cuenta con diversas tecnologías que coinciden en un objetivo común: la automatización en serie del ajuste de las cámaras y la posibilidad de operarlas por telecomando o a control remoto con unidades desde las más básicas hasta las más sofisticadas. Esto implica que el control de las cámaras pertenece ya al dominio digital y que además ahora es posible obtener reportes generales de cada cámara en una pantalla de computador.
La DVP-700 de Sony, que es el "top" actual de sus cámaras análogas, cuenta con un sistema de vigilancia técnica del video a control remoto, y un acceso rápido a todos los parámetros de producción de imagen. Su unidad máster de set up maneja eficazmente las instalaciones, multicámaras. La HK-377 de Ikegami, también análoga, puede funcionar con tarjetas de memoria interfase para controlar y clasificar los datos de las escenas y leerlos rápidamente. Gracias a la función quick Auto, realiza un auto set up sin requerir de una carta de test (test cart).
Dentro de las cámaras digitales, la SK-2600 de Hitachi realiza transferencias precisas de archivos entre cámaras, salidas y entradas de audio digital y video digital compuesto, en menos tiempo del que normalmente se emplea gracias a su sistema de autolineamiento externo y a la eliminación de un patrón de ajuste interno del lente, lo cual reduce además sus costos.
La función del picture in picture, compartida por todas estas cámaras, permite simultáneamente un monitoreo de imágenes diferentes en una pequeña ventana de la cámara. El view finder es otro logro común.
En relación con las funciones ópticas, los "tops" de líneas de las cámaras cuentan con procesamiento automático de color, correctores a 6 vectores que permiten modificar específicamente el tinte y la saturación de un color y circuitos de matrices lineales que reducen el efecto aliassing gracias a la perfecta reproducción de aspectos ópticos sin distorsión y que aumentan la resolución de los colores separados.
También se ha avanzado enormemente en el control de detalles: no sólo se realiza un balanceo automático de blancos, flare de negros, balance de gama y se ajustan parámetros de acuerdo con la intensidad lumínica de la escena, sino que se cuenta con opciones como el skin tone detaile que permite graduar el tono de la piel y suavizar arrugas sin afectar el resto de la imagen.
¿Es irreversible la digitalización de las cámaras?
Esta pregunta es el punto álgido de nuestro tema. Mientras la Hitachi se sitúa a la cabeza de quienes lideran la digitalización de las cámaras, Sony las coloca en el mercado como excelentes modelos intermedios, e Ikegami –pese a que fue pionero en su lanzamiento– considera que actualmente el procesamiento digital de la imagen no mejora su calidad y que este no es el momento para implementarlo.
Para Emilio Alemán, gerente de ingeniería y de productos profesionales – división Latinoamericana– de la Hitachi, la ventaja fundamental en el procesamiento digital de la imagen es que debido al funcionamiento de las señales binarias, este es absolutamente preciso, y asegura una reproducción exacta de la información visual, mientras que la señal análoga está sujeta a oscilaciones y a puntos de indecisión.
"Los sistemas digitales –enfatiza– nunca crean un deterioro en la señal y cuentan con una precisión y respetabilidad absoluta. Por otra parte, la realización de funciones como el skin tone detaile en un ambiente digital, permite un manejo mucho más exacto de los detalles. Gracias a la matriz de color es posible cambiar por ejemplo, únicamente la línea de una corbata".
Para la transmisión digital –uno de los mayores tropiezos que en opinión de los expertos enfrenta la digitalización de las cámaras– la Hitachi desarrolló un sistema digital triaxial que según sostienen, permite una salida del CCU (Unidad de control de cámara) exactamente igual a la de la cabeza de la cámara. El sistema aprovecha el bajo costo de la industria del cable estándar y se utiliza en estudio donde las longitudes moderadas (500 mts. máximo) son la norma. Las transmisiones desde exteriores se realizan con fibra óptica. "Esto evita –a firma el ingeniero Joaquín Varela, representante de Hitachi en Colombia– la pérdida de la proporción sonido/ruido, las variaciones en la temperatura y elimina los errores causados por las múltiples conversiones de los sistemas híbridos análogo-digitales".
El ingeniero Hélmer Granja, quien se identifica con la posición de Ikegami, asevera que las posibilidades del control digital de la cámara son indiscutibles pero que el procesamiento digital de la imagen no mejora su calidad y que incluso puede crear una degradación de la señal si no se tiene una digitalización total debido a las diferentes conversiones: "No hay en este momento ninguna cámara que funcione digitalmente desde la cabeza de la cámara hasta la estación base a través de un cable triaxial y que mantenga la transparencia de la imagen. Por otro lado, el empleo de la fibra óptica no es conveniente en estudio y si se utiliza en remoto debe colocársele un sistema de protección especial. Esta es excelente sólo cuando se coloca en puntos fijos y en condiciones en las cuales no esté expuesta al deterioro".
"De hecho –continúa– lo digital funciona sobre la parte electrónica pero no sobre la parte óptica. Las cámaras análogas dan una mejor calidad de imagen: Ikegami ha desarrollado, por ejemplo, CCD de super alta densidad que logran una resolución incomparable. Además, los componentes electrónicos en procesamiento digital requieren de más energía y son por tanto más susceptibles de calentamiento".
Aun cuando la Sony presenta sus cámaras portátiles digitales como las mejores en el mundo, concede la categoría de modelo superior a sus últimas cámaras análogas, argumentando que la digitalización requiere un muestreo bastante alto que todavía no se ha cumplido.
El ingeniero Aldo Buenahora, representante de la Sony, asegura: "La calidad de la imagen de las cámaras análogas es demostrablemente mejor y los topes de la línea de cada fabricante sigue siendo análogos porque llevan 30 años de perfeccionamiento en tanto que los digitales apenas están comenzando. Sin embargo, si se estandarizan los sistemas de transmisión en fibra óptica o en cables tetraxiales, las cámaras digitales seguramente superarán a los sistemas análogos".
En cuanto al problema de la calidad, Aldo Buenahora considera que es relativo. "De hecho, así ocurrió con la transición de máquinas de dos pulgadas a una pulgada. Aún cuando representaba una clara pérdida de calidad tenían grandes ventajas que terminaron imponiéndose. "Estoy absolutamente seguro de que ya empezamos un camino hacia los sistemas digitales porque su tecnología resuelve necesidades reales del usuario– productor y esto hará que los problemas de calidad se vuelvan intangibles posteriormente".
Aun cuando, no obstante señala que los directores de fotografía aún prefieren las cámaras análogas, y que tanto la captura de la imagen como la primera parte del procesamiento (balances y preamplificadores) serán siempre análogos, destaca como beneficios de las cámaras digitales la exactitud de sus parámetros de procesamiento, y el uso del set up card digitalizado como el que desarrolló Sony en sus últimos camcordes y que puede permitir copiar el ajuste de una cámara no sólo para otras sino de un modo diferido en el tiempo.
Frente a una de las mayores limitaciones que actualmente enfrenta la digitalización de las cámaras y a la pregunta de si se justifica todo el proceso digital para terminar llevándolo a cinta, los fabricantes de estas cámaras sostienen que la tecnología ya esta desarrollada pero que falta llevarla a niveles comerciales. Hoy, el costo de almacenar en discos duros volúmenes de información es mayor que en cinta magnética pero esto no significa que continuará siendo así en el futuro.
Sin duda, una de las más importantes consecuencias de estas divergencias entre fabricantes y distribuidores, es la misma dinamización del desarrollo de la televisión. Y en cuanto al difícil momento de las decisiones de compras, dado que –tal como afirma el ingeniero Aldo Buenahora– "la magnitud del avance tecnológico de las cámaras hace que las diferencias entre marcas sean casi marginales", lo deseable es que se extienda el shoot out o la comparación en directo que permitirá confrontar las posibilidades de cada cámara.
Si esto se logra y las elecciones se realizan con criterios técnicos, la televisión latinoamericana se podrá considerar como la verdadera ganadora y el usuario final será el mayor beneficiado.
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