Hoy estamos inmersos en entornos de múltiples plataformas en donde se entrecruzan la convergencia mediática, la cultura participativa y la inteligencia colectiva.
Mg. Luis Fernando Gutiérrez Cano
Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco
En los últimos lustros la producción de medios ha experimentado una sucesión de transformaciones tecnológicas, industriales, culturales y sociales, que a su vez han generado una variedad de reflexiones teórico-prácticas, en torno al surgimiento de nuevas posibilidades narrativas y nuevas formas de comunicar en la era digital, en consonancia con usuarios cada vez más hiperconectados, mediante diferentes dispositivos, que a su vez les permiten un mayor acceso a todo tipo de mensajes mediáticos; dicho de otra manera, experimentamos lo que Jenkins denomina como la era de la convergencia mediática.
Justamente Herny Jenkins, unos de los pioneros en los estudios de procesos de comunicación coetáneos, define la cultura de la convergencia, como aquel espacio mediatizado en donde “chocan los viejos y los nuevos medios, donde los medios populares se entrecruzan con los corporativos, donde el poder del productor y el consumidor mediáticos interaccionan de maneras impredecibles”.
Si hasta hace poco se imponían términos como multimedia e interactividad –en la actualidad casi en desuso- hoy, en el mundo de la convergencia mediática, es más preciso referirnos a las narrativas transmedia (Transmedia storytelling) o, de manera simplificada, NT.
Un universo en donde, como usuarios, nos imbuimos en historias que transcurren en disímiles plataformas mediáticas. Precisamente, como partícipes de esas novedosas experiencia narrativas, y en el marco Mediamorfosis, el evento multiplataforma latinoamericano de divulgación, intercambio y producción que se realizó por primera vez en la ciudad de Medellín, con intercambios de ideas, reflexiones y, también contradicciones sobre las NT, con diferentes especialistas en el ámbito latinoamericano, en el cual participaron la Autoridad Nacional de Televisión y la Maestría en Televisión Digital de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Queremos compartir entonces algunas de las impresiones que se generaron durante este encuentro, dado que es un tema de vital importancia para el sector audiovisual, tanto para Colombia como para los demás países de la región, en vista de las innumerables posibilidades conceptuales, narrativas y tecnológicas que se pueden generar desde los procesos comunicativos transmediáticos desde la planificación de experiencias mediáticas más enriquecedoras.
El panel de invitados tuvo como conferencistas internacionales a Damián Kisner, director de Mediamofosis, y a Ricardo Andrada, guionista de webdocs interactivos, ambos de Argentina; asimismo, Suzy Sierra Ruiz, representante de la Sociedad Civil ante la Junta Nacional de Televisión de la ANTV y a Olga Castaño Martínez, representante de las Universidades ante la Junta Nacional de Televisión de la ANTV.
Usuarios hiperconectados y exigentes
Uno de los primeros temas de discusión giró en torno cómo en la actualidad las audiencias, en su mayoría, están hiperconectadas de una forma heterogénea, bien sea desde sus computadores, teléfonos inteligentes, tabletas o televisores inteligentes; por consiguiente son exigentes y buscan conectividad e interacción con los temas modernos, razón por la cual los medios tienen una gran responsabilidad para intentar satisfacer las demandas de los usuarios
Por otro lado, Suzy Sierra, de la ANTV, señaló que indefectiblemente la televisión pública está rodeada de una serie de paradigmas y barreras relacionadas con propiamente con la burocracia administrativa, que frena que se compartan sinergias entre quienes realizan, apoyan y financian televisión pública. De ahí que es fundamental que los temas administrativos no vayan en contracorriente con la narración de historias y las formas en que pueden ser contadas.
Paradojas del control narrativo
Es necesario recalcar, según indicó Ricardo Andrada, que en el preciso momento de derivar los contenidos e incorporarlos por diferentes medios, se da un fenómeno realmente paradójico: cada vez más contamos con mayor cantidad de herramientas para narrar, pero cada vez se tiene menos control sobre qué es lo que va a pasar con aquello que se va a narrar.
Dicho de otra manera, si hoy miramos la vida de cualquiera de nosotros, los puntos en los que recibimos comunicaciones o propuestas comunicacionales son muchísimos: el celular, la radio, la televisión, Internet, etc., es decir, quienes narran historias poseen una gran cantidad montón de herramientas para llegar a esas personas a la que les quieren contar una determinada historia.
Pongamos por caso los videos que se postean en Facebook, la mayoría se consumen sin sonido, por lo que ese fenómeno, deja a los narradores sin herramientas que se han considerado centrales en todo este tiempo; por lo tanto, surgen preguntas tales como: ¿Qué va a pasar con la música que se vas a utilizar para crear un ambiente sonoro?, ¿qué va a pasar con el diálogo cuando el grueso de la audiencia no lo está escuchando en la historia?
En consonancia con lo anterior, Andrada considera que los agentes de la comunicación audiovisual se enfrentan a un desafío muy grande, de ahí que es el momento ideal de replantear todas las certezas con las que se ha llegado hasta ahora, el momento de reaprender todos los oficios involucrados en los audiovisual y aprender a interactuar con personas de otros saberes que no tradicionalmente han formado parte del desafío de contar historias, personas del área de la tecnología, de la infografía y de aquellos que viven de la experiencia del usuario en los medios tecnológicos.
Cabe señalar que estamos en una especie de momento cero; cada día surgen nuevas formas de narrar más creativas y no se tiene la certeza hacia dónde van a ir mañana. Asimismo, hoy se presentan tecnologías muy novedosas, tal es el caso de la realidad virtual o la realidad aumentada. No sabemos a dónde va, no sabemos cómo se cuentan historias con esas nuevas tecnologías en las cuales la cámara es la cabeza del espectador. En conclusión, hay una cantidad de cambios y giros, en algunos casos “copernicanos”, que nos dejan frente a una gran incertidumbre, pero al mismo tiempo frente a un gran desafío, porque todo está por hacerse.
Selección de plataformas
Hoy en día, al momento de crear un contenido, previamente se puede elegir en qué plataforma se le va a hablar a la audiencia y, de ahí, enunciar algunas disquisiciones: el mensaje se va a “decir” por la televisión, a través de las redes sociales, y se va a esperar que la gente participe. Al mismo tiempo, si se entiende dónde está la audiencia y se le permiten propuestas de participación acordes a esos hábitos de consumo, probablemente hay más éxito, en lugar de persistir con un texto de la manera tradicional y “lanzarlo” en un programa de televisión todos los días y a una determinada hora.
Entonces ¿está la audiencia ahí? Tal vez está en determinadas horas del día, en lugares diferentes o tal vez esté en la televisión o en otras plataformas. Es así como empiezan a crearse contenidos que cruzan plataformas y narrativas y de eso habla la transmedia, contenidos que empiezan a contarse y narrarse en diferentes plataformas.
Quienes crean o escriben historias para llegar a audiencias masivas, deben elegir dónde y en cuál plataforma se va a contar la historia o qué parte de la historia se va a contar y cómo la gente va a interactuar, si desde un evento físico en vivo o en la televisión o un diario tradicional impreso. La estrategia principal es entender a la audiencia y discernir dónde está, para así verter los contenidos donde esa audiencia está.
Equipos de trabajo
Con el propósito de formar a las nuevas generaciones en transmedia y tener claridad de cómo se conforman equipos de trabajo Damián Kirzner advierte que hay un cambio muy grande, y es que los productores de contenidos tradicionalmente han contado con una caja de herramienta muy amplia.
Aunque para hacer televisión se cuenta con gente que sabe iluminar o ubicar las cámaras, sí es indispensable contar con un director o un sonidista; no obstante, para expresarse a través de diferentes plataformas hay otros saberes nuevos que deben incorporar en esa “nueva” caja herramientas, tal es el caso de los desarrolladores web, los community managers, los programadores, los desarrolladores de aplicaciones, productores de eventos en vivo, entre otros.
Para Kirzner es fundamental el papel de las universidades, pues estas deben empezar a capacitar a los nuevos comunicadores en estas nuevas herramientas; así que esto es un desafío, porque la realidad va mucho más rápida que la academia, la realidad es más dinámica.
Narrativa sin límites
Parafraseando a algunos escritores y teóricos, Suzy Sierra señala que los límites para las nuevas narrativas están en la mente, y considera que la estrategia transmedia surge como una salida de mercadotecnia para la televisión pública, los que significa situar al público en el centro de la narración, transportarlo y hacer que las historias que se relatan en la televisión pública permee su vida cotidiana. Al mismo tiempo, no necesariamente se necesitan equipos de realización robustos sino intencionados y direccionados hacia una labor compleja.
Sierra coincide con Damián Kisner en la formación de equipos interdisciplinarios y, simultáneamente con Ricardo Andrada en el sentido en que deben “reinventarse” los roles de los equipos de producción, puesto que muy probablemente quienes pasaron por la universidad hace unos años aprendieron una forma de hacer las cosas; así que el reto hoy es hacer las cosas de distinta manera, pensar que se puede cumplir roles distintos en los equipos creativos y que se deben incorporar nuevos personajes dentro de las dinámicas de trabajo.
Particularmente, es necesario establecer y articular un diálogo entre el narrador y la audiencia, y ello implica que haya esfuerzos enfocados sobre todo al análisis de los datos, con el fin de dilucidar a quién le estamos hablando y así conocerle y luego reconocerle. Sierra señaló que la ANTV inició unos ciclos de capacitación y de reflexión con los equipos de televisión pública, que tienden hacia ese objetivo.
Comunidades de seguidores
En cuanto a la importancia de disponer de comunidades alrededor de los medios de comunicación, para Damián Kirzner es fundamental constituir comunidades con las cuales interactuar y dialogar; sin embargo, se deben generar estrategias que permitan poder crear audiencias, para ello hay diferentes caminos estratégicos: uno de los principales es encontrarse físicamente, pues la televisión tiene que “bajar a la tierra”, tiene que generar eventos físicos.
Kirzner señala que los contenidos transmedia rompen la frontera de lo digital cuando se transforman en orgánicos, por consiguiente, cuando el usuario se encuentra con alguien orgánico, analógico, real, después de ese encuentro todo lo digital fluye mucho mejor, es decir, cuando un espacio como un canal de televisión invita a su audiencia en sus diferentes programas, con motivos genuinos e interesantes, a encontrarse en eventos físicos, crea audiencia, crea engagement, crea compromiso.
Por consiguiente, los medios audiovisuales deben promover ese encuentro, quebrar la linealidad audiovisual tradicional y cruzarse, encontrarse, y a partir de esos encuentros se concebir una comunidad activa. En resumen, en los desarrollos transmedia es muy importante, generar encuentro físico con las audiencias para crear fidelidad.
“Atrapando” audiencias
En la actualidad las audiencias son cada vez más escurridizas y cada vez más difíciles de captar, según Ricardo Andrada, son algo parecido a un matrimonio, algo a lo que hay que estar apostándole y recreando todos los días. Por ejemplo, con respecto a las redes sociales crecen y desaparecen con la misma velocidad.
En otras palabras, la pedagogía educativa y cultural es importante, sobre todos en esos jóvenes que no pueden recibir educación y, en el caso colombiano, sobre todo en la actual coyuntura del posconflicto, de ahí que narrar el posconflicto es muy importante para esas generaciones y, de hecho, ya se ha narrado mucho sobre la violencia, sobre el posconflicto de muchas guerras en distintas regiones del mundo.
En lo que respecta al caso colombiano, el maestro Enrique Buenaventura, por ejemplo, en Los Papeles del Infierno, la maestra es la que habla como víctima y ahora el Canal Universitario Zoom retoma la voz de las víctimas con la piel, el corazón y la mirada de los actores. Eso es maravilloso, es una posibilidad de entender y de entendernos, de sentir y de lograr que la gente se identifique y aporte en diferentes maneras y con diferentes propuestas.
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