Modelos 3D

Describiremos en este artículo algunos consejos útiles para un mejor aprovechamiento de la animación tridimensional respecto al formato final de presentación, ya sea video, cine o medios electrónicos. Para tal propósito dividiremos este artículo en dos aspectos principales: un primer conjunto de consideraciones técnicas, y finalmente, una serie de recomendaciones de tipo conceptual.

• Formato, tamaño y resolución final de la imagen

Ante todo, es necesario determinar cuál es el formato de destino para nuestra animación 3D: ¿Será mostrada en video? ¿En cine? ¿En DVD? ¿En Multimedia? Cada uno de estos formatos presenta su propia resolución y tamaño de imagen, y es de primer orden tener en cuenta esta información en el momento de realizar no solo el proceso final de rendering (que como ya vimos, no es otra cosa que el "dibujo" que hace el computador de cada uno de los cuadros de la animación), sino que también implica el diseño inicial de los objetos a ser animados y la planeación misma de los movimientos.

El formato de la imagen está determinado por la ventana de la(s) cámara(s) que utilicemos. En todo caso, si utilizamos más de una cámara para nuestra animación, es importante que las imágenes de todas ellas sean procesadas al mismo tamaño y resolución. Los formatos, tamaños y resoluciones más utilizados para los diferentes medios anteriormente nombrados son los siguientes:

Video / Televisión:

El formato NTSC generalmente presenta una proporción de 4 unidades de ancho por 3 de alto. El tamaño más apropiado en píxeles de la imagen (un píxel es la mínima unidad métrica utilizada en las gráficas de computador), deberá ser de 640 x 480, ó 648 x 486 píxeles: este segundo tamaño ofrece ligeramente una mejor definición. La resolución del render de la imagen final no será mayor nunca a 72 píxeles por pulgada, pues una resolución mayor no solo no es percibida por el ojo humano, sino que además nos crearía, innecesariamente, mayores tiempos de render y un mayor espacio ocupado en el disco duro para la película final.

El formato de la imagen en el estándar PAL guarda una proporción similar a la anterior, y el tamaño más utilizado de la imagen para el formato es de 720 x 576. Igualmente, la resolución final de la imagen será de 72 dpi ("dots per inch", o píxeles por pulgada).

El formato de 3D para cine y DVD más utilizado es la proporción 16 a 9. En el caso del cine, debido a la diferente naturaleza del soporte con relación al video (es bien sabido que el cine utiliza filme y procesos fotoquímicos, en tanto el video se almacena en un medio electromagnético), es importante aquí saber que necesitamos una mayor definición de la imagen. En términos más sencillos, para realizar animaciones 3D para cine necesitamos más píxeles que nos puedan dar una mayor cantidad de información y nitidez a la imagen. En este caso, el tamaño correcto sería de 1920 x 1080 píxeles, a 72 dpi.

En el caso del DVD, el tamaño puede ser menor: 1280 x 720 píxeles son las medidas apropiadas de la imagen.

El tamaño más utilizado en la producción de animaciones 3D para CD ROM y Web es de 320 x 240 (proporción 4:3). Sin embargo, con la –relativamente- reciente introducción del compresor MPEG para video, es posible realizar videos de tamaño total de pantalla que se ejecuten perfectamente en cualquiera de los monitores de los usuarios. Para este caso, es necesario realizar el render de la animación en un tamaño no inferior a 640 x 480 píxeles, igualmente a 72 dpi de resolución.

• Color

Si la animación final tiene como destino el medio video, es necesario utilizar colores seguros para broadcast, tal como en cualquier tipo de edición digital. Los colores excesivamente brillantes pueden, aparentemente, percibirse muy bien en el monitor de nuestro computador, pero en un televisor normal podrían aparecer "reventados" produciendo el clásico efecto de flicker. No obstante, los problemas de color pueden ser solucionados fácilmente a la hora del montaje digital: casi todos los paquetes actuales de software para edición no lineal (Media 100, Premiere, AVID, etc.), presentan filtros útiles para atenuar el brillo excesivo de los colores fuera de rango. Mediante la sencilla aplicación de uno de estos filtros a nuestra película final podremos obtener colores seguros para broadcast.

En el caso del Cine, DVD y Multimedia, es importante mantener control sobre el color, aunque este asunto no es tan crítico como en el caso del video. No obstante, para animaciones que vayan a ser distribuidas a través de cualquier medio electrónico, es clave saber que las animaciones deberán ser procesadas en un principio a millones de colores (24 bits o más de profundidad de color) para asegurar la mayor calidad cromática posible.

• Compresión

Existen esencialmente dos formatos de salida final: QuickTime y AVI, siendo el primero no solo el precursor del video digital, sino que generalmente ofrece una mayor calidad final en las opciones de compresión. Un render ideal (por no decir casi utópico) seria aquel que no utiliza ninguna compresión sobre la imagen. Sin embargo, es evidente que esta opción requiere de tamaños gigantescos en discos duros, lo cual no siempre está al alcance de todos los realizadores 3D. Para formato QuickTime, el compresor Animation es tal vez el que menos afecta la calidad final de la imagen, a un costo razonable, en términos de espacio en disco duro. En el caso del formato AVI, el compresor BMP es el más indicado si se desea preservar al máximo la calidad de la imagen.

De cualquier manera, cabe anotar aquí que las herramientas de hardware para edición (especialmente las tarjetas de salida y entrada de video) cuentan siempre con sus propios compresores particulares de imagen. Dichos formatos de compresión están optimizados para el mejor funcionamiento del video. Es importante, pues, documentarse con los manuales de software correspondientes para cada tipo de fabricante, y de ser posible, realizar los procesamientos finales de la animación con estos parámetros.

• Cuadros por segundo

La cantidad de cuadros por segundo (frame rate) de la animación también está necesariamente determinada por el tipo de formato de salida que escojamos. El video NTSC para televisión, al igual que el formato DVD, tienen un frame rate de 29,97 cuadros por segundo (fps), mientras que el video PAL tiene una tasa de 25 fps. Las películas creadas para cine deben realizarse a 24 cuadros por segundo. Finalmente, las animaciones creadas para CD-ROM o para la Web a menudo utilizan una tasa de 15 a 20 cuadros por segundo.

Más allá del medio de salida empleado, la animación 3D constituye, antes que una técnica, todo un lenguaje completo en sí mismo. Conviene entonces estudiar este lenguaje a través de la observación continua de realizaciones tridimensionales, ya sean historias completas o simples animaciones de tipo corporativo. Lo importante aquí, en cualquier caso e independientemente de los recursos técnicos que tengamos a disposición, es la creatividad.

1. Usted es el director. "Luces, cámara y acción", es tal vez la expresión común más asociada con los directores de películas, pero especialmente en el ámbito 3D, cobra una importancia especial. Usted tiene a disposición los objetos que usted cree puede modificar en apariencia y movimientos, puede iluminarlos como quiera y puede hasta hacer tomas desde perspectivas que serían imposibles en la realidad. Aproveche estos recursos y sus infinitas combinaciones. Piense ante todo que el 3D es un medio narrativo, como el cine, el video, la escritura o la música. Usted puede crear, por ejemplo, una narración compleja a partir de un mismo objeto moviéndose, pero captado consecutivamente por diferentes cámaras. O puede generar la sensación de diferentes horas del día variando sencillamente la iluminación.
2. Menos es más. Uno de los errores más frecuentes a los que se ven impulsados los realizadores de 3D es a saturar sus realizaciones con la mayor cantidad efectos, tal vez con el ánimo de lograr espectacularidad en sus resultados. Sin embargo, es de notar acá que en cuanto más efectos utilicemos no solamente se incrementan los tiempos de render, sino que corremos seriamente el riesgo de crear un producto saturado, efectista y poco claro para los espectadores. Cuando utilizamos demasiados efectos, ellos tienden a producir el efecto contrario: en vez de resaltarse, terminan anulándose visualmente. Utilice los efectos con cuidado, y tenga en cuenta que estos deben obedecer siempre a un concepto visual claro y determinado, no a un simple capricho. Por ejemplo, no conviene utilizar un efecto de motion blur (imagen borrosa en movimiento) en toda una película, sino que resulta más apropiado y más efectivo este tipo de filtro para aquellos pasajes en donde queremos resaltar la velocidad de un objeto.
3. Sorprenda al espectador. Piense siempre en lo que a usted, como espectador, le gustaría ver en la animación 3D que esté realizando, pero piense también en el tipo de cosas que el espectador nunca espera: un giro de cámara intempestivo, un movimiento brusco en una secuencia lenta, un cambio de iluminación en un momento determinado pueden ser cruciales para resolver una animación. Pero al igual que con los efectos, no abuse de ellos, pues los cambios drásticos y muy sucesivos pueden resultar distractores e ineficientes. Busque siempre planear sus animaciones a través de un StoryBoard, pero no lo utilice como si fuese una camisa de fuerza: muchas veces, durante el desarrollo de la animación, encontrará que las ideas que tenía al inicio son susceptibles de ser mejoradas…y si este es el caso, pues adelante!
4. Modele, modele, modele… e ilumine. Lograr la maestría en 3D es un asunto de práctica y tiempo, tal como cualquier disciplina. Comience por realizar modelos sencillos, formas geométricas básicas como una pelota o una caja de fósforos. En la medida que logre bien estos modelos con las texturas apropiadas, busque paulatinamente realizar figuras más complejas y articuladas. Encontrará que los objetos a menudo pueden ser resumidos como la combinación de figuras geométricas, y así mismo la misma estructura de los objetos le irá sugiriendo el tipo de movimientos que puede crear para los mismos.

Es importante también que experimente con la iluminación del objeto: no solo basta con tener buenas texturas, sino que la apariencia realista de las figuras se produce por la luz. A menudo conviene tener por lo menos 3 puntos de luz con diferentes intensidades, aparte de la iluminación ambiente. Si es necesario, un buen tip, es crear, inicialmente, los modelos en plastilina (no necesariamente texturados), y estudiar la forma como influye la luz en su aspecto.

Si usted logra un desarrollo notable en estos dos aspectos, tendrá resuelto el 75% de las técnicas del 3D.

5. Lleve un registro del proceso de su trabajo. Aparte del StoryBoard, conviene realizar renders continuos de su animación. Es preferible hacer procesos de tamaño pequeño como prueba para un efecto, un movimiento o un espacio, antes que terminar la animación y hacer el render final de una sola vez. Resulta más fácil hacer correcciones "sobre la marcha" del proyecto, y no al final de éste. De ser posible, almacene los más importantes, pues estas películas sirven como un "libro de bocetos" que le permitirán comparar paulatinamente los avances en su proyecto.