Nuestra formación como periodistas debe enfocarse en mover las entrañas e “incomodar” a la audiencia; ahí es cuando se está realizando la verdadera función de entender lo que está sucediendo. El miedo hay que sentirlo, y para mí se debe sentirlo y después superarlo.
Por: Luis Fernando Gutiérrez Cano y Luis Jorge Orcasitas Pacheco*
En esta entrega se presenta la entrevista realizada a la periodista Claudia Arango con quien se indaga sobre la metodología que posee para la investigación periodística para medios audiovisual, a partir de su vasta experiencia y su capacidad de entender a los protagonistas de sus historias, seres humanos que pueden afectarse si no se encuentra la forma adecuada de narrar sus historias.
Arango ha sido realizadora, productora, presentadora, asistente de dirección y directora, en diversos espacios audiovisuales como Infrarrojo (canal Teleantioquia) y el programa de investigación Periodísticos Telemedellín (canal Telemedellín).
¿Cuál ha sido su trayectoria en el ámbito del periodismo investigativo en Colombia?
Claudia Arango: Ha sido una trayectoria muy linda porque he ido creciendo en lo que a mí me gusta, que es contar historias para televisión como medio para lograr que la opinión pública pueda conocer sobre un determinado tema. Comienzo en el programa Por la Buenas emitido por el canal regional Teleantioquia, espacio de crónicas, enfocadas en lo bueno, dentro de una época donde la violencia en la ciudad de Medellín era el pan de cada día. Esta primera experiencia me sirvió para formarme como investigadora y para adquirir la sensibilidad que requiere el oficio. Luego, estuve en Infrarrojo también de Teleantioquia y actualmente investigo para Periodísticos Telemedellín.
¿Cómo se deben de enfrentar esos miedos para sacar adelante lo que está sucediendo?
Claudia Arango: Nuestra formación como periodistas debe enfocarse en mover las entrañas e “incomodar” a la audiencia; ahí es cuando se está realizando la verdadera función de entender lo que está sucediendo. El miedo hay que sentirlo, y para mí se debe sentirlo y después superarlo.
¿El periodismo investigativo tiene su propio método o se apoya en otros metodologías como la investigación científica?
Claudia Arango: Teorías hay las que ustedes quieran porque la academia está para brindarle a uno ese soporte y esa tranquilidad. En el camino uno va encontrando métodos propios y con el tiempo uno va creando su propia forma, estilo y manera de hacer las cosas. Yo siempre intento hacerlo todo bajo un cuadro sinóptico.
Cuando vamos a hablar, por ejemplo, de mutilación o ablación genital femenina, este sería el proceso: 1) saber qué necesito hacer para explicar el tema; 2) conocer el caso, es lo que yo llamo la “carnita”, es decir, la proteína de ese tema y es lo que me va a ayudar a ejemplificar, entender y poner en palabras reales lo que está sucediendo; 3) encontrar el protagonista del tema; 4) determinar quién me habla, es decir, si necesito un abogado, un médico o un psicólogo, entre otras disciplinas, que me ayude a entender las diversas perspectivas; 5) recurrir a la academia, para mí siempre es fundamental porque es como el bálsamo, no es ni la parte ni la contraparte, es el profesional que está investigando en esa área y; finamente, 6) identificar de la parte oficial qué entidades públicas han hecho algo por esa situación. Esto es una cuestión de disciplina, de escuchar mucho y de no “tragar entero”.
¿Qué lecciones aprendidas tiene para no afectar a quienes se escogen como protagonistas?
Claudia Arango: Es importante saber que detrás de cualquier historia hay un ser humano, que en muchos casos es parte de una tragedia; por ejemplo, sí se está reconstruyendo un pueblo, vale preguntarse entre otras cosas, por qué lo están reconstruyendo o quiénes se murieron allí. En tal sentido nos debemos poner en el lugar de esas personas.
Por otra parte, no podemos tergiversar el testimonio de un entrevistado dentro otro contexto para manipular, crear rating o controversia. Toda declaración se convierte en una editorial.
¿Cómo mantener los pies sobre la tierra y recordar que la historia no debe girar en torno al periodista ni responder a intereses empresariales o de un determinado medio?
Claudia Arango: Hay que pelear contra todo aquello que pretenda favorecer un objetivo específico, sea político, económico, religioso, social, llámenlo como quieran. Ahí hay un problema.
Usted ha ganado varios premios, ¿Qué han significado estos reconocimientos para la labor y para las empresas en donde ha estado vinculada?
Claudia Arango: En estos años de trayectoria he sumado algunos premios de periodismo, los cuales, si mal no recuerdo, son once en total. La mayoría son individuales y otros compartidos. Han significado compromiso.
Cuando gané el primero (Premio Simón Bolívar de Periodismo), lo primero que me dijo el colega Luis Alirio Calle fue: “¡Ay, Claudia, se embaló! Yo me quedé mirándolo y le pregunté ¿por qué me dices eso?, a lo cual me respondió: “ahora a usted la gente la va a medir por ese logro”.
En esa perspectiva, los premios ha sido algo que me ha obligado a reafirmarme en ser mejor.
¿Cómo surgen sus historias?
Claudia Arango: Algunas veces se originan del consejo de redacción, en otras, en cambio, yo he sido la propia creativa, obviamente escuchando siempre el equipo.
Dicho proceso de creación considera de suma importancia, ver televisión; por ejemplo, veo un documental en Discovery sobre el tema de la ablación genital y me pregunto ¿habrá ablación genital en Colombia? Me dedico a investigar y me encuentro que no es solo en África, sino que también en Colombia sucede.
Estamos hablando de prácticas en comunidades indígenas, a cuatro horas de Medellín, y ahí pienso que se debe hacer algo porque es una de las cosas más crueles que se le pueden hacer a un ser humano.
Del mismo modo, viendo televisión me encuentro con el alquiler de vientres y me pregunto si en la ciudad de Medellín se alquilan vientres. Consulto y efectivamente sí se alquilan, pero enseguida surgen las preguntas ¿quién? y ¿en dónde? Se averigua a través de abogado y se encuentra que hay un vacío en la legislación colombiana, y por el hecho que no estar prohibido, entonces puede decirse que está permitido. Así es como uno va contando historias y va evolucionando.
Otras historias nacen de cortes de prensa. Hace poco vi uno en el periódico El Colombiano de Medellín y en cuatro renglones decía que un joven de la ciudad era el mejor jugador de polo acuático en Brasil. Averiguo y sí, es el jugador más importante de Brasil.
Otras maneras de encontrar historias se dan a través de llamadas, de cartas o correos de los televidentes o de libros. Los sentidos ayudan a encontrar historias y estos con el paso del tiempo, se agudizan. Las historias están al lado de uno, son palpables y están próximas.
¿Qué ha aprendido de los protagonistas de sus historias y cómo hacer lectura de la información que estos suministran para hacerla más atractiva e interesante?
Claudia Arango: De los protagonistas de las historias se aprende mucho. Una manera que utilizo para abordarlos y permitir que se rompa el hielo entrevistado-entrevistador es hacer una buena lectura de los personajes. Muchas veces se encuentra a unos muy serios, entonces uno empieza y mira, ve un caballo sobre el escritorio, ve otro caballo en un cuarto y otro en la corbata, entonces uno llega y pregunta: ¿a usted desde cuándo le gustan los caballos? Esta pregunta hace que la actitud inmediatamente cambie y el hielo se rompa como mágicamente.
En ese sentido, hay que conversar con ellos e ir analizándolos; uno puede ir rompiendo el hielo que hay muchas veces con el personaje y, además, sirve para descubrir sobre la marcha aspectos que, en la reunión previa bien a través de un encuentro personal o telefónica, no pudieron descubrirse.
Lo anterior posibilitas que la historia cambie y salgan elementos nuevos, desde esa perspectiva, hay que tener los sentidos despiertos, principalmente escuchar lo que este está diciendo. Se debe oír y ver más allá, lo que implica estar muy atentos al contexto general de la historia que se desea narrar.
¿Qué opina de la censura a las que se ve enfrentado el periodismo, especialmente en los últimos tiempos en Colombia?
Claudia Arango: La censura en el periodismo ha sido histórica y ojalá esta no exista, por el bien del periodismo y del periodista. No obstante, hay que advertir otro tipo de censura, que considero que es más delicada y es aquella que yo denomino la autocensura. Hay que averiguar en qué consiste y cómo esta nos afecta, porque puede ser más delicada muchas veces esta que la censura del medio.
¿Cómo abordar el tema de la creatividad dentro del proceso de construir historias?
Claudia Arango: La creatividad dentro del proceso creativo parte de preguntas tales como ¿cómo cuento la historia?, ¿cómo no se ha contado?, o ¿cómo hago para hacerla distinta? Este es un tema muy desafiante.
En el primer aniversario del colapso el edificio Space, ubicado en unos de los sectores privilegiados de Medellín, surge la pregunta sobre cómo contar esta historia sin entrevistar a la misma familia, el drama de las demandas o ir al sitio y decir “aquí colapsó el edificio”. Estos hechos se convierten en elementos necesarios e importantes para este caso, pero ¿cómo hacer algo distinto cuando tengo el tiempo, el recurso humano y técnico para hacerlo. Nuevamente para este caso fue ver Discovery ID (Investigation Discovery) y encontrar una historia muy parecida a la que debía contar.
Muchas veces las cosas ya están inventadas, pero surge la inquietud sobre cómo las adapto según el caso y las vuelvo mías. Así fue cómo se contó la historia Space, el colapso de la ética. El 12 de octubre se conmemora un año del episodio que marcó un hito en la historia reciente de la Ciudad. El edificio Space colapsó y se llevó con él, la vida de 12 personas, y dejó damnificadas a un alto número de familias. Con la idea de recordar a las víctimas y de conocer quiénes eran, este documental se acerca a algunas de las familias, y a través de ellas, cuenta acerca de la vida de esos seres humanos sacrificados de alguna u otra forma, en este suceso. Un documental, dedicado a la vida y que hace un llamado a lo que muchos consideran la causa de la tragedia, de eso habla Space, el colapso de la ética (Arango & Uribe, 2014).
Junto a Federico Uribe, reconstruimos lo vivido el último día de algunos de los afectados, recurriendo a tres familias con las que tuvimos contacto: su voz y su relato, desde que se levantaron, salieron, comieron, entre otras acciones.
Justamente este programa fue reconocido y premiado. Lo que destaca el jurado fue la manera distinta como fue contado. Y miren que no era nada nuevo.
Con esta entrevista se espera que la opinión pública, logre percibir una visión más cercana, del papel que deben cumplir los periodistas, sus responsabilidades, deberes y compromisos con los ciudadanos, especialmente en estos tiempos tan difíciles que atraviesa esta profesión, no solo en Colombia también en el mundo donde, desde diferentes ámbitos, el periodismo es cuestionado. Esta entrevista tiene asimismo como foco que tanto periodistas en ejercicio como en formación, puedan hacer una profunda reflexión y que así, el ejercicio periodístico retome su rumbo para seguir siendo el medio que da voz a los ciudadanos.
*El PhD Luis Fernando Gutiérrez Cano y el magíster Luis Jorge Orcasitas Pacheco son profesores de la Facultad de Comunicación Social Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana. En este artículo cuentan con la colaboración especial de Paula Andrea Tilano Gómez, Andrea Cano Gaviria, Natalia Higuita Benítez y Juanita Cortés Saldarriaga, estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la misma universidad.
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