Internacional. Desde el invierno de 1922 se tienen registros documentales de los experimentos que venía realizando el inventor escocés John Logie Baird, quien utilizando el disco inventado por el alemán Paul Nipkow y un nuevo tipo de célula fotoeléctrica y un sistema de enfoque, desarrollados por él mismo, logró lo impensable, la transmisión de imágenes.
Recordó la Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, que los primeros experimentos no tuvieron mayor impacto, así que decidió trasladarse de la ciudad costera de Hastings a Londres. La historia resulta curiosa porque lo que comenzó como una atracción comercial para el almacén Selfridge’s de la capital londinense y que alcanzó amplia popularidad, terminó en una pequeña demostración privada, que patrocinada por el empresario Oliver Hutchinson, tuvo lugar el 26 de enero de 1926 en la casa del mismo científico. Dos días después, ocupó un espacio de crónica en la edición del Times titulada ‘Televisor’.
En 1927, fundó la Baird Television Development Company y consiguió el soporte económico suficiente para realizar en mayo de ese año la primera transmisión de televisión desde Londres hasta Glasgow. En 1928 la hazaña atravesaría el Océano Atlántico y transmitiría imágenes de Londres a Nueva York.
Datos curiosos
De acuerdo con una publicación de ABC ciencia, para patrocinar sus experimentos de televisión, el escocés se valió de otro invento: los calcetines químicamente impermeables, útil para los soldados de la I Guerra Mundial en 1917.
‘Stooky Bill’ es el nombre de la marioneta que usaba Baird en sus demostraciones.
Durante la II Guerra Mundial, el trabajo de Baird se concentró en el desarrollo de la televisión en color. El 16 de agosto de 1942 realizó la primera demostración pública de un tubo electrónico de tonalidades.
El sistema inicial de Baird se componía de sólo 30 líneas en vertical, con una repetición de 12,5 cuadros por segundo y una relación de aspecto de 3:7.
Baird es considerado uno de los científicos escoceses más destacados de la historia, junto a Alexander Fleming, y al físico James Clerk Maxwell.
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