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TV y eduentretenimiento

eduentretenimiento

El término edutainment es la combinación de dos palabras: educación y entretenimiento, que surge como respuesta a una crítica muy fuerte que se hace a principios de los ochenta a la televisión educativa.

Por: PhD. Luis Fernando Gutiérrez Cano y Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco*

El eduentretenimiento es un neologismo incorporado al español, derivado de la expresión inglesa edutertainment (edutenimento), que alude a espectáculo de variedades y a espacios radiofónicos o televisivos que tienen como concepción, fundamento y categorización, contenidos educativos basados en el entretenimiento (Américo, Chade de Grande y Tobgyal da Silva (2015).

Es decir, el empleo del concepto entretenimiento como experiencia comunicacional, en donde, mediante actividades lúdicas, se potencia el crecimiento del individuo, en aspectos como el comportamiento, el intelecto, el desarrollo motor, lo afectivo y lo sociológico que, en muchos casos, pueden influir en cambios sociales que emergen desde los propios ciudadanos (Mainer Blanco, 2006).

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Para Américo, Chade de Grande y Tobgyal da Silva (2015), aunque no hay un momento exacto del origen del término, ya en la década de los cuarenta se podían observar experiencias como las de Walt Disney en True life adventures, una serie de catorce largometrajes y cortometrajes documentales producidos entre 1948 y 1960. En ese ámbito, asimismo se distinguen documentales producidos por la National Geographic Society, en 1973, el Millenium Project de 1975 y, por supuesto, los videojuegos desarrollados en los ochenta.

Por otra parte, ya en períodos recientes, hay diversidad producciones enfocadas en el eduentretenimiento, incluso las telenovelas, en donde algunas se destacan por el abordaje de determinados temas de tipo social, familiar o político todo ello como resultado de la evolución de la tecnología, lo que ha merecido innúmeras reflexiones en diversos ambientes académicos.

Para reflexionar y profundizar sobre este fenómeno, hablamos con Gabriel Levy, quien nos ofrece sus puntos de vista, en relación con el desarrollo de los estatutos del eduentretenimiento en la actualidad y su complejidad en las prácticas y programas contemporáneos.

Gabriel Levy es docente, investigador y consultor. Trabajó en la Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, fue uno de los consultores para la implementación del Sistema Digital Terrestre, TDT, y ha participado en la construcción de lo que significa la televisión pública y la televisión privada en Colombia.

¿Puede considerarse al eduentretenimiento como una novedosa estrategia televisiva?
El término edutainment es la combinación de dos palabras: educación y entretenimiento, que surge como respuesta a una crítica muy fuerte que se hace a principios de los ochenta a la televisión educativa, que afirmaba que era muy aburrida debido a que se cometió el error de trasladar el aula de clase al medio televisivo, y consistía en un profesor parado frente a un tablero dictando su cátedra. Esto se consideró como tremendamente aburrido. La televisión surgió con la promesa de entretener, educar e informar.

Por lo anterior, una serie de creadores y realizadores audiovisuales, sociólogos y antropólogos llegaron al diseño y desarrollo de estrategias de televisión educativa entretenida. En México, por ejemplo, empezaron a emplear la telenovela como un mecanismo para educar, luego se replicó en Costa Rica y en Colombia con algunas experiencias muy novedosas.

En Estados Unidos se da la experiencia Discovery que revolucionó en su momento la manera de producir documentales, posteriormente se consolidó Natgeo e History Channel. Estos modelos han venido contando, de forma entretenida, experiencias universales desde la pantalla de un televisor como principio general del eduentretenimiento.

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Se plantea que cualquier formato audiovisual es válido para educar, es decir, se puede hacer un reality y este se convierte en una experiencia de eduentretenimiento. Un caso muy concreto es el reality educativo que hicimos estando en la ANTV como proyecto que nos presentó Telecaribe que se llamó El hermano menor. Este consistía en llevar a una cantidad de participantes a la Sierra Nevada de Santa Marta, con el fin de que aprendieran las costumbres de los pueblos originarios de la región. El hermano mayor es el nativo, quien le enseña sus tradiciones históricas, por lo que hay todo un vasto e impresionante conocimiento histórico ancestral y cultural.

Series de Estados Unidos como El precio de la historia, que enseñan historia a través de la venta de objetos, ¿pueden considerarse como eduentretenimiento?
Efectivamente. En Estados Unidos se convirtió en una corriente muy fuerte ante una crítica de la década de los ochenta que aseveraba que la televisión embrutecía. Hay una reflexión muy fuerte y una generación de padres prohíbe a sus hijos ver televisión porque existe ese dogma, entonces empiezan a crearse unos contenidos que, sin dejar de ser entretenidos, tienen el objetivo de educar, tales como El precio de la historia de History Channel o todos los documentales que surgieron de Discovery Channel.

Otro caso más sutil es The big bang theory, propuesta que surge dentro del contexto de la comedia tradicional norteamericana y cuenta con guionistas doctorados en física y química con el fin de garantizar que todos los conceptos que se presentan sean totalmente precisos. Entonces cuando uno ve The big bang theory y más allá de lo gracioso de Sheldon, Penny, Leonard, se están aprendiendo varios conceptos y teorías. Yo, por ejemplo, comprendí mucho mejor la teoría de cuerdas explicada con mucha claridad por Sheldon.

Esto nos hace recordar series como Grey’s Anatomy y Suits que surgieron porque querían contar un drama de médicos o de abogados y luego los verdaderos médicos y abogados se empezaron a quejar porque no eran correctos a la hora de desarrollar las temáticas y las ideas o situaciones.

Es cierto que se exceden en muchas series, sobre todo las de abogados o de médicos. En Colombia pasó con la serie Enfermeras, que tuvo muchas quejas de la asociación de enfermeras. Series como House son casos médicos diagnosticados de forma correcta y con altos estándares para enseñar medicina. En nuestro contexto, se crea una serie de televisión para desestimular las mulas y el tráfico de estupefacientes que es Alerta aeropuerto con Natgeo, una alianza entre las autoridades y los medios de comunicación. En términos prácticos es una manera de eduentretenimiento debido a que le explica a la audiencia los riesgos que corre cometiendo esa actividad ilícita, al tiempo que resulta entretenido para la audiencia conocer cada una de las historias.

En la televisión comercial colombiana algunas una serie de eduentretenimiento que se destacan es La venganza de Analía de Ana Piñeres Gerente - Productora Creativa y Ejecutiva en CMO. Ella es una persona formada en eduentretenimiento y ha hecho varias propuestas interesantes. En los canales públicos sí lo hemos promovido enormemente y hay muchísimos; por ejemplo, en Teleantioquia está Débora, la mujer que desnudó a Colombia, una miniserie que cuenta la vida y obra de Débora Arango o Déjala morir, emitida por el canal Telecaribe, que cuenta la historia de la Niña Emilia y su aporte al folclor caribeño.

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Series que han sido financiadas por el Fondos para el Desarrollo de la Televisión. Desde la ANTV hicimos el ejercicio de formar a los canales, productores y realizadores en los criterios y metodologías del eduentretenimiento, un modelo que sigue fortaleciendo hoy en día Mintic a través del Grupo de fortalecimiento a Medios Públicos, de donde han surgido grandes proyectos audiovisuales bajo esta premisa.

¿Cuáles son los criterios a tener en cuenta cuando se diseña un programa de eduentretenimiento?
El eduentretenimiento se tiene que plantear como una intención desde el principio. Hay que escoger el formato y definir ‒igual que como si se estuviera desarrollando un curso universitario‒, cuáles van a ser las competencias pedagógicas que vas a desarrollar: pueden ser desde la prevención de delitos, el conocimiento de una cultura o de una persona, de un momento o de hecho histórico, entre otros. Entonces, es definir claramente los propósitos a determinar: “después de que haya visto la serie, la persona va a entender y dimensionar cuál fue el papel que cumplió el general José María Córdova en la campaña libertadora en Colombia”. Se define todo como si fueran indicadores de competencias educativas.

En esa perspectiva, lo más importante es que el guion esté elaborado con un asesor temático experto en el tema y luego que este guion sea verificado y revisado por un par académico que tenga las mismas competencias en el tema. A partir de ahí, ya viene el rodaje y cuando se esté en etapa de posproducción, los mismos asesores temáticos deben estar presentes para garantizar que no se cometan errores en la edición, ya que puede cortarse, por ejemplo, un pedazo que es fundamental para comprender una situación específica del hecho histórico, personaje o lugar. Básicamente la principal característica del eduentretenimiento es la presencia permanente de los asesores temáticos.

¿El eduentretenimiento también crea líneas de poder, sentimentales?
Claro. Se pueden utilizar todas las estructuras narrativas convencionales tradicionales sin ningún problema. Propuestas como Matrix son de eduentretenimiento, pues este filme genera una reflexión respecto al riesgo de la inteligencia artificial y la no parametrización del poder que se le puede otorgar a las máquinas. Esta serie narrativa no renuncia a la violencia, al exceso de artes marciales e instrumentos narrativos que son muy comerciales, pero que en ultimas lo que está generando es una profunda reflexión. Yo puedo dar una clase de inteligencia artificial y sobre los riesgos, pero nadie me va a comprender tan bien esos riesgos como sí se aprecia en Matrix.

¿Qué otros casos de éxito se pueden referenciar?
En Netflix, por ejemplo, podemos encontrar casos de entretenimiento geniales, como House of cards (con excepción de las últimas dos temporadas), son un curso avanzando de Comunicación Política, en donde se puede comprender cómo se aprueba un proyecto de Ley, la manera cómo se producen los nombramientos… es decir, es una serie realista que detalla las dinámicas de la política de forma honesta y cruda, pero que al mismo tiempo recurre a los instrumentos de la narrativa tradicional como la violencia, la intriga y el drama.

Otro maravilloso caso del éxito es el Ministerio del Tiempo en Televisión Española, que narra en cada capítulo un episodio de la historia de España, a través de una historia muy entretenida.

En términos del espectador, él está aprendiendo y se está entreteniendo, ¿qué pasa en su cerebro cuando realiza estas dos actividades juntas?
La gente prende el televisor para entretenerse, la única excepción es cuando lo hacen para informarse en noticias. En esta dirección, el eduentretenimiento propone que la educación esté disfrazada de entretenimiento y que el hecho de aprender se convierta en un efecto colateral. Se busca que, por medio de estas narraciones, el televidente aprenda, casi de una forma experimental, el suceso que se les está presentando a través de otros. Es aprendizaje sin dolor.

¿Qué sigue ahora? ¿Surgirán nuevas concepciones televisivas?
Yo creo que desde la estrategia del maratoneo como consumo audiovisual que propuso Netflix, se rompe con ese esquema que venía proponiendo la televisión, de esperar al programa cada semana por un capítulo nuevo. Este hecho se convierte en un desafío debido a que la distancia entre la producción de temporadas puede ser muy larga, y luego que el televidente se vuelva a enganchar con ella suele ser difícil. En este momento el desafío que nos tenemos que plantear es, ¿cómo vamos a sortear una generación que quiere verlo todo ya?

Por otro lado, hemos visto una línea de producción serializada, como, por ejemplo, El robo del siglo, en donde cada capítulo tuvo un director y un equipo de producción distinto. De esa manera, lo único que había que coordinar en paralelo eran los actores porque lo demás estaba en serie.

Otro ejemplo de esto es Sense8, serie que se rodó en 4 y 5 países simultáneamente y eso abre el rumbo para que Netflix siga experimentando en formatos, pero no ha habido uno que marque tanto como lo hizo el reality en su momento.

En conclusión, el eduentretenimiento no solo sirve para la televisión, también hay ejemplos de aerolíneas que empiezan a desarrollar estrategias para la que los pasajeros sí presten atención y vean los videos de seguridad que ponen antes de despegar, y allí hacen uso del eduentretenimiento.

Reflexiones finales
El eduentretenimiento es una alternativa creativa e innovadora que abre un espectro más amplio para los programas de entretenimiento y que, según algunas experiencias exitosas, es efectivo en dos ámbitos, en apariencia, discordantes, como son la educación y el entretenimiento. Es evidente, que las audiencias se pueden entretener y educar de manera análoga, siempre y cuando la propuesta de eduentretenimiento tenga claros sus objetivos desde la propia concepción de la misma.

Es trascendental considerar que los avances tecnológicos constituyen una significativa contribución en el trayecto creativo de este tipo de propuestas; la convergencia mediática, Internet, medios de comunicación, videojuegos y dispositivos móviles, entre otros, son factores a considerar en experiencias innovadoras de eduentretenimiento, que al mismo tiempo hacen posible que este vaya ganando cada vez más terreno en las diversas audiencias, tal como señalan Walldén y Soronen (2004), porque, a partir de los diversos medios se pueden incorporar mensajes educativos en formatos de entretenimiento, es decir, es factible educar educar con métodos de entretenimiento.

Los creadores de contenido deben tener en cuenta que educar y entretener, forman un interesante tándem creativo, pero, asimismo, evidencian diversos estadios de complejidad, que deben ser tenidos en cuenta para pensar y proponer los programas de la actualidad.

*PhD. Luis Fernando Gutiérrez Cano y Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco, son docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana. En esta edición cuentan con la colaboración especial de los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana Valentina Herazo Benítez y Juan Camilo Hernández.

Richard Santa, RAVT
Author: Richard Santa, RAVT
Editor
Periodista de la Universidad de Antioquia (2010), con experiencia en temas sobre tecnología y economía. Editor de las revistas TVyVideo+Radio y AVI Latinoamérica. Coordinador académico de TecnoTelevisión&Radio.

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