La TV regional pública surgió en Colombia en la década de los ochenta con la creación del canal del departamento de Antioquia, Teleantioquia en 1985; hoy en día, con este son ocho los canales regionales públicos que operan en diversas regiones.
Mg. Luis Fernando Gutiérrez Cano*
Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco*
La programación de los canales regionales en Colombia se ha caracterizado principalmente por una oferta de espacios del género informativo (noticieros, documentales, reportajes y programas de debates, entre otros); asimismo por los programas de variedades (magazines), deportivos, culturales, musicales y humorísticos.
Hasta hace poco tiempo, los canales regionales poco habían explorado formatos relacionados con el género ficcional, entre otras razones por los altos costos de producción que estos demandan y a una industria audiovisual todavía en ciernes; no obstante, gracias al apoyo de entidades estatales como el Ministerio de Cultura, el Fondo para el Desarrollo de la Televisión, FDTV, y la ahora extinta Autoridad Nacional de Televisión, ANTV, los productores y realizadores de las distintas regiones de Colombia han podido incursionar en el formato ficcional serializado, con historias y personajes propios de las diferentes.
Por tanto, los telespectadores han podido disfrutar producciones de notable calidad como Déjala morir y Aníbal ‘Sensación’ Velásquez (Telecaribe), Débora Arango, la mujer que desnudó a Colombia, La primípara, La cuadra, DJ El Propio, La casa de colores y Con olor a Azucena (Teleantioquia), Tu corazón será mío (Canal 13), Cimarrona (Telecafé), Labels (Telepacífico), y El juicio de conde (Televisión Regional del Oriente, TRO).
Precisamente, para conocer más a fondo acerca del éxito de los dramatizados de los canales regionales, entrevistamos a Mario Mantilla Barajas, director de la serie El juicio de conde, recientemente estrenada en el TRO, con notable índice de audiencia en todo el oriente colombiano.
¿Cómo fue el proceso de realización de la serie El juicio del conde, ganadora de la convocatoria Nacional de la ANTV 2019, desde el origen de la idea hasta la culminación del proyecto?
Mario Mantilla: Nosotros estamos tratando de alimentarnos de esos personajes e historias curiosas que tenemos cerca en nuestra región y que nos parece que pueden tener también una posibilidad en un formato nacional y, en esa medida, pues siempre nos había llamado la atención el Conde Cuchicute, un personaje muy reconocido y referenciado en el departamento de Santander, especialmente en el municipio de San Gil. Siempre fue un personaje que me llamó mucho la atención y también al productor de la serie, Luis Fernando Orduz, y así empezamos un proceso de depuración de información. Qué tanto de esas historias acerca del personaje eran ciertos, qué tanto eran producto de la imaginación colectiva.
En ese proceso de investigación, después de preguntar a muchas personas y de escucharlas, encontramos la tesis doctoral de Juan Camilo Rodríguez, titulada El solitario, que nos sirvió para pormenorizar los datos, con fechas, recorrido de su vida, tal como había sido. De esa manera, encontramos una línea narrativa principal, distante de los biopics, y escogimos un momento específico en la vida del conde que es cuando decide interponerle una demanda a su hermano para que le devuelva unas propiedades, pues todas las propiedades que le había cedido años atrás a cambio de una pensión vitalicia.
La creación del proyecto llevó un proceso de casi tres años, desde cuando concebimos la idea hasta cuando se obtuvo el primer lugar en la convocatoria de la ANTV. Posteriormente vino un arduo proceso de realización, pues se trataba de una serie de época, y a partir de ahí, empezar a plasmar lo que ya veníamos trabajando, ahí entraron a trabajar el departamento de arte y producción muy unidos para conformar todo ese ambiente de una Bogotá de 1936 y de unas fincas de la propiedad de José María Rueda, Conde de Cuchicute, en Santander.
Para encarnar al personaje principal necesitamos un actor de carácter, de formación, y teníamos a varios actores en la mira. Finalmente, se escogió a Hernán Méndez, un gran actor de cine y televisión, quien apenas recibió el guion le encantó el personaje y lo entendió.
¿Cómo ve usted las narrativas que se están dando en las regiones de Colombia? ¿Cuál es el panorama Narrativo? ¿Qué ofrece la televisión regional al país?
Mario Mantilla: Lo que ofrece la televisión regional al país con todas estas series de ficción es un pedacito de identidad, todo esto va formando la identidad colombiana. Por supuesto que estas series que hemos visto en Telepacífico, en Teleantioquia, en Bogotá y, por supuesto, nosotros, es una forma de contribuir a que el país se mire desde diferentes ángulos, desde lo local. Por ejemplo, nosotros hicimos Pienta, una serie épica que ayudó a potenciar y a volver la mirada Santander Entonces, nos estamos redescubriendo como nación a través de estas series de ficción.
Más allá de las historias de esos personajes muy reconocidos en las diferentes regiones, ¿qué otro tipo de temas se pueden narrar desde la región?, ¿qué otro tipo de narrativas podría aportarle la región y los canales regionales a Colombia?
Mario Mantilla: Eso es algo que me ha venido dando vueltas en la cabeza hace un tiempo y es un poco la representación de las ciudades en lo cinematográfico, en lo audiovisual en términos generales, fíjate como tiene uno una imagen cinematográfica de Nueva York, de Roma, de Ciudad de México, de Londres, incluso de Río de Janeiro, Buenos Aires, y es por las películas. Esto me parece a mí muy interesante y podríamos desde las regiones trabajar también dándole énfasis a la locación. Incluso Santander se está vendiendo como un gran escenario pues por toda esa geografía exuberante que tiene, pero si me lo preguntas personalmente yo estoy trabajando más en el sentido en esa representación de la ciudad a través de lo audiovisual. Y para eso sirve cualquier tipo de género.
Otro. Asunto es no quedarnos en algo costumbrista, sino que de todas maneras nos veamos como una partecita del mundo donde pueden suceder historias románticas, de acción, donde pueden suceder diferentes tipos historias para desarrollar. En eso creo que también podemos aportar. De todas maneras, la fuerza de lo local está en sus historias, toca encontrar esas historias maravillosas que se vuelven universales y que las tenemos a la vuelta de la esquina.
Mario, ¿es factible a corto, mediano o largo plazo que el género ficcional de televisión regional pueda consolidarse justamente como uno de los contenidos fundamentales en la televisión regional?
Mario Mantilla: Sí, totalmente. Un diagnóstico que se hizo en el canal TRO en el 2012, arrojó que en un 80 % la parrilla de programación estaba conformada por formato de no ficción y la mayoría de ellos periodísticos, magazines, noticieros, informativos, programas de opinión. Nosotros hicimos Pienta en el 2014 y tuvo el primer lugar en el rating en abril del 2015, cuando se presentó como forma de maratón. Eso significa que la ficción sí tiene cabida, por supuesto, y empezaron a surgir otros tipos de series históricas, sobre todo en ese momento que era lo que estaba apoyando la Autoridad Nacional de Televisión.
Es un proceso. Comenzamos con miniseries, cinco capítulos, posteriormente subimos, como es el caso personal, de 8 a 10 capítulos, que es como una especie de estándar de estas convocatorias nacionales. Se siguen presentando todos los años proyectos, y se realizan series, que eso ha movido también la industria en las regiones.
Por otra parte, considero que, si las políticas nacionales de apoyo a la industria audiovisual continúan, esto no tiene por qué parar; al contrario, se deben seguir examinando formatos y también explorar series web, que de por sí ya se están haciendo, lo que falta es cómo encontrarle también ese lenguaje propio.
¿Cómo fue la recepción de la audiencia Santandereana, caso particular ustedes que están en Bucaramanga con el TRO, frente a estas series de ficción?, ¿es probable que en las regiones se puedan consolidar las producciones ficcionales y que se vuelvan cotidianas en las parrillas de programación de los canales regionales?
Mario Mantilla: Te puedo hablar por digamos por algunas mediciones que tengo de mi producto. No tengo mucha referencia de los otros productos de ficción, pero como decía, Pienta, que se pasó un lunes festivo en forma seguida una tarde de abril del 2015, tuvo el primer lugar de sintonía por encima de los noticieros y en horario que no era prime. Esto demuestra que sí hay audiencia para este tipo de formato.
Por ejemplo, este año que pasamos El juicio del conde en los diferentes canales de la televisión pública en Colombia, en Señal Colombia todos los días marcábamos dentro de los 15 primeros programas de la televisión pública; alcanzamos a llegar al cuarto lugar, que para nosotros es un éxito muy grande; no obstante, seguimos perdiendo contra los noticieros nacional pero vamos avanzando y a mí me parece que hay que aplicar muy bien el lenguaje televisivo ahí de todas maneras, por lo que hay que estudiar muy bien el lenguaje televisivo para series de televisión y de esa manera, estoy completamente seguro, que la ficción superará a los informativos que siguen siendo y, con toda la razón, los líderes de la audiencia porque la gente quiere estar informada de lo que pasa en su localidad, pero sí hay que seguirlos revisando, apoyando y trabajarle más a las estructuras dramáticas para televisión.
A propósito de la programación y promoción, lo financiero, ¿cómo se puede analizar?
Mario Mantilla: Lo ideal es que no solamente se dependa de los estímulos del gobierno nacional para poder hacer producción de ficción, sino que también la empresa privada vea en este medio de expresión una oportunidad. Uno entiende que la empresa privada tiene unos objetivos comerciales y que el Estado tiene como misión unos objetivos muy definidos, es decir, considero que deben seguir los estímulos es una forma que las regiones se vean representadas y que se identifiquen como un elemento valioso de la identidad nacional, pero algún momento tenemos que ya volar y hacer que los productores logren entusiasmar a las empresas privadas para que inviertan en estos productos.
Igual, debe haber una serie de estímulos, no como lo hace la Ley de cine, me refiero algo para aquellas empresas que participen en programas de televisión de ficción y que se decidan, por lo menos en los primeros años, a participar económicamente, que entiendan que también es una industria muy bonita, muy interesante y estimular también la publicidad. Sin embargo, si lo miran desde un punto de vista económico, hay que entender que esta es una industria de riesgo. Si vamos a invertir, vamos a vender una serie, y hay que invertirles a buenos escritores, buenos directores, buen equipo de producción, grandes actores, al arte, a las locaciones, y eso se vuelve también una industria interesante.
¿Cuál considera usted que son los puntos fuertes de la producción regional en el ámbito de ficción y cuales los puntos débiles a mejorar?
Mario Mantilla: Esta es una industria que apenas comienza en las regiones, por lo tanto, hemos tenido que superar; primero, la profesionalización en muchas áreas técnicas que lo han logrado ya varias universidades, varias instituciones técnicas, y en la actualidad ya esa generación que cinco, ocho o diez años atrás eran estudiantes, ahora son verdaderos profesionales, con una técnica que a uno lo sorprende. Esa es una fortaleza, todo este proceso.
De otro lado, hay otras áreas que implica la realización audiovisual, que siempre son susceptible de mejorar; por ejemplo, en la actuación, tenemos una tradición de buenos actores de teatro, las universidades tienen unos grandes directores y han formado interesantes muchachos, pero es diferente el paso del teatro a lo audiovisual, llámese cine o llámese televisión. Nos faltaría en el campo audiovisual tener más formación en la actuación para la cámara.
Y desde el punto de vista de la industria, hay que trabajar mucho en la promoción, distribución y comercialización de estos productos. Por lo general la gente que impulsa los productos audiovisuales, que son los creadores de historia, a veces quedamos contentos con que podamos desarrollarla, realizarla y ahí nos quedamos; los productores deben tener muy claro que no solo son las tres etapas de producción, sino que son más. Se debe invertir en la promoción, la comercialización y la distribución.
En nuestro caso, con El juicio del conde, uno de los grandes premios que tuvimos es el de tener los derechos de autor de esa serie, entonces nosotros estamos en estos momentos, que ya se exhibió, por compromiso lógico con el sistema público de televisión en Colombia, en ese proceso de comercialización, tratando de que se puede distribuir para plataformas digitales y para otras televisiones públicas de américa latina. Es algo que estamos haciendo un poco más empíricamente.
*Los magister Luis Fernando Gutiérrez Cano y Luis Jorge Orcasitas Pacheco son docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
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