Cada vez que una nueva tecnología llega, la primera cosa que hacemos es usarla mal, después mejoramos. En lugar de repensar lo que es posible y transformar la industria, usamos consistentemente para embellecer lo que ya hacíamos antes.
Tom Jones Moreira*
Hemos visto esto muchas veces con nuevas medias. Los primeros programas de radio leían grandes titulares, los primeros programas de TV fueron teleplays con cámaras direccionadas para los lectores, hasta los mismos websites hoy en día reproducen a la manera pasada anuncios de papel. (¿Cuántas veces ha visitado un sitioweb de supermercado y se parece al folleto que está allí en su puerta todo amasado por el perro?)
Se habla mucho de la disruptiva arquitectura de los dispositivos OTT y su fuerza sobre el modelo de negocio actual de las TV´s, sean abiertas o cerradas (cable, satélite etc.).
El OTT puede venir embebido desde el Playstation Vue, Xbox 0NE, Tv conectadas o el Slingbox y ahora Amazom Prime y también el famoso Netflix. Estamos todos viendo una nueva gama de ofertas que deben cambiar la manera como vemos TV para siempre.
Sin embargo, un vistazo sobre estos nuevos servicios rápidamente revela una laguna en el conocimiento y como, hasta ahora, muchas empresas no han podido entender que el comportamiento de las personas y sus expectativas cambiaron. Esto significa una gran oportunidad perdida. El movimiento de transmisión por streaming no es de interés de los laicos, a la gente no le importa cómo las cosas llegan hasta ellas. Ellas no se preocupan con la pantalla que está encendida, ellas apenas se preocupan con la experiencia.
Más a menudo de lo que se piensa, no vamos hasta el contenido, lo mismo viene a nosotros – por sugerencia de amigos o algoritmos amigables, en la forma de feeds o auto-playing.
En este contexto, dos elementos fundamentales de la arquitectura de elección del canal de TV son irrelevantes para el futuro, pero aún son usados como principios organizacionales para decisiones de billones de dólares.
El comportamiento contemporáneo no es consumir noticias directamente desde un editor - prácticamente nadie navega en homepage de los periódicos, (este tráfico continua su declinación precipitada). La mayoría de la gente lee esto desde otro lugar. ¿Cuántos de nosotros nos encontramos leyendo uno periódico impreso de alguna forma esta semana? Nuestra relación ya no es más con un editor, es con el artículo, o como un agregador de noticias que nos llevó hasta aquél artículo.
De la misma manera, en la música nosotros no navegamos hasta el sitioweb de nuestra compañía discográfica favorita, porque amamos bandas o músicas, no amamos a las compañías discográficas.
Usamos aplicaciones como el “spotify” que extraen todas las músicas y nos dejan navegar por género, por banda o lo que nos es sugerido por un amigo o nuevamente un algoritmo amigable.
Lo mismo vale para la TV, con excepciones de contenidos notables, no vemos a canales, vemos a espectáculos, a series. El papel de los canales de televisión se está convirtiendo en irrelevante, aunque sean relevantes para la financiación de programas que amamos.
Hagamos una analogía simple, hoy las compañías discográficas distribuyen sus “artistas” para el número máximo de radios que logren y generan ingresos con esto. De esta manera, las compañías discográficas son generadoras de contenido para las radios. Y muchas radios tocan las mismas músicas.
De la misma manera, ¿porqué no podemos tener canales de TV siendo generadores de contenido para diversos medios de distribución como: Netflix, Hulu, Amazon Prime etc.? (Así como las compañías discográficas hacen con sus bandas y artistas) y siendo remunerados por los mismos. O sea, los canales de TV necesitan verse como lo que realmente son: ¡Generadores de Contenido!
Hay una iniciativa (aunque embrionaria), donde vemos varias aplicaciones de canales siendo lanzados como agregadores de sus propios contenidos, como por ejemplo el FOX Play, Telecine Play, Globo Play, y así sucesivamente.
Si bien no parece, es también una manera de malo uso de la tecnología (de la misma manera que los primeros programas de radio que apenas leían grandes titulares) tomar la idea de canal de TV y reproducir como una aplicación, es una solución para problemas de una era más primitiva que vivimos hoy.
¿Quién desea ver TV seleccionando en Apple TV, o en Chromescast 50, aplicaciones de canales de TV? Esto sería lo mismo que abrir el Spotify y seleccionar la aplicación de la compañía discográfica Virgin desde una pantalla con 50 otras aplicaciones de música.
¡Esto no tiene ningún sentido hoy!
Hoy el contenido Prime de la TV son los eventos en vivo y el periodismo, todo lo demás pueden ser vistos fuera de una parrilla de programación. ¿Y por qué no ser visto en dispositivos diferentes, por distribuidores diferentes? (la respuesta todos sabemos, el modelo de negocio).
Esto obliga también una nueva arquitectura para los Guías Electrónicos de Programación, el EPG, hoy muestra canales verticalmente en una escala de tiempo irrelevante. ¿Por qué un contenido sólo puede ser visto en aquél horario, en aquél día y no cuando desear? Es el contenido que importa, ¿correcto?
Y si la emisora fuera remunerada por el contenido visto y por la audiencia del contenido (como es el modelo actual del Youtube, que remunera sus “canales” por visualización). El EPG necesitar pensar en este cambio, y tener la “inteligencia” de ofrecer contenidos desconectados de la emisora (canal de TV). Cuando usted hace una búsqueda por Rock en Spotify, el algoritmo no se importa si la banda pertenece a esta o aquél compañía discográfica, pero si pertenece al género musical que el usuario está interesado, poco importa la compañía discográfica. El EPG debe ser capaz de tener esta misma indiferencia y hacer la búsqueda del género de comedia en todos los canales que proveen este género en sus contenidos.
El EPG no puede más estar preso al tiempo y a los canales, él debe ser un algoritmo amigable de sugerencia de contenidos y búsqueda de los mismos.
Con excepciones de noticias, deportes o eventos únicos como la final de la Copa del Mundo, Olimpíadas, etc. el tiempo ya no tiene más nada que ver con la parrilla de programación.
El nuevo mundo de la TV, tiene que estar desagregado del tiempo, quitado de los paradigmas de apps que copian la misma idea de la TV analógica para el mundo de stream sin límites.
Nuestros hábitos de visualización se convirtieron más extremos, oscilando entre el clip ultracorto de 20 segundos de una abeja tirando clavos de una pared, o el aplastante fenómeno de los maratones de 12 hasta 20 horas vendo series como Narcos o Black Mirror, que Netflix también nos ha acostumbrado.
Una nueva manera de ver TV
Estamos en medio a era digital, pero vivimos con el legado de sistemas analógicos.
Con los Canales de TV lentamente reconociendo la importancia del stream y internet, debemos adoptar nuevos pensamientos y arquitecturas.
Necesitamos que la pantalla principal de la TV sea una barra de búsqueda. Una barra que extraiga el contenido de todos los proveedores en los cuales tengo registro (o que estén disponibles, pudiendo así ofrecer contenido pago, o sin costo relevante a mi perfil).
Necesitamos que se priorice el contenido sin anuncios sobre el anuncio financiado.
Necesitamos de contenido 4K sea priorizado sobre el contenido HD y lo mismo sobre el SD.
Necesitamos de un botón Live TV en este mismo EPG.
Necesitamos que se muestre lo que a nuestros amigos les gustan ver.
Necesitamos compartir en Facebook el gol de nuestro equipo, en el momento que se sucede, con un simple botón del control remoto.
¡Necesitamos urgentemente de "Spotify " para la TV!
Al seleccionar un show, debemos recibir sugerencias de contenidos parecidos para seguir.
Nuestros telespectadores, se convirtieron a teleparticipantes, y solicitan que todo el contenido sea conectado, desean seleccionar una estrella de TV y ver todo el tipo de informaciones sobre ella en la pantalla de la tableta o del teléfono móvil celular (segunda pantalla).
Ese teleparticipante desea hacer un clic en un escritor y descubrir más sobre él.
Desea que su control remoto pueda ser un centro de control para todo el contenido.
Estos requisitos están transformando radicalmente la manera que vemos TV, pero todavía necesitamos liberarnos del paradigma analógico y hacer una TV Disruptiva, que pueda responder a algunas preguntas:
¿Cuándo la TV se convierte en vídeo? (¿Cuándo la emisora se convierte en proveedor de contenido?)
¿Cuál modelo de negocio atenderá a las masas y a los anunciantes? (un modelo de negocio disruptivo no excluye anuncios, al contrario, los convierte a más accesibles a una audiencia comprometida).
Cuando el caos actual terminar, un maravilloso paisaje nuevo surgirá... El futuro es increíble, pero necesitamos librarnos del pensamiento perezoso y del malo uso que estamos haciendo de nuestras tecnologías.
*Tom Jones Moreira es especialista en Sistemas digitales, con experiencia de más de 15 años en el mercado de Telecom. Hace parte del Foro SBTVD: Módulo de Promoción y Módulo Técnico, y miembro del Directorio de Enseñanza de la SET. Hoy se desempeña como coordinador de Ingeniería de Aplicaciones de Tecsys de Brasil. Puede contactarlo a través del correo electrónico [email protected]
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