Las transmisiones de video impecables y confiables son esenciales para capitalizar la oportunidad de crecimiento del OTT.
Juanchy Mejia*
El consumo de contenido OTT (video por demanda a través de internet) ha venido aumentando de forma continua en todo el mundo, y América Latina no es la excepción. Según un informe de ResearchAndMarkets, las suscripciones globales tanto de televisión de pago como de SVOD (contenido de video por suscripción) alcanzarán los 1.877 millones en 2023, las suscripciones de SVOD aumentarán en más del doble entre 2017 y 2023 y la televisión de pago tradicional solo agregará 94 millones de suscriptores.
En cuanto al contenido OTT en vivo, el deporte es un motor de crecimiento clave en la mayoría de las regiones del mundo. Según cálculos de PwC, el 91 por ciento de los fanáticos de los deportes se suscriben a la televisión de pago para tener acceso a los juegos en vivo, de hecho, el 82 por ciento de los suscriptores declaran que reducirían su suscripción si no la necesitaran para disfrutar de los eventos deportivos en vivo.
Los consumidores tienen una gran cantidad de opciones cuando se trata de elegir un proveedor de servicios de video. Si el contenido que están viendo no está desprovisto de errores, pueden cambiarse fácilmente a otra oferta. Los espectadores de hoy esperan la misma calidad de la transmisión de video que con las transmisiones tradicionales, lo cual genera la necesidad fundamental de monitorear permanentemente las aplicaciones de VOD (video bajo demanda) y OTT en vivo. Debido a este buen flujo de ingresos para las programadoras, los propietarios de contenido y los proveedores de servicios, la calidad de las ofertas OTT debe ser impecable y sin fallos. Esto podría ser un factor fundamental para determinar si tienen éxito o no en el mercado del OTT.
La dificultad de la transmisión
Hay una serie de desafíos que las programadoras y los proveedores de servicios, en la región de Latinoamérica, y de hecho en el mercado global, enfrentan al transmitir contenido OTT de alta calidad y sin errores. Uno de ellos tiene que ver con la complejidad y el volumen. El OTT es mucho más complejo que los flujos de trabajo de la transmisión lineal.
A diferencia de la transmisión convencional, que tiene formatos estandarizados, el mundo del OTT es fragmentado y está cambiando todo el tiempo. Para atender la amplia gama de dispositivos con distintos tamaños de pantallas, el contenido OTT debe transcodificarse a múltiples formatos de transmisión y codificarse con distintos esquemas de protección DRM (gestión de derechos digitales).
Debido al gran número de variantes que atienden, y a otras nuevas variantes que entran en juego todo el tiempo, las programadoras y los proveedores de servicios tienen que procesar una gran cantidad de contenido OTT, lo cual aumenta la posibilidad de ocurrencia de errores.
Otro desafío es la fluctuación del ancho de banda. La calidad del contenido y el ancho de banda cambian constantemente según la congestión de la red. Durante los eventos en vivo, por ejemplo, cuando la audiencia aumenta, la escalabilidad puede ser un problema. La creación de flujos ABR (velocidad de bits adaptable) requiere mucha planificación, más infraestructura y genera mayores costos de transmisión.
Además, el entorno OTT siempre está fluctuando. Los cambios en los métodos de producción y transmisión de video aumentan el caos. Hay elementos del ecosistema OTT (a saber, servidores de origen, redes de distribución de contenido (CDN), servidores de borde de red) que no existen en el flujo de trabajo de la transmisión lineal. Con tantas variables que intervienen en el proceso de transmisión de contenido, se hace más difícil identificar los errores en la calidad.
También hay una falta de control del contenido OTT. En comparación con los métodos tradicionales de distribución de video, que operan bajo una red exclusiva y controlada, el video OTT se transmite a través de Internet, que es una red no gestionada. La falta de control sobre el canal de transmisión hace que sea más difícil para los proveedores de servicios garantizar la calidad del contenido una vez que éste ha abandonado su red.
Finalmente, los problemas que surgen en directo deben solucionarse en tiempo real, lo cual puede resultar todo un desafío. Durante un evento en vivo pueden ocurrir errores con la transmisión de audio o video en cualquier punto del flujo de trabajo, desde la recepción de la señal en la camioneta de unidad móvil hasta la transcodificación, el cifrado, el empaquetado y la distribución.
Si la transmisión de video se paraliza o se detiene durante una transmisión en vivo, los espectadores pueden perderse para siempre un momento importante en un juego en vivo. Por lo tanto, en el mundo del OTT en vivo, los propietarios de contenido y los proveedores de servicios deben resolver los problemas de video y servicio en tiempo real, o corren el riesgo de perder espectadores.
Por qué son importantes el control de calidad y la supervisión de extremo a extremo
Los proveedores de servicios a menudo no saben qué está sucediendo en cada una de las fases del ciclo de vida de un servicio, por lo que solo se dan cuenta cuando sus aplicaciones no funcionan, o por qué no funcionan, cuando comienzan a llegar las quejas. Por consiguiente, terminan siendo reactivos en lugar de proactivos. Este tipo de garantía de servicio no puede existir en un entorno OTT. Eso es lo que hace tan importante un monitoreo, integral y de alto rendimiento, del control de calidad.
¿Cómo es el monitoreo integral de control de calidad en el contenido OTT?
En lugar de monitorear solo una etapa del flujo de trabajo del contenido OTT, como lo hacen muchas soluciones, el control de calidad y la supervisión integrales del OTT permiten resolver los problemas de calidad desde el principio al realizar verificaciones de control de calidad y monitoreo desde la captura hasta la transcodificación, pasando por el empaquetado, el servidor de origen, la red de distribución de contenido (CDN) y la transmisión.
Gracias a un método integral que permite brindar una garantía total del servicio, los operadores pueden comprender mejor lo que está sucediendo con su flujo de trabajo OTT. El control de calidad y la solución de monitoreo se pueden parametrizar para que estén en línea con diferentes necesidades de monitoreo en diferentes etapas, con alertas e informes personalizables y herramientas de solución de problemas. Contar con una solución de control de calidad y monitoreo que se pueda implementar en la nube y en las instalaciones brindará mayor flexibilidad.
¿Qué aporta esto?
Si tienen una solución de monitoreo confiable, escalable y unificada, los proveedores de servicios pueden hacer más eficientes los flujos de trabajo OTT. Uno de los principales beneficios es que es posible visualizar de forma centralizada la garantía de servicio. Un sistema de monitoreo de extremo a extremo permite visualizar todo el flujo de trabajo, con sondeos en cada paso. Una combinación de sondeos y paneles de control inteligentes permiten a los proveedores de servicios tener una visualización centralizada de su servicio OTT, lo que les permite hacer ajustes sobre la marcha.
Una solución integral también garantiza la individualización del problema. En una cadena de contenido normal para la transmisión de OTT, cada uno de los pasos del flujo de trabajo puede ocurrir en una ubicación diferente. Por ejemplo, la transcodificación y el CDN pueden estar en dos lugares distintos, lo que dificulta la localización precisa del origen del error. El sistema de monitoreo proporciona datos inteligentes que indican dónde está ocurriendo el problema y qué medidas correctivas deben tomarse.
Una buena solución de monitoreo verifica que no haya problemas en cada una de las etapas del flujo de trabajo, entre otras, el cifrado, y se integra con todas las tecnologías de cifrado disponibles para garantizar que el contenido sea adecuadamente decodificado.
Mientras que los sistemas de monitoreo tradicionales están limitados por la capacidad del hardware, una solución de monitoreo basada exclusivamente en un software que se puede implementar en la nube garantizará que los proveedores de servicios puedan realizar actualizaciones tecnológicas rápidamente y satisfacer los siempre cambiantes requerimientos del entorno OTT y adaptarse rápidamente para brindar soporte a las tecnologías futuras.
Conclusión
Con el auge del video OTT, las programadoras y los proveedores de servicios de Latinoamérica tienen una gran oportunidad de rentabilizar el contenido. Es difícil aprovechar esta oportunidad si no se ofrece una alta calidad de la experiencia (QoE) a los usuarios finales. Al mismo tiempo, garantizar una transmisión de video impecable que cubra una amplia gama de dispositivos es un desafío para los proveedores de servicios.
La necesidad de herramientas de monitoreo con una arquitectura versátil que les permita adaptarse a este entorno es en este momento una parte esencial del sector del contenido OTT. Al eliminar los errores del contenido OTT en todo el flujo de trabajo, el control de calidad integral y el monitoreo ayudan a las programadoras y a los proveedores de servicios de la región a ofrecer a los espectadores en todas las pantallas un servicio de calidad confiable y consistente, al tiempo que abren la puerta a una mayor rentabilización, permiten mantener y aumentar el número de suscriptores y aumentar los ingresos para obtener un mejor retorno de la inversión.
*Juanchy Mejía es director de ventas de Interra Systems para el sudeste de los Estados Unidos y América Latina.
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