Los cambios en el consumo audiovisual pueden abrir una amplia gama de nuevas amenazas de seguridad.
Tim Pearson*
Ya sea que sea un operador D2C o un proveedor tradicional de televisión de pago que busque lanzar su propio servicio OTT, hay una pregunta muy importante que debe hacerse: ¿cómo puedo asegurarme de que mi contenido esté protegido en el mundo hiperconectado de hoy?
Contrariamente a la creencia popular, el simple uso de DRM múltiple ya no es suficiente, por lo que la industria se está moviendo más allá para abordar las amenazas de seguridad conocidas y emergentes.
La razón de este cambio es que la industria de la televisión de pago está cambiando rápidamente. El creciente número de dispositivos habilitados, como tabletas, teléfonos y televisores conectados, son parte de la vida cotidiana de los consumidores y están alterando fundamentalmente cómo y dónde ven el contenido que les encanta.
Como resultado, los servicios de transmisión por suscripción se están convirtiendo cada vez más en el método de consumo de elección. Según Digital TV Research, ahora se espera que las suscripciones globales de SVOD aumenten a 1.161 millones en 2025 y aumenten en 170 millones solo en 2020 debido a COVID-19.
A medida que estos servicios OTT y D2C crecen en popularidad, los proveedores de servicios se están alejando de la relación tradicional de operador punto a punto y decodificador, que puede abrir una amplia gama de nuevas amenazas de seguridad. Dichas amenazas existen a lo largo de la cadena de valor y crean un ecosistema mucho más complejo que requiere un enfoque más sofisticado para proteger las vulnerabilidades que los piratas están tratando de explotar.
Los ataques de piratería regulares y dirigidos no solo tienen un efecto inmediato a través del contenido robado, sino que también impactan los ingresos a medida que los suscriptores abandonan por los servicios piratas ilegales. Es prácticamente imposible para los operadores de TV paga competir con servicios pirateados gratuitos o significativamente más baratos. Esta es la razón por la cual los operadores exitosos están reconociendo estas amenazas de piratería y están creando una estrategia de seguridad integral que va más allá del simple DRM múltiple.
Si bien Multi-DRM proporciona un nivel básico de protección para los servicios de transmisión OTT, debe considerarse como una línea de base desde la cual construir. Aborda la amenaza a la seguridad del contenido, pero el lado del servicio, que tiene una superficie considerablemente mayor en el mundo actual de transmisión que en un entorno de transmisión tradicional, sigue siendo vulnerable, por lo que abordar esto es tan importante como proteger el contenido en sí.
Además, a medida que los propietarios de contenido comienzan a exigir el uso de ciertas herramientas, como la marca de agua, para garantizar que su contenido sea seguro antes de otorgar la licencia, invertir en una estrategia de protección de servicios se vuelve aún más importante para el futuro de los proveedores de servicios.
Los proveedores de OTT y D2C deben trabajar dentro de este entorno complejo, protegiendo el contenido, los servicios, los consumidores y la entrega de contenido. Es por eso que contar con un conjunto de herramientas integral, adaptable y escalable de soluciones debe ser parte de una estrategia de seguridad integral. El mejor enfoque es una protección de transmisión activa que proteja tanto el contenido como el servicio y sea fácilmente adaptable, puede escalar para cumplir con los requisitos del negocio y mantener el ritmo de las demandas de seguridad en constante evolución.
Por ejemplo, con la protección de transmisión activa y tomando la DRM múltiple como línea de base, los proveedores pueden incorporar una solución de marca de agua para proteger el contenido en sí, mientras usan una plataforma de seguridad centralizada para garantizar un conjunto completo de capacidades en redes de transmisión e IP que pueden protegerse contra otras amenazas como el intercambio de credenciales.
Para proteger aún más el servicio, los operadores también podrían integrar servicios antipiratería para identificar fugas y tomar medidas para mitigar el riesgo de pérdida, como las eliminaciones y los mensajes de aviso al dispositivo final. Y, para garantizar que se tomen las mejores decisiones comerciales, se pueden agregar herramientas de datos y análisis para informar de manera efectiva a las partes interesadas del negocio a nivel ejecutivo y operativo para garantizar que toda la organización sea sólida y protegida.
Más allá de la protección de contenido tradicional, las empresas también deben ser conscientes de los riesgos que surgen con una mayor virtualización y el impacto que tiene en la infraestructura de TI más amplia. Los piratas están trabajando para atacar el punto más débil de cualquier red y, para muchos proveedores, ese es el hogar de sus suscriptores. Tener una estrategia de protección de servicios implementada no solo protege el contenido, sino que considera que la amenaza cibernética más amplia ayuda a proteger a toda la organización.
Si bien Multi-DRM sirvió bien a los organismos de radiodifusión tradicionales durante muchos años, ahora necesita una gama de tecnologías adicionales para funcionar como parte de una estrategia de seguridad integral para proteger tanto el contenido como el servicio completo.
La creación de una estrategia integral puede llevar tiempo e inversión, sin embargo, no hacerlo podría dejar a su negocio, contenido y clientes en riesgo de piratería y ataques de seguridad cibernética. Los operadores deben usar este tiempo ahora para evaluar y analizar de manera efectiva su estrategia de seguridad y trabajar para construir un entorno de transmisión seguro y protegido.
*Tim Pearson es director sénior de marketing de productos de Nagra.
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