Argentina. No se necesita un presupuesto de millones de dólares para triunfar en grande en el circuito de festivales de cine. El cortometraje independiente argentino La Novia de Frankenstein (septiembre de 2015) es prueba de que los proyectos de bajo presupuesto pueden volar muy alto.
Ivana, el personaje principal, pasa el verano en Buenos Aires trabajando para una empresa que alquila apartamentos a extranjeros, y convierte su rutina laboral en una compleja red de amor y mentiras. Escrita con gran habilidad y bellamente filmada, La Novia ha sido seleccionada y presentada en eventos como el Festival de Cine de Locarno, el Festival Internacional de Cine de Viena, el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, el Festival de Cortometrajes de São Paulo, el Festival de Cine de Milán, el Festival de Cine de Nueva York, el Festival de Cine Internacional de Leeds y el Festival del Instituto de Cine Americano. Y para esta combinación de cine clásico y comedia las críticas han sido excepcionales.
El cineasta independiente argentino Francisco Lezama es el cerebro detrás del proyecto, y parte de su visión incluía la asequible cámara Blackmagic Cinema 2.5K para la cinematografía de la película. Francisco se familiarizó con cámaras Blackmagic a través de su trabajo en el prestigioso Museo del Cine de Buenos Aires. Al experimentar con diferentes ideas para La Novia, se dio cuenta de que el tamaño compacto de la cámara y su tacto orgánico eran más que adecuados para la película.
"Quería que el estilo de filmación fuera realmente personal", dice Francisco. Esto significa, que haya pocos pasos entre el director y la cámara, y entre la cámara y los actores. Que no haya distancia. Estás allí mismo dentro de la escena. La cámara Blackmagic Cinema es perfecta para este propósito."
Francisco trabajó en estrecha colaboración con su co-directora Agostina Gálvez para obtener la menor distancia entre la cámara y los actores de La Novia. También era importante para ambos directores utilizar la luz natural cuando fuera posible para lograr el aspecto deseado. De hecho, a menudo se eligieron los lugares en base a la cantidad de luz natural que obtendrían y cómo se vería al capturarla con la cámara Blackmagic Cinema. Deseaban evitar lo artificial a toda costa. Y cuando se le pide describir la apariencia que estaban buscando lograr con la producción, Francisco responde con una sola palabra: orgánica.
"La cámara Blackmagic Cinema produce una imagen muy estética, incluso con poca luz", explica Francisco. "El alto rango dinámico de la cámara nos facilitaba filmar fácilmente bajo la luz natural que preferimos, dando como resultado una sensación más orgánica, ya que no necesitábamos de un montón de iluminación áspera y artificial. Nos fue posible capturar el aspecto cinematográfico perfecto para una película independiente. Y debido a que es tan compacta, hizo que el rodaje con nuestros actores fuera muy natural y nos ayudó a establecer una conexión con ellos".
Borrando los límites entre ficción y realidad
Francisco y Agostina crearon un guión con un acercamiento personalizado. La historia fue escrita alrededor de sus actores argentinos con el fin de mezclar ficción y realidad. Al echar un vistazo a las características y gestos de los actores, Francisco y Agostina desarrollaron los personajes a la medida de cada uno para agregar aún más realismo.
"Queríamos que la película tuviera un estilo casi documental y muy centrado en cada momento", recuerda Francisco. "Hay algo en el cine latinoamericano contemporáneo que funciona muy bien con este método documental, y esta estética está estrechamente relacionada con las cámaras pequeñas. Todo el rodaje fue diseñado para adaptarse a los elementos disponibles. Por ejemplo, en lugar de instalar un sistema de iluminación, íbamos a nuestras locaciones para pasar un largo rato evaluando la luz natural para poder determinar el mejor momento de grabación".
"Tuvimos que hacer muchos cambios en la marcha bajo la presión del momento, y estamos agradecidos de tener una cámara que nos permitió la libertad de hacerlos", afirma Agostina. "La libertad es esencial para nosotros cuando se rueda una película tan realista, y la cámara Blackmagic Cinema la hizo posible debido a que es increíblemente portátil. Por ejemplo, nos dimos cuenta más tarde de que algunas de las escenas que rodamos en un principio simplemente no funcionaron. Pero podríamos filmar de nuevo fácilmente más adelante, ya que no teníamos un gran equipo ni una complicada puesta de luces que volver a montar. Gracias a la cámara de cine Blackmagic, nada de eso fue necesario. Además, porque estábamos rodando en HD, el material no ocupaba demasiado espacio, lo que habría requerido descargar continuamente lo grabado, interrumpiendo el flujo de las escenas. Realmente no podríamos haber hecho esta película con una cámara diferente".
Francisco añade que "Cada vez que queríamos hacer un cambio, como ajustes de la posición de la cámara, pudimos hacerlo. No había que bloquear la energía de la actuación y podíamos mantener el ritmo del rodaje y luego editar."
Desde el comienzo del rodaje, ambos directores descubrieron que sus actores preferían trabajar frente a la cámara Blackmagic Cinema, sobre cualquiera de las otras cámaras de producción utilizadas en el proyecto. La cámara Blackmagic era discreta y mucho menos intimidante. Cuando estaban actuando, lo hacían como si no existiera una cámara de filmación frente a ellos.
" Filmamos una escena en la que un actor está caminando de regreso a una casa", dijo Francisco. "Esto no fue una escena coreografiada o prevista, y él ni se dio cuenta de que estábamos rodando debido a lo pequeño de la cámara. Simplemente cruzó la calle y la escena resultó muy real al capturarla. Cosas como esta pasaban cada rato en el set".
Los actores de La Novia estaban muy dispuestos a improvisar, lo que les permitió desempeñarse con lo que Francisco llama "la verdad en la actuación." Blackmagic hizo que todo fuera mucho más fácil para el elenco. Los actores a menudo comentaron lo cómodos que se sentían, y en general, el ambiente era relajado, como en el concepto original de Francisco y Agostina. Era fácil mantener el ritmo, y si tenían un cambio de último momento, todo lo que tenían que hacer era mantener la cámara Blackmagic Cinema grabando continuamente.
El trabajo de laboratorio
El elenco se divirtió tanto durante la filmación que a menudo la cámara no se detenía, capturando así la espontaneidad de los actores, lo que le da a la película una apariencia más genuina. A pesar de que esto aumentaba la cantidad de material en la sala de edición, los editores no tenían que preocuparse por la calidad. Ya tenían el aspecto que buscaban.
"Habíamos planeando pasar mucho tiempo haciendo la corrección de color, pero no resultó necesario y logramos acortar el tiempo de postproducción de la película", dice Agostina. "Queríamos una apariencia específica y la cámara Cinema nos la proporcionó. Los coloristas tuvieron que retocar muy poco".
Los co-directores decidieron no evaluar cada plano por separado, si no hacerlo en conjunto cuando todo el material estuviera en la sala de edición. Muchas veces dejaron que el material se uniera por sí solo para crear un flujo que no habían imaginado antes. "Nuestro método no es decir, 'Esta escena es buena, esta escena es mala', porque uno siempre se sorprenderá de cómo encajan juntas, y de cómo el grano digital Blackmagic cambia tu percepción", afirma Francisco. "Existe flexibilidad para cambiarlo todo."
Cerrando la brecha
Hoy día, un pequeño equipo bien unido y con un bajo presupuesto puede producir exitosamente material de calidad al nivel de un festival de cine, una posibilidad emocionante para los cineastas. Francisco y Agostina esperan que La Novia de Frankenstein sirva de ejemplo para los que no están seguros de hacer la inversión en un proyecto.
"Mi pasión es preservar el cine clásico, pero sobre todo, soy director de cine porque me encanta crear con este arte", cuenta Francisco. "Con Blackmagic, el proceso creativo se hace más fácil. Si quieres hacer algo comercial, puedes hacerlo. Si quieres hacer algo más cinematográfico, puedes hacerlo también. Todo es cuestión de lo que puedas imaginar con la cámara".
"Hay una gran brecha entre las películas de muy alto presupuesto y las de presupuesto muy bajo, y no parece haber nada en el medio", concluye Agostina. "Blackmagic puede cerrar esa brecha, ya que sus cámaras son asequibles, y sin embargo producen una imagen hermosa, muy personal. Esto va a ayudar a todo tipo de realizadores".
En el futuro, Francisco planea realizar un largometraje utilizando cámaras de cine Blackmagic. Por el momento, Francisco y Agostina continuarán viajando por el circuito de festivales con La Novia de Frankenstein, y esperan obtener algunos premios más. Y con su ética de trabajo, el éxito de La Novia es sólo un comienzo.
"Lo más importante al crear arte es que la imagen tiene que estar conectada a tu propia estética", concluye Francisco. "Una estética implica pensar de manera diferente. No se trata únicamente de la técnica. Eso es lo que la cámara Blackmagic hace posible. Debido a que es tan pequeña, alcanza una conexión incomparable con tu relato, y las posibilidades son enormes".
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