Soplan vientos de cambio en el universo de la captura, la edición y la reproducción de imágenes en movimiento. Por estos días, todos hablan de HD.
Pero, a diferencia de lo que venía ocurriendo durante los últimos años, ya no sólo se habla de HD sino que cada vez, con más frecuencia, se lo está implementando. "Para nosotros fue una sorpresa: hemos vendido en un año nueve sistemas HDTV", afirma Domingo Simonetta, presidente de SVC, distribuidora oficial de Avid en Argentina. El sistema de composición y edición Nitris ha sido la principal estrella con ocho implementaciones, mientras que también ha tenido éxito el Media Composer Adrenaline.
Por esto las productoras y emisoras, en mayor o menor medida, comenzaron a hacerse la pregunta clave: "¿Cómo modifica la introducción de HD mi flujo de trabajo?". "Es un cambio de concepto", puntualiza Simonetta. "Es una forma de trabajo muy diferente", completa Héctor Goldín, presidente de Maxim Software, distribuidor de Apple en Argentina, especializado en soluciones de video.
El primer punto por analizar para responder a esta pregunta parte de la etapa del proceso en la que se incorporará el HD. Y aquí hay que diferenciar dos industrias: la del broadcasting y la del cine.
La primera se ve de cierta manera ‘forzada’ a realizar el cambio. De hecho, para las emisoras de televisión, la migración a HD es, más que nada, un avance tecnológico. Por esto no sorprende que estén trabajando en armar esquemas de forma tal que el flujo de trabajo sea HD "de punta a punta", esto es, desde la captura hasta el producto terminado.
Aunque también es cierto que, por una cuestión de inversión inicial en equipamientos, muchos han optado por trazar un esquema combinado. Este consiste en hacer la edición offline en SD, mediante una conversión. Las copias offline se hacen a través del doblaje de un downconverter, que pasa el material de un deck HD a uno SD.
Lo cierto es que, de una manera u otra, los canales de televisión tienen que empezar a definir nuevos flujos de trabajo que incorporen HD. "De todas formas, los canales son más ‘víctimas’ que ‘dueños del negocio’ en todo este proceso", afirma Simonetta, para quien la ganancia recaerá en los operadores de cable (que podrán agregar a su oferta servicios premium de alta definición por un pequeño plus en el abono mensual) y los fabricantes de televisores (que comenzarán a renovar su base instalada con receptores HD). "Además, como los televisores HD bajaron de la barrera de los US$500, ya se convirtieron en productos que pueden ser adquiridos en los mercados latinoamericanos, ampliando las posibilidades de que se empiecen a difundir estos receptores", concluye el directivo de SVC.
No se hacen la película
La industria del cine, a diferencia del broadcasting, muestra más barreras para incluir HD en sus flujos de trabajo. "Para la televisión, HD es tan sólo un sistema de mayor resolución, mientras que para el cine significa cambios en todas las estructuras".
"En realidad, el fílmico aún es mejor que HD, aunque este último resulta más económico", afirma Simonetta, para luego recordar que "de todas formas, la resistencia no está relacionada tanto con la calidad de los productos como por las costumbres históricas de trabajo".
Y no sólo se trata de costumbres. El mundo del cine tiene mucha inversión colocada en tecnologías anteriores, así como gente con mucha carrera en sus espaldas. En este segmento, lo más común por lo pronto es un esquema de captura en fílmico, pasaje a HD para la posproducción y salida también en fílmico. "No puede decirse que sea perfecto en cuanto a calidad, pero sí que es muy bueno", asegura Goldín.
Este método, sin embargo, puede constituir una interesante puerta de entrada para que los participantes de la industria del cine rompan mitos y prueben todo lo que HD ofrece. "Decididamente, el esquema fílmico-HD-fílmico es una buena manera de introducir HD entre las productoras cinematográficas y, de hecho, lo están haciendo muchos clientes de Nitris", explica Simonetta.
Una alternativa por la cual la industria del cine puede llegar a adoptar HD en América Latina la constituye el dinero. La relación de costos de producción entre un sistema y otro es de 10 a 1, estima Simonetta. "De todas formas, apenas estamos en la primera generación de HD, por lo que va a haber una fuerte lucha y gran resistencia. Luego sobrevendrá una segunda generación en la que la lucha será más débil y una tercera generación que adoptará HD como si nunca hubiese existido otra alternativa", describe el presidente de SVC.
"Es cierto que hay que incorporar cámaras, lentes, editores y hasta una nueva forma de trabajar, pero todo eso se irá haciendo poco a poco, a medida que el usuario final detecte que está bajando sus costos al mismo tiempo que incrementa la calidad", concluye el ejecutivo.
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