En medio del pánico que me produjo la investigación para este artículo, decidí hacer una evaluación de mi archivo personal de discos CD-R. No usé un método riguroso, no ofrezco una muestra representativa ni aspiro a establecer puntos de referencia, pero encontré resultados consistentes en un paquete de 140 discos, dentro de los cuales encontré 11 con problemas de lectura.
Para la evaluación utilicé una PC bastante corriente, equipada con Windows XP y un drive nuevo de marca ampliamente conocida. Cada disco fue sometido a dos pruebas: copiado de su contenido mediante el sistema operativo y posterior análisis con CD-Check, una pieza de software que permite ubicar archivos corruptos en discos de cualquier tipo. Me pareció pertinente establecer un ciclo de trabajo que permitiese descartar fallas de la unidad lectora por uso intenso o aumento de temperatura. Por eso limité la evaluación a paquetes de cinco discos con tiempos de "descanso" no inferiores a 20 minutos. La mayoría de los discos evaluados están almacenados en estuches plásticos, aunque unos treinta han pasado varios años apilados en spindles.
Encontré lo siguiente:
- 9 de los 11 discos que fallaron son discos "genéricos". Los dos restantes pertenecen a una marca muy conocida.
- La mayoría de los discos que fallaron fueron "quemados" a velocidades superiores a 16X, y ninguno tiene más de dos años.
- Los discos más viejos de mi colección datan de 1993. Ninguno de estos discos presentó problemas de lectura.
- Un dato que puede resultar útil: 10 de los 11 discos que fallaron pudieron ser leídos completamente utilizando software diseñado para recuperación de datos registrados en medios con problemas. Mi conclusión tras este proceso es la siguiente: voy a empezar a replicar los discos que realmente me importan. ¡Once de 140 equivalen a casi 8 %!
Piezas de software utilizadas para esta evaluación:
CD-Check v. 3.1.0.1 gratuito para uso no comercial) www.elpros.si/CDCheck/
IsoBuster v. 1.6 (versión limitada para uso gratuito) www.isobuster.com
Deje su comentario