Recuerdo cuando, en los años ochenta, en el mercado del software para procesamiento de palabra había múltiples jugadores. WordPerfect tenía una gran tecnología y buena participación de mercado. Había desplazado a Wordstar, que se mantenía en la pelea, y entre otros jugadores, aparecían Microsoft Word y hasta Volkswriter. El invento de las "suites de oficina" y la migración a la plataforma Windows cambiaron las reglas de juego. Hoy, si acaso StarOffice pretende ganar algo de participación, pero el mercado dominado por Microsoft es bastante aburrido.
Espero que esto no ocurra en el mercado del software de edición no lineal. La competencia entre Avid, Apple, Pinnacle, Adobe, in-Sync, Canopus, Incite, en mercados profesionales, y de Thomson, Sony, Leitch y otros, en mercados de broadcast, ha favorecido el desarrollo de productos muy completos y cada día más accesibles al grueso de la industria.
Algo similar ocurre en los campos de los servidores de video y de las cámaras. La recesión mundial que golpeó duramente a los fabricantes de equipos para televisión y video, no afectó de manera significativa la competitividad del mercado, aunque algunos se quedaron en el camino y otros se fusionaron para capear el temporal. Lo cierto es que la consolidación de empresas en mercados competitivos es un proceso natural y saludable, siempre y cuando no lleve a monopolios.
El campo de las baterías y fuentes de energía para aplicaciones ENG y EFP –tal como lo reseñamos en esta edición– es quizás uno de los que más se han consolidado. Sin embargo, el dominio de los dos fabricantes principales se ve desafiado no por un nuevo competidor que los imita, sino –como suele suceder– por un cambio de paradigma posibilitado por la aparición de nuevas tecnologías. Es el caso de las celdas de combustible. Si el marcado acepta esta propuesta, se les abren las puertas a decenas de empresas que investigan y desarrollan alternativas viables a las baterías tradicionales.
¿Cómo reaccionarán los jugadores establecidos ante las nuevas reglas de juego? La historia nos muestra casos exitosos así como rotundos fracasos. De la capacidad de estas empresas para entender los cambios y del timing que tengan para emprenderlos, depende su supervivencia.
La industria de la televisión y el video se enfrenta a múltiples cambios tecnológicos o a la consolidación de recientes innovaciones. Los próximos años serán de cambios de paradigma que afectarán la forma en que desempeñamos nuestra profesión. Siga con nosotros y verá que esto será más fácil.
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