¿Puede la antipiratería volverse demasiado costosa?

A mediados de los años ochenta visité una compañía de cable en Conneticut. Estaba allá para resolver unos problemas de comunicaciones que tenían con su sistema de direccionamiento. En el mostrador de atención al cliente, una persona se acercó y preguntó si podía devolver su decodificador. Decía que se estaba mudando y que ya no lo necesitaba. Cuando puso el dispositivo en el mostrador, noté un agujero cuadrado de unos tres centímetros. El representante le preguntó qué había pasado y el cliente argumentó que no sabía, que seguramente se había caído del televisor. El representante aceptó la explicación y cerró la cuenta, tal como el cliente lo solicitaba. Más tarde, revisando la caja, descubrí lo que sospechaba, alguien la había modificado para activar todos los canales codificados.

Puede sonar algo ridículo hoy en día, pero eso fue hace bastante tiempo. Las medidas antipiratería hoy son mucho más seguras y, al mismo tiempo, bastante mas costosas. Quizás podríamos haber construido las cajas en titanio reforzado de manera que fuera más difícil abrirlas. Pero esto habría hecho las cajas demasiado costosas. La seguridad contra el robo de señales puede variar desde muy barata y poco segura hasta ser muy costosa y segura. De manera que la pregunta es ¿puede volverse la antipiratería demasiado costosa para mi negocio? Obviamente, la respuesta es sí.

La parte más cara de una operación de cable o banda ancha inalámbrica está relacionada con el equipo CPE (Customer Premise Equipment), o lo que se refiere a los decodificadores (STBs, por Set Top Boxes) para recibir e interpretar los canales. Cada cliente que quiera recibir canales codificados de video, necesita un STB para poder verlos en su televisor. La codificación de video es la manera más básica de asegurar que los servicios sean recibidos por los clientes. En una escala de prioridades, los servicios de video son la primer fuente de ingresos, seguidos por servicios de audio y datos y finalmente, servicios interactivos. Todos estos servicios deben ser protegidos de alguna manera. La codificación es el principal método.

El costo de ofrecer un servicio, para el operador del sistema, puede variar entre 30 y 50% de la factura mensual del suscriptor. Este dinero es el que se transfiere a los proveedores de programas y productores originales. El dinero que queda es lo que amortiza las operaciones del operador, incluyendo mantenimiento, reparaciones y reemplazo de los equipos, y el salario de los empleados. Tal como mencioné antes, el mayor costo es el de los equipos CPE. A un operador le puede costar entre 3 y 10 años pagar un préstamo contratado para adquirir estos equipos. De manera que hay que considerar muchos factores al decidir el tipo de equipo CPE que se compre. Una vez se determine el quipo CPE, se pasa a considerar los equipos de cabecera o el equipo codificador.

Tipos de piratería

Cuesta mucho más un equipo más seguro que otro que no lo es. La cuestión es ¿Cuál elegir? Esto depende básicamente del nivel de piratería o robo de señales que usted estima tener. La mayor parte del robo de señales, y la que hace más daño, está en conexiones ilegales. Esto ocurre cuando alguien se conecta al sistema de cable sin que la empresa lo sepa. En el caso de sistemas inalámbricos, se instala una antena receptora o un plato para recibir la señal sin autorización. Las conexiones ilegales permiten ver las señales y canales básicos que aunque a veces se llaman gratuitos, son pagados por el cable operador.

Un segundo nivel de piratería es la decodificación de señales codificadas y aseguradas. Este método es mucho más complejo y más caro. Un pirata de este tipo tiene que crear un dispositivo o modificar un STB para decodificar la señal. El ladrón puede incluso pagar por la señal gratuita sólo para recibir la señal básica y luego instalar el dispositivo ilegal con el cual decodifica los canales premiun. Es importante entender que este es un tipo de piratería “más costosa” para el delincuente.

Cuanto más difícil la decodificación de un servicio, más caro será para el pirata robarlo.

En determinado momento será más costoso robar señales que pagar por ellas de manera legal. Aquí estamos considerando sólo los que llamamos “piratas comerciales”. Aquellos que desarrollan métodos y dispositivos para robar señales y revenderlas buscando una rentabilidad. Están también los “piratas curiosos” donde caen ingenieros muy creativos pero mal guiados que crean dispositivos para robar señales pero solo para ver si son capaces de hacerlo. Si estos dos se juntan, el cable operador tiene un gran problema.

Los “piratas caseros” son gente que se conecta ilegalemte a un sistema para tener un servicio gratuito. Estos son vistos por los piratas comerciales como su mayor mercado.

Para encontrar un equilibrio entre la seguridad de los servicios vendidos a los suscriptores y el nivel de inversión en equipos de seguridad, se pueden considerar los siguientes puntos:

A. Porcentaje de servicios vendidos:

1. Servicio básico
   
2. Canales premiun de TV
   
3. Canales adultos
   
4. Servicios interactivos o pague por ver
   
5. Acceso a internet u otro servicio de datos.
   

B. Exposición estimada a la piratería.

C. Disponibilidad de ancho de banda.

D. Costos de seguridad.

En el caso de los servicios vendidos, los canales básicos son el principal objetivo de los piratas. La mejor protección es codificar todos los canales. Esto requeriría que los suscriptores tuviesen un STB en cada televisor. Un sistema típico puede llegar a tener un 30% de los hogares con un segundo televisor. Esto significa que se necesitaría un mayor número de STBs pero con un menor nivel de codificación.

Los canales adultos los enumero de manera separada porque ellos requieren una codificación diferente de tal manera que implique un total ocultamiento. Una preocupación con respecto a estos canales es que niños pequeños pueden percibir imágenes que no deberían ver incluso cuando están codificadas. Al igual que con los canales de adultos, los servicios interactivos y de pague por ver, suelen constituir un porcentaje menor de la base de suscriptores. Esto hace que sea difícil justificar el aseguramiento de todos estos canales con equipos muy costosos siendo que el sistema recuperará solo un pequeño número de suscriptores ilegales.

La mejor aproximación a este problema es la de tener múltiples escalas de seguridad. Para empezar, todos los canales deben tener un nivel básico de codificación. Los canales del servicio básico son codificados con métodos menos costosos. Los canales de adultos y los PPV deben tener un esquema de “ocultamiento”. Esto es más costoso pero no requiere demasiado equipo. Estos equipos deben ser capaces también, de decodificar los servicios básicos.

En la figura A se muestra que el costo promedio de un sistema puede ser de 4.5 millones de dólares contra 7.5 millones de un sistema que utiliza el mismo tipo de equipo para cada suscriptor. Es posible usar equipo menos costoso y obtener una reducción global de precios usando el método estándar, pero se sacrificaría la posibilidad de ofrecer servicios avanzados sin estar expuesto a una mayor incidencia de la piratería.

Finalmente, se debe considerar el asunto del equipo digital. El principal propósito de los sistemas digitales de compresión, es el de proveer un mayor número de canales, principalmente en sistemas inalámbricos. La compresión digital es el futuro de las redes de banda ancha. Sin embargo, hoy existe un grave problema: el precio. Si todos los canales llegan en formato digital, no sólo cada suscriptor sino que cada uno de los televisores que reciben estos canales deben tener un STB digital. En un sistema diferenciado, donde se ofrecen canales tanto digitales como análogos, un operador puede reducir el número de STBs digital requeridos al ofrecerlos a un número reducido de suscriptores que pagan por este servicio.

El modelo de sistema diferenciado se encuentra actualmente en muchas empresas de cable. Estas usan equipos y niveles de seguridad que se ajustan a los servicios que se prestan y a los suscriptores que los pagan. Para una empresa que apenas empieza, es de vital importancia controlar los gastos iniciales de equipos. Los métodos de diferenciación de servicios y codificación pueden ahorrar enorme cantidad de dinero al no tener que entregar un SBT muy costos a cada suscriptor. En la medida en que la base de suscriptores crece, nuevos servicios se pueden ofrecer. Cuando los nuevos servicios requieran una mejor codificación, los nuevos SBTs deben ser capaces de decodificar los servicios básicos. Este modelo permite que los operadores del sistema lleguen a un punto de rentabilidad de una manera más rápida que en un sistema completamente seguro con “lo último” en equipos.

En conclusión, un decodificador sellado en una caja de titanio, con firmware actualizable, 100 Mb de memoria y un disco duro de 100 Gb para grabar programas de video, cable módem incluido y software para navegar en internet, es probablemente lo más deseable. Tendrá suerte si consigue un 5% de la base de suscriptores que pague por este servicio. Todos sabemos que los precios de los equipos están bajando, pero ¿porqué esperar si uno puede estar generando ingresos hoy?