En la construcción de un estudio de sonido intervienen un sinnúmero de variables y condicionamientos que deben ser definidos antes de iniciar cualquier obra. Seguramente, la aplicación del estudio sea la primera en definirse y es así como existen estudios de sonido para producción de master musicales, cabinas de locución de radio, cabinas de doblaje para televisión, cabinas de locución, estudios de televisión para drama, estudios de televisión con publico para musicales y concursos, cabinas de mezcla de audio, cabinas de audiometría y otras soluciones que requieren un tratamiento especial.
Independientemente de los condicionamientos de ubicación física, tamaño, presupuesto, tiempo de ejecución, es importantísimo cuando se habla de estudios de sonido, tener muy claro dos conceptos técnicos fundamentales como son el aislamiento acústico y la adecuación acústica. Para quien no esta familiarizado con la técnica acústica hay tendencia a confundir y mezclar estos conceptos que son totalmente diferentes e independientes.
Aislamiento acústico
Si se construye un recinto acústico es porque se quiere obtener dentro de él un sonido de buena calidad, independiente de los sonidos externos que no estén relacionados con la producción principal. Desde el punto de vista práctico, todos los estudios se encuentran ubicados en un entorno donde existen fuentes de sonido generados por el hombre y su trabajo, como aviones, autos, voces, motores, equipos de oficina, vibraciones de equipos de trabajo en las calles, sonidos de monitoreo de otros estudios, sistemas de aire acondicionado, etc.; éstos, como todo sonido, se propagan a través de un medio.
De esto se establece que existen dos vías fundamentales de propagación: la primera, a través del aire y la segunda, a través de las estructuras.
Hasta ahora la única solución para bloquear o atenuar los ruidos transmitidos por el aire es interponer en su trayectoria materiales de alta densidad que impidan su paso, razón por la cual, las paredes, el piso y el techo de los estudios de sonido deben construirse con materiales muy pesados como ladrillos sólidos o concreto.
El nivel de aislamiento acústico que se requiere puede variar dependiendo de la aplicación del estudio. Por ejemplo, se requiere mayor nivel de atenuación en un estudio de drama que en un estudio para concurso con asistencia de público.
Construir estas superficies con materiales sólidos no conlleva un grado de dificultad muy alto, sin embargo, todo estudio de sonido requiere de puertas de acceso, ventanas, en algunos casos, y entradas de ductos de aire acondicionado y canalizaciones de cables, lo cual va directamente en contra del aislamiento logrado con los materiales densos utilizados en las demás superficies. Por lo tanto, se debe tener un máximo de cuidado en las etapas de diseño y construcción de estos elementos.
En el caso de las puertas, se deben construir en madera maciza y de un espesor suficiente que garantice una buena atenuación con empaques de caucho de alta calidad que puedan garantizar un cierre hermético. No debe olvidarse que los marcos de las puertas deben acoplarse a la pared sin permitir ningún orificio o rendija que facilite el paso del sonido. Es una práctica común sellar estas dilataciones con silicona u otro material similar. En el caso de las ventanas, los marcos deben ser de un material sólido, con vidrios no paralelos sentados sobre empaques de neopreno.
Los ductos de aire acondicionado, tanto de inyección como de retorno, son una vía expedita para el ingreso de ruidos al estudio, por lo tanto se sugiere el uso de trampas de sonido de alta atenuación y unidades de aire acondicionado silenciosas. Los huecos hechos para el paso de canalizaciones deben sellarse, después de la instalación de los cables, con materiales acústicos como estopa, fibra de vidrio o espuma de poliuretano.
Lograr un aislamiento de los ruidos transmitidos por el aire es relativamente sencillo si lo comparamos con la labor de impedir que los ruidos transmitidos por la estructura ingresen al estudio. Para comprender este fenómeno, basta con recordar que si una persona acerca el oído a un riel ferroviario, puede escuchar las vibraciones de un tren que está a kilómetros de distancia sin escuchar el ruido del mismo que viaja a través del aire.
De igual forma, un estudio de sonido que se encuentra dentro de la estructura de un edificio, se ve afectado por el golpeteo de un martillo, de un compresor o cualquier otro elemento que haga contacto con la estructura de la construcción, el sonido viajará a través del concreto y los elementos de hierro que hay en la estructura hasta las paredes del estudio, independientemente de que éstas últimas sean gruesas o no, dejando como resultado un ruido indeseado al interior del mismo.
La única solución para obtener evitar estos ruidos que viajan a través de las estructuras es aislar físicamente las paredes, piso y techo del estudio, del resto de las estructuras del edificio. Esta técnica es conocida como "caja dentro de caja" (box into box). Desde el punto de vista práctico, lograr esta independencia estructural es complicado y costoso, sobre todo cuando se trata de estudios de grandes dimensiones.
En el caso de una cabina de locución es relativamente sencillo fundir una placa de concreto sobre una base aislante de neopreno, corcho u otro material aislante y, sobre esta pequeña placa, levantar las paredes internas, sobre las cuales se soportará el techo de la cabina para formar la caja aislada estructuralmente.
Cuando el estudio adquiere dimensiones mayores, los cimientos que soportan las paredes de la caja interna deben ser diferentes a los que soportan la caja externa. Esto es un trabajo más complejo que se justifica dependiendo del sitio en el cual se encuentra el estudio y de la calidad de aislamiento requerido.
Una practica común que ocasiona muchos problemas es la instalación de sistemas de aire acondicionado sobre estructuras (techos) que son parte de la estructura del estudio de sonido.
Cuando se construye un estudio de sonido con la técnica de caja dentro de caja, se debe tener extremo cuidado para no perder el aislamiento por canalizaciones metálicas o ductos de aire acondicionado que pueden cortocircuitar acústicamente el aislamiento estructural. Dicho en otras palabras, no debe existir ningún elemento rígido común a las estructuras interna y externa.
Adecuación acústica
Una vez que el estudio de sonido este aislado de ruidos externos es necesario adecuarlo internamente para que los sonidos producidos dentro de él respondan a la aplicación para la cual fue construido. Esto tiene que ver con dos variables fundamentales que son la atenuación y la frecuencia, cuya interrelación nos da como resultado la característica de tiempo de reverberación del estudio.
Es importante entender que dentro del estudio los sonidos se propagan por el aire, se atenúan y reflejan en mayor o menor cantidad, dependiendo del material con que estén recubiertas las superficies internas y de la frecuencia del sonido producido.
En términos generales, si las superficies internas son duras, el sonido se reflejara en mayor cantidad produciéndose un fenómeno de eco; si las superficies son muy blandas, el sonido se absorberá, produciendo un efecto de sonido "seco". Esto hace que el estudio responda con niveles muy bajos de reverberación, acercándose al nivel cero, lo que se conoce comúnmente como un estudio "muerto".
La combinación de materiales duros y blandos, la ubicación de éstos y las dimensiones del estudio producirán una respuesta al sonido que es particular de cada estudio, por lo que se dice que un estudio es más o menos "brillante" o que es más o menos "opaco", lo cual genera, subjetivamente, una preferencia para realizar grabaciones en determinados estudios.
En un estudio de televisión para drama, lo más sencillo es construirlo muy "opaco" debido a que existe el recurso electrónico en la posproducción de agregar efectos de reverberación, ecualización, etc. En un auditorio de música de cámara se debe lograr un alto compromiso acústico entre reflexiones y atenuaciones para no distorsionar el sonido natural de los instrumentos y, es por ello, que normalmente se encuentran paredes y techos recubiertos en madera que permiten la reflexión de las altas frecuencias, que son las que más fácilmente se atenúan sobre los materiales blandos.
Como se puede apreciar, la adecuación interna del estudio esta muy ligada con la aplicación especifica del mismo y por su complejidad, es una práctica de aproximación, a través de su construcción, a una curva de respuesta hipotética requerida por el diseño. Desde luego, los cálculos del ingeniero acústico permitirán una aproximación más acertada.
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