Iluminar con recursos mínimos

Cuando se habla de un equipo mínimo de iluminación se entiende que se contará con muy pocas y pequeñas fuentes de luz a disposición, con las cuales podremos apoyar o complementar la luz existente en los lugares donde vamos a registrar las imágenes o testimonios requeridos.

Sólo en ocasiones excepcionales cuando no contamos con ninguna fuente de luz tanto natural como artificial, teniendo en cuenta las condiciones mínimas de producción, nos encontraremos en la necesidad de crear la claridad suficiente desde la obscuridad total para registrar el testimonio o la imagen que se busca. Pero con un poco de tiempo, medios y algo de ingenio, podemos lograr crear la atmósfera adecuada y una imagen digna, desde el punto de vista fotográfico.

La manera más práctica de lograrlo es aprovechar la luz ambiente del lugar. Esta puede ser natural, como la luz del sol, o artificial cuando proviene de fuentes alimentadas por medio de luz eléctrica o por combustión. La luz natural de un lugar es la que proviene del sol que entra a través de los vanos del espacio, ventanas y puertas, y la luz ambiente es la que se encuentra en el lugar que bien puede ser natural, artificial, o la combinación de ambas. Estas fuentes de luz que encontramos a menudo en los distintos lugares, son las que por lógica práctica tratamos de aprovechar, bien sea como nuestra luz principal de diseño o como luz de relleno, o simplemente, como complemento para la luz que diseñemos durante la creación de la imagen.

La idea es aprovechar lo mejor posible esta iluminación que está dada por las condiciones naturales del lugar, por su arquitectura, como base del diseño de luz, ya que las circunstancias y formas de producción que sólo nos permiten un equipo mínimo de luces, generalmente vienen acompañada también de mínimos recursos humanos y poco tiempo para trabajar. El documental y el reportaje son los géneros que por la misma naturaleza de su intención buscan captar la realidad con la menor distorsión posible, al menos desde el punto de vista técnico, sin alterarla como lo hace la ficción, aunque en el caso del documental, éste merecería el mismo reconocimiento que tiene la ficción y una asignación adecuada de recursos.

Cuando hablamos de equipo mínimo, ligero y rápido, nos referimos a producciones y condiciones de realización donde los elementos y variables que podemos controlar de la imagen son muy pocos y los problemas de iluminación que podemos resolver están al alcance del equipo que tenemos a disposición. Cuanto más grande es el espacio que se debe iluminar, más equipo técnico necesitamos, más consumo de electricidad y más tiempo para realizarlo.

Lo que podríamos considerar como un kit mínimo de iluminación está compuesto por tres luces. Este número permite el diseño y la creación del triángulo básico de iluminación que requiere de una luz principal, una de relleno y otra para efecto. Con un equipo básico compuesto de esta manera podemos diseñar la iluminación de un personaje y/o un ambiente en un espacio pequeño con la participación de un solo personaje. Las principales características de este equipo de iluminación básico son su peso ligero y su baja potencia medida en vatios que representan muy poco consumo de electricidad; las características de peso tanto de las luces como de los trípodes y los accesorios hacen que un juego de luces de este tipo se pueda empacar en una maleta pequeña junto con un par de extensiones eléctricas. Estos elementos ofrecen las condiciones necesarias para el trabajo de iluminación con recursos mínimos.

Las ofertas de los fabricantes de luces incluyen maletas con tres o cuatro luces, algunas compuestas por seis, con rangos que pueden oscilar entre los 200 y los 1000 vatios. Estas juegos de luces, por lo general, incluyen luces del tipo open face porque no cuentan con un lente fresnel y su luz es abierta, es decir, que sin este elemento la luz se difumina libremente, orientada tan solo por la concavidad del reflector que se encuentra ubicado detrás de la bombilla.

Esta luz es más cruda, o dura si se quiere, puesto no dispone de lentes. La presencia del fresnel no solo orienta mejor la luz sino que también le da matices que la hacen mucho más suave. El equipo ideal debe tener al menos una fuente de luz con fresnel de baja potencia para que nos sirva durante el diseño de la luz sobre un rostro o para conseguir algún efecto que exija una luz más controlada. Los inconvenientes del fresnel son su peso y fragilidad, pues el cristal refractario puede sufrir daños por las condiciones de movilización y rudeza en las cuales, frecuentemente, los equipos son transportados.

Otra razón por la cual el equipo de iluminación debe ser de bajo consumo tiene que ver con la capacidad eléctrica de los lugares a donde se llega a realizar las imágenes para documental o reportaje. Estos lugares, en su mayoría, cuentan con instalaciones eléctricas diseñadas para uso de bombillas, aparatos domésticos o equipos de oficina de bajo consumo. Estas líneas eléctricas permiten un consumo máximo de 1500 vatios con un voltaje de 110, que es el utilizado en varios países de América Latina, con la excepción de Argentina que utiliza el sistema adecuado a 220 voltios. Las líneas eléctricas que frecuentemente utilizamos en estos lugares tienen una capacidad entre 13 y 15 amperios cada una. Si conectáramos una luz de 1000 vatios, coparíamos las dos terceras partes de la capacidad de la línea, sin contar con que los aparatos o equipos del lugar pueden estar consumiendo al menos 200 o 300 vatios de la misma. Por lo tanto, la capacidad de conectar otra luz quedaría reducida a 200 ó 300 vatios de consumo, sin activar el interruptor eléctrico automático (breaker) del lugar.

Otra consideración importante que debemos tener en cuenta está relacionada con la cada vez mayor sensibilidad en los bajos niveles de luz de las cámaras digitales y las emulsiones fotográficas, lo cual no hace necesario trabajar con fuentes de luz de alta potencia, gran consumo eléctrico, volumen y peso, favoreciendo la utilización de un equipo mínimo de iluminación con fuentes de baja potencia.

Desde el punto de vista de colorimetría de la luz, estos kits de iluminación suministran luz incandescente tungsteno de 3.200 K° , lo cual exige que al utilizarlos en combinación con otras fuentes de luz de distintas temperaturas de color, se deba tener presente la necesidad de unificar la temperatura de color, especialmente con la luz sobre los rostros para no tener sorpresas desagradables con la reproducción del tono de la piel. También existen en el mercado de las luces algunas fuentes de iluminación que ofrecen temperatura de color de 5.700 K° llamadas HMI —arco medio de mercurio y yodo—; son luces de descarga cuya relación de intensidad de iluminación por consumo de electricidad es casi el triple, con respecto a las luces incandescentes y junto con la temperatura de color, las hace ideales para trabajar como complemento de la luz del sol. Aunque existen de 200 y 575 vatios (las pequeñas), el costo y el peso del balastro (aparato que regula la descarga) no las hace muy asequibles como equipo mínimo para producciones rápidas y de bajo presupuesto, y en complemento, exigen un flujo de electricidad con un hertziaje constante, que de no ser así, presentarían problemas de encendido y titilaje entre otros. No obstante, es una luz que vale la pena considerar cuando las condiciones de producción lo faciliten y las de realización lo demanden.

En situaciones donde no podemos obtener electricidad y la luz del sol no está disponible podemos recurrir a la luz por combustión emitida por la llama de un fósforo o de una hoguera, por ejemplo, o por lámparas de kerosene o gasolina blanca que nos proporcionen la luz necesaria para captar las imágenes. Para operaciones en exterior/día, es muy útil la pantalla flexible conocida comúnmente como flexi, elemento que nos permite reflejar la luz del sol para utilizarla en primeros planos y planos medios como fuente de luz de relleno. El flexi, cuenta con dos superficies en tonos metálicos (dorado, plateado o mezcla de los dos) y blanco, que nos ofrece dos intensidades de luz diferentes, además de permitir la utilización para crear sombra sobre el rostro; por su diseño circular, y la fabricación en material liviano y flexible, permite doblarlo y dejarlo del tamaño de una pizza, este es un elemento necesario que se debe incluir como parte del equipo mínimo.