Unidades móviles de TV: Una industria en crecimiento

A diferencia de un gran número de productos técnicos utilizados en los medios, las unidades móviles no se fabrican en serie ni se repiten indistintamente. Cada una responde a búsquedas específicas, en fruto de una experiencia única y conjunta e involucra una labor técnica y creativa que determinará su diseño. No sólo no es lo mismo una unidad móvil para la producción de dramatizados que una de producciones deportivas sino que cada una de estas tiene un sello propio.

Las unidades móviles han sido parte de la producción casi desde el inicio de la televisión. A América Latina llegaron a fines de los cincuenta y eran diseñadas y ensambladas en su totalidad en Estados Unidos. Por supuesto, su sistema de televisión era en blanco y negro. Dos décadas más tarde comenzaron a traerse las unidades móviles para televisión en color y, poco a poco, los grandes canales y programadoras junto con la casas productoras de equipos empezaron a incursionar en la parte metalmecánica de su diseño, a ensamblar sus propias unidades móviles de producción y a adaptarlas al medio, orientándolas básicamente para la producción de dramatizados y cubrimientos deportivos.

Esto, sumado al hecho que definitivamente era y sigue siendo mucho más económico crear unidades móviles con diseño y mano de obra nacionales, permitió un significativo aumento de grabaciones en exteriores, lo que incidió en el mejoramiento de la calidad de nuestra televisión. Dicha industria salió definitivamente a las calles y se adentró no sólo en los espacios urbanos sino en los paisajes rurales y más que en esto, en la geografía humana de cada país.

Así, fuera del ámbito cerrado del estudio, en donde la gente tenía que ir hacia la televisión, está comenzó a acercarse de un modo más real y vivencial a la gente. Con unas pocas excepciones, como las de los programas de concurso, todos los géneros –dramatizados, documentales, noticieros y deportivos– se beneficiaron con una televisión cada vez más próxima a la reproducción en la realidad.

Hoy, ante la expansión de los horarios y la multiplicidad de ofertas televisivas, las exigencias de la competitividad son cada vez más altas y esto redunda en una demanda creciente de unidades móviles cada vez mejor diseñadas. Además, existen coyunturas como la que se da en Colombia con la transición del sistema mixto a la privatización de la televisión que no sólo presuponen grandes inversiones en estudio, sino que – dado el tiempo que estos requieren para su planeación y construcción– hace de las unidades móviles de televisión una alternativa eficaz e inmediata para responder al corto lapso con el cual se cuenta para incrementar la producción.

Lo anterior no significa que el aumento de las unidades móviles vaya a suplir definitivamente los estudios pero sí disparará aún más la producción en campo. De hecho, aunque cuando se cuenta con estudios es más costoso hacer una producción de televisión en exteriores, existe un consenso de que esta enriquece enormemente los elementos que se conjugan en la producción y que, en consecuencia, las realizaciones resultan más dinámicas e interesantes para el televidente.

El diseño y elaboración de las unidades móviles involucra múltiples aspectos técnicos y el concurso de una serie de profesionales. En cuanto a los primeros, el ingeniero colombiano Román Becerra, experto en el tema, explica que en la construcción de unidades es indispensable tener en cuenta el diseño mecánico, eléctrico, de aire acondicionado, de operatividad y el del sistema de televisión.

El diseño mecánico implica la escogencia de vehículos adecuados, preferiblemente nacionales que se adapten a las condiciones de la topografía del país. La capacidad del vehículo es directamente proporcional al tipo de unidad móvil de televisión. Si se trata de unidades para dramatizados, cuya función principal es la grabación, y cuentan para ello máximo con 3 cámaras y 2 grabadoras, no se requieren grandes espacios en el vehículo. Por el contrario, la capacidad de las unidades móviles para producciones deportivas debe ser suficiente para albergar incluso una docena de cámaras, 4 ó 5 grabadoras y un equipo de transmisión.

El diseño eléctrico, como el de cualquier sistema en un centro de producción de televisión, debe ser por encima de todo confiable. Esto significa que en caso de que un circuito tenga un problema de sobrecarga, la construcción de ingeniería eléctricas será hecha de tal manera que se apague la mínima cantidad de equipo.

La buena calidad de los cables con que se alambran las unidades móviles es primordial para que se soporten sin deformarse la elevación de la temperatura que ocurre durante el movimiento normal de un auto. Así mismo, el diseño debe considerar las cargas variables de algunos equipos creando un equilibrio para que cuando suban no alteren el funcionamiento del resto de los equipos.

En cuanto al diseño del aire acondicionado, es uno de los aspectos más importantes pues enfrenta el doble reto de mantener una temperatura ideal para los equipos y para las personas, la cual no siempre es la misma. Además el logro de este difícil equilibrio, el aire acondicionado se suele instalar sobre el techo de los autos para no interferir la altura libre dentro de la cabina.

El diseño operativo involucra por lo menos tres aspectos: lo ergonómico, lo propiamente operativo y la ubicación de artefactos. En cuanto al primero la consideración fundamental es que los carros deben diseñarse teniendo en cuenta que el personal operativo y creativo de televisión permanece por espacio de 12, 14 o incluso más horas dentro de las unidades y por tanto es imperativo crear diseños confortables parta grupos que trabajan tiempo continuo.

Los detalles de ergonomía se hacen a gusto del consumidor. En cuanto a lo propiamente operativo son fundamentales la distribución del espacio y el diseño del tamaño de la cabina, de los aislamientos térmicos y acústicos, de los ductos de interconexión y las medidas de los bastidores donde van los equipos. Un ingeniero mecánico, especialista en televisión, es el responsable de que todos los sistemas operen evitando calentamientos y fatigas.

Para la ubicación de las máquinas hay consideraciones como las fatigas de los materiales que se minimizan al máximo con anclajes firmes que deben permitir vibraciones. También se tiene en cuenta la distribución del peso de cada equipo de tal forma que no se afecte el centro de carga o la gravedad del vehículo y su comportamiento en ruta pueda ser normal. En este campo continuamente se está mejorando el tipo de materiales utilizados para el anclaje de los equipos. Lo más novedoso es la utilización de fibras dieléctricas que resultan ideales por su gran resistencia mecánica para el montaje de artefactos eléctricos.

Además, es usual que se acepten sugerencias de los productores en cuanto a la ubicación de los equipos y otros aspectos, pues se sabe que hay costumbres ya adquiridas por el personal que operará las unidades móviles y que de tenerlas en cuenta hará más eficiente la producción.

En cuanto al diseño del sistema de televisión, parte obviamente del tipo de producción que define las características de los equipos y la forma de interconectarlos para que en su funcionamiento cubran adecuadamente un área específica de producción y/o de postproducción. Por ejemplo, las unidades móviles para noticieros hacen necesario un sistema de grabación sencillo pero a cambio involucran equipos de postproducción y de transmisión más elaborados.

Aun cuando en la práctica las cámaras de televisión se escogen por presupuesto y de acuerdo a necesidades específicas, lo usual es trabajar con los top-line de las diferentes marcas en cámaras para exteriores. En cuanto a esto, cada vez es mayor el consenso sobre el hecho de que las diferencias entre las especificaciones de las cámaras producidas por diversas casas, tienen un margen cada vez más estrecho de diferencia. La "pelea" ya no es tanto demostrar las posibilidades técnicas como sí lo es garantizar el soporte de servicio que ofrece cada marca. Esto implica una tendencia cada vez más fuerte hacia la atención personalizada al cliente.

Por otra parte, pese a que la tecnología de las cámaras digitales no está aún completamente desarrollada, las ventajas para su utilización con unidades móviles serán múltiples: la longitud de sus cables permite alejar mucho las cámaras de la unidad, aumentando sus posibilidades operativas; su menor vulnerabilidad a los agentes externos se aprecia aún más en las condiciones de movimiento pues garantiza una mayor estabilidad al estar sometidas a ambientes distintos como suele ocurrir durante las grabaciones en exteriores.

De todas formas, aunque según algunos expertos la digitalización de las cámaras es una tendencia irreversible e ideal para las unidades móviles, en las actuales condiciones los sistemas análogos aún constituyen opciones importantes.

Lo que sí es indiscutible es el auge de las unidades móviles de televisión y el hecho de que su demanda creciente impondrá cada vez condiciones más exigentes en su diseño y construcción, lo cual revertirá no sólo en el aumento de la oferta sino en la mejora de uno de los productos claves en la producción de televisión.