El guión para TV: La potencia de una buena idea

Int - Café del centro – día

Es muy temprano en la mañana de un día cualquiera. El sol se refleja sobre las baldosas del lugar y los rayos que proyecta hacen cierto daño en la retina. Con respeto pero mucha incertidumbre, los invitados se sientan a la mesa y tímidamente piden al encargado una taza de café. Uno de ellos insiste en café negro pero pide en otra taza un poco de leche. Él mismo la servirá a su gusto. Los demás piden café negro. Nada más.

Compartir una taza de café en un pequeño lugar del centro de la ciudad puede ser el primer paso para construir una gran historia que pueda tener vida en televisión. Así comenzó nuestra charla con Mauricio Miranda y Mauricio Navas, reconocidos escritores de libretos para TV.

TV&V: ¿A qué se le llama una buena idea en t.v.?

M&M: Una buena idea debe tener posibilidades dramáticas. Es decir, debe atrapar al espectador y que éste se identifique con la persona a la que le está pasando ese hecho. Una idea es un suceso, es el drama, surge de un conflicto. Es importante que la idea se pueda desarrollar dentro de un marco más amplio, que no sean sólo dos personajes sueltos en una isla sino que hable de temas más comunes al público al cual se quiere llegar.

Básicamente, que la idea sea potente, que cuando se vea, se le vea lejos, que no se acabe pronto, que cause pasión. El guionista literalmente debe morirse de ganas por escribirla, eso es fundamental, que le bombardee la cabeza, que la idea vuelva y vuelva y vuelva, como golpeando la puerta y diciendo: "¿qué hacemos?".

TV&V: ¿Cómo se logra una buena idea para T.V. y cómo se desarrolla?

M&M: Cómo se logra es lo más difícil porque es algo que surge. Cuando se busca por la fuerza, difícilmente tiene la consistencia necesaria. Hay que estar dispuesto, alerta al momento en que aparece. La idea en sí no se logra, llega, no se tiene que pensar en ella.

Un aspecto importante es que se tenga la sensibilidad para captarla y capturarla y, aunque a todo el mundo se le ocurren ideas, no siempre se está con esta disposición y el entrenamiento para capturarlas.

La idea tiene una serie de parámetros y luego viene el oficio, es decir, una idea surge espontáneamente y a través del oficio de escribir comienza a tomar forma, a modificarse, a proyectarse y a desarrollarse como una propuesta narrativa. Luego, es necesario catalogarla, mirar para qué tipo de programa sirve, si es un seriado, una novela.

También es cierto que hay gente que tiene una formación específica para estar produciendo ideas constantemente y esto hace parte de todo un desarrollo del acto creativo.

TV&V: ¿Hay alguna estructura para el desarrollo de las ideas en t.v.?

M&M: El diálogo, en nuestro caso. Con la T.V. hay muchos que buscan "la gallinita de los huevos de oro". Aquellos que intentan encontrar el mecanismo perfecto para hacer ideas perfectas que produzcan mucho dinero, y para esto, inclusive ya existen catálogos y manuales de toda clase que persiguen este fin.

En el caso de Mauricio Navas y Mauricio Miranda no es que se descarte la metodología, ésta a veces sirve para algo, pero lo que sí es verdad es que las ideas se dan en un juego muy infantil que plantea una sola pregunta: ¿Y qué tal si?. Es como volver a la infancia. Como en los juegos de niños. Y, que tal sí....yo era el vaquero y ustedes los indios?

TV&V: Escribir es un oficio individual y ustedes han hecho esta tarea en conjunto ¿Cómo es ese trabajo?

M&M: Debe aclararse que no se escribe en conjunto, se escribe individualmente, lo que pasa es que se escribe sobre lo mismo.

El sistema de trabajo que hemos logrado se basa en la argumentación y el desarrollo de historias en conjunto, pero el libreto es algo totalmente individual, nunca se escribe entre dos. Hay un mapa trazado con anterioridad, que actúa como guía en el momento de escribir los libretos, esta parte es totalmente estructural y fría, pero de ahí en adelante se es totalmente libre. Después de eso no cuenta más que escribir lo que cada cual quiere. Es posible que en algún momento dado se pueda presentar algún cambio, pero todo es un trabajo concertado.

Algo que se debe agregar es que en este caso quienes escriben coinciden fuertemente en el estilo: diálogos cotidianos, escenas compactas donde no hay pérdida de tiempo, la gente habla como habla en la vida real, en fin; una cantidad de patrones comunes que permiten que un libreto de uno o de otro se pueda poner en escena al tiempo sin sentir saltos bárbaros de estilo. Es por esa coincidencia que nuestro trabajo en conjunto es posible.

TV&V: ¿Qué estructuras narrativas utilizan para escribir un seriado o una novela?

M&M: La formación que en este caso se tiene como escritores, aunque es muy distinta tiene un punto en común: las películas; de ahí se sacó la estructura con la que se empezó a trabajar, después hubo una formación con todo lo que es el melodrama y de ahí se tomó todo lo que de este caso interesaba. Pero, esencialmente lo que se busca es contar historias donde la imagen sea más contundente y donde se deje pensando a la gente. La idea es superar las cosas previsibles. En este caso, un problema que se devela con el melodrama es precisamente eso, que es previsible y debe ser así o deja de ser melodrama. Entonces lo que se intentó fue modificar la idea del melodrama, pero sin saber a ciencia cierta hacia dónde se navegaba. A raíz de esa búsqueda se llegó al relato de estructura mítica, que es la que se ha utilizado desde la Guerra de las Galaxias en adelante con las películas de Hollywood. En esta estructura la historia no se divide en tres actos, sino en nueve. Además, no se habla de cuatro personajes básicos del melodrama sino que se habla de caracteres, once caracteres en total. Así, cada persona va pasando por los distintos caracteres y de esta forma se construye la historia. En el caso del melodrama, en cambio, el malo es el malo siempre hasta el capítulo final. En esta estructura que se encontró, el protagonista a veces llega a ser malo y se enfrenta con su maldad hasta que la vence, el malo llega en algún momento a tener la opción de hacer una cosa buena, en este estilo se normatizan las historias, se repite la emoción de las historias.

No se ha abandonado el melodrama porque se sabe que para t.v. a veces se debe agregar un personaje melodramático, lo que se ha decidido es adoptar la idea de Hitchcook de que si se tiene un buen malo se tiene una buena película, de esa manera, se han podido matizar mucho mejor los otros personajes.

TV&V: ¿Cómo hacer para mantener el interés en cada capítulo de la historia?

M&M: En esto, el hecho de que la idea sea potente implica eso, que se la pueda dividir como una canción en donde cada compás es muy bueno y todas las canciones unidas dan un buen resultado discográfico.

Nosotros buscamos que cada frase de cada escena tenga dramaturgia y contundencia para que cada escena convierta a cada capítulo en algo muy contundente . Así mismo, que la historia tenga el resultado que se espera. En algunas ocasiones ocurre que la historia se desequilibra y hay que buscar cómo mantener el interés en cada una de las pequeñas historias que hay dentro de la gran historia, pero lo ideal es que cada escena de cada capítulo tenga un eje, un tema y un desarrollo.

Escribir responsablemente, acogiendo todo esto, es muy doloroso; tener que sentarse a escribir 25 páginas de letras intensas y no a llenar 25 páginas de letras para que obtener una retribución económica, no es una tarea sencilla. Es verdad que este es un oficio adorable, pero también es cierto que puede llegar a ser absolutamente tortuoso, constantemente se encuentra el escritor con que no sabe qué decir.

TV&V: ¿Qué tanto influye el rating en la escritura de un libreto?

M&M: El rating, definitivamente, es una variable que debe ser considerada, pero es importante tener en cuenta que para proteger lo que se escribe, el guionista debe olvidarse de este problema. El rating se aborda con la compañía productora o el canal una vez el programa está al aire y se comparte el problema, pero a lo que sí hay que oponerse rotundamente es a escribir en función del rating, en eso sí han caído muchos libretistas recientemente. En este caso, la experiencia ha mostrado que las mejores historias son las que se han escrito sin pensar un solo instante en esta variable.

Ahora el rating se ha ido especializando cada vez más. Hace unos años se sabía cuántos puntos tenía un programa y ya, era una medición razonablemente acertada, pero hoy con los sistemas de medición como IBOPE, que dicen minuto a minuto cuántas personas, de qué nivel económico, de qué clase social, están mirando el programa, el trabajo se hace absurdo porque los datos son demasiados específicos.

Lo ideal es atreverse a escribir lo que se siente, atrapar a quienes les interese y estar consciente de que habrá gente a la que no le interesará para nada la historia que se cuente.

TV&V: ¿Qué ha significado para el medio el trabajo de escritura de los libretos en conjunto?

M&M: El medio en ese sentido va mucho más adelante que nosotros, está totalmente diseminado, ha industrializado esa labor hasta llegar al punto en el que todo está dividido: hay escaletistas, dialoguistas, y todo es una fábrica donde alguien da una idea y ésta luego pasa a muchas manos, alguien labora los diálogos de mujeres, otro los de hombres, y así sucesivamente, hay gente especializada para todo. Nuestro trabajo es más difícil porque es sólo entre dos.

TV&V: ¿Sería necesaria alguna formación actoral para la concepción de los personajes?

M&M: Hablando de una manera absolutamente utópica, a la persona que le permiten escribir para televisión debería saber de todo, sería ideal; ahora no es imprescindible la formación actoral, esa es la siguiente etapa y es un poco el trabajo del director. Sí es muy clave poderle transmitir al actor cuáles son las emociones que identifican al personaje, pero preferiblemente debería haber, en ese caso, una formación en psicología, para establecer un contacto con la formación en psicología que tiene el actor y así no se tendría que pensar en aprender lo mismo.

TV&V: ¿Qué siente el guionista cuando ve en pantalla lo que escribió?

M&M: Cuando no hay comunicación con el director, la gente aparece diciendo lo que se escribió, pero no dicen lo que se quería realmente, aparecen las palabras, pero se desperdicia ese otro potencial que es la imagen, el trabajo psicológico, las pausas, los silencios, todo lo que verdaderamente le llega al televidente. Se vuelve algo muy frío y es altamente frustrante.

Pero también existen casos en donde el guionista puede llegar a sorprenderse por el resultado y eso es maravilloso.

TV&V: ¿Qué es el guión para ustedes?

M&M: Es el mapa, es la carta de navegación que hace el trabajo común a todos. Cuando el guión llega a la producción lo recibe el director, el jefe de producción, los actores, el sonidista, etc., el guión es la carta en común que invoca a la idea sobre la que se decidió trabajar. Es una propuesta científicamente realizada para que en las otras etapas pueda llegar a ser modificada, y eso es importante porque el guión no es solamente lo que está escrito, es también cómo se haga, cómo se actúe, etc. Pero esencialmente es el esqueleto y es algo que escrito no funciona solo, está hecho para ser interpretado.