La reproducción sonora en las salas de cine ha mejorado ostensiblemente en los últimos años gracias a la generalización de sistemas de amplio espectro y multicanales como los sistemas Dolby SR, Dolby SR-D y DTS. De la misma manera, el advenimiento del DVD (Digital Versatile Disc) y su capacidad para decodificar sonido multicanal como el Dolby Pro Logic, Dolby Digital y el DTS nos acercan cada vez más a una espacialización de la realidad sonora que procura nuevas sensaciones en la percepción global del espectáculo audiovisual.
Claro está que la utilización del sonido estéreo no puede ser gratuita y deberá estar estrechamente relacionada con la narración y la dramaturgia del proyecto. Casos se han visto de efectos estereofónicos exagerados que distraen y "descarrilan" al espectador de su concentración frente a la pantalla (proyección cónica central).
Si bien se ha evolucionado hacia una racionalización en el uso del sonido estéreo sería bueno reflexionar sobre los procesos de fabricación de la banda sonora estereofónica.
Estéreo y guión
Puede parecer extraño pero cuando un director tiene claro su proyecto de película la decisión de utilizar estéreo en algunas escenas específicas tiene que consultarse con anticipación con el Ingeniero de sonido y con el Director de Producción. ¿Qué significa rodar o no en estéreo? Después de muchas experiencias de rodaje en sonido directo se ha llegado a la conclusión que la estereofonía es mejor "fabricarla" en el auditorio de mezcla. Rodar con micrófonos estereofónicos significa ceñirse estrictamente a un guión técnico donde los movimientos de cámara, los ejes, los ambientes sonoros y la puesta en escena tienen que guardar coherencia para el montaje. No se pueden falsear planos y seguramente habrá problemas de raccord en la espacialización y localización de fuentes sonoras. La película Detective (1984) de Jean-Luc Godard fue escrita y puesta en escena para ser rodada en estéreo, en Cinemascope y en planos fijos. Un micrófono estéreo siguiendo una panorámica de cámara produce un desplazamiento de los fondos sonoros exagerado (efecto de mareo) y seguramente injustificado a la hora del montaje. Además, grabar diálogos con micrófonos estéreo, por ejemplo MS, es comprometer demasiado la comprensión de los diálogos debido a la utilización de un micrófono cardiode para recoger la información M. Esto, sumado a encuadres de cámara amplios y al ruido ambiente, puede provocar más problemas comparado con lo que aportaría al registro estereofónico de una situación.
Estéreo y rodaje
Evidentemente la calidad y la riqueza de los ambientes sonoros y las acústicas de ciertas locaciones grabados en estéreo son irreconstituibles en la posproducción. El método más frecuentemente utilizado es el de rodar los diálogos en mono o "bipista", es decir, varios micrófonos mezclados en monofonía o hacer el registro de la caña y los inalámbricos (HF) separadamente en dos pistas (canal izquierdo=caña, canal derecho=HF). Los ambientes de raccord y los sonidos suplementarios se pueden grabar en estéreo luego de terminada la escena. El micrófono utilizado, en general, es un MS que es, en teoría, compatible Mono. La estereofonía de fase AB puede presentar problemas para la codificacion en el sistema Dolby A y SR. Con los nuevos sistemas digitales (SR-D y DTS) este problema no se presentaría, pero algunas experiencias realizadas en Francia demostraron que el MS puede producir efectos más catastróficos que la estereofonía XY o AB.
Los ambientes sonoros en MS se registran sin codificación y en bipista (canal izquierdo=M, canal derecho=S) dejando la codificacion para el momento de la mezcla. La gran ventaja del MS con respecto a los otros tipos (XY, AB) es la de permitir abrir o cerrar la base estereofónica a gusto del mezclador y en función de la correspondencia con la imagen proyectada.
La utilización reciente de grabadoras digitales a cuatro canales permite una gran flexibilización del registro sonoro. Por ejemplo, grabar diálogos y ambientes al mismo tiempo: CH1=Caña; CH2=HF; CH3=M; CH4=S; 1 caña y 3 HF separados, o utilizar varias grabadoras multipistas y muchos inalámbricos al mejor estilo de Robert Altman.
Estéreo y montaje sonoro:
Unas de las etapas de la posproducción sonora que se ha visto mas favorecida con las nuevas tecnologías digitales es precisamente el montaje de sonido. Sí nos remontamos un poco en el tiempo, el montaje en moviola y perforado magnético 35 mm permitía un número limitado de bandas de sonido para ser escuchadas en forma simultánea. Cada banda esta compuesta por 3 pistas conformadas así: 1=mix caña+HF; 2=caña; 3=HF. Solamente en la mezcla final y luego de haber realizado las premezclas de diálogos, ambientes y músicas se podía tener una idea global del sonido montado. Además, la estereofonía solicita el doble de pistas para los ambientes y las músicas.
Es allí donde el montaje no lineal propone un número casi ilimitado de pistas y se convierte en una excelente herramienta para unos y al mismo tiempo en un "dolor de cabeza" para otros. La simpleza y la efectividad de las bandas sonoras de los años 60 contrastan en la mayoría de los casos con las actuales, atiborradas y sin sentido. Todo suena pero ¿quién dijo que todo lo que suena interesa a la historia?
En el montaje de sonido actual y en estéreo podemos encontrar fácilmente 60 pistas para el montaje de ambientes de una escena de acción. Claro que es mejor que sobren sonidos y no que falten. De todas formas se pueden eliminar los indeseables en las premezclas y no está de más tener diferentes propuestas para presentar al director.
El montaje sonoro en estéreo requiere de un entorno tecnológico específico. Por una parte, los lectores a partir de los cuales tomaremos los sonidos (1/4 ", DAT, CD, Discos Opticos) y el sistema no lineal basado en discos duros (ProTools, Sonic Solutions, AKAY DD 1500 y otros). De otro lado, un sistema de monitoreo de calidad y conforme a las normas de la estereofonía multicanal, bien sea Dolby SR (4 canales), 5.1: DTS y Dolby Digital (6 canales) o SDDS (8 canales).
El monitoreo del sonido basado en una simulación estereofónica que se va a utilizar en la sala, ayuda mucho a reflexionar sobre la espacialización y la localización de las fuentes sonoras puntuales y ambientales.
En el mismo orden de ideas, la utilización en el montaje de la consola virtual o de una o varias consolas automatizadas (ex: 2 Yamaha O2R en cascada) permite elaborar pre-mezclas que a manera de maqueta nos dan una idea de la pertinencia de ciertos sonidos en correlación con otros y de estos con los diálogos.
Este proceso sería completado idealmente con una proyección en video, por lo menos en pantalla mediana, con la ayuda de un buen video proyector.
Los sistemas no lineales nos ofrecen también la posibilidad antes soñada de desplazar rápidamente una pista, doblarla, filtrarla y en general, procesarla con gran facilidad creando así un universo de posibilidades de tratamiento sonoro.
Estéreo y mezcla
Lejos quedaron los días en los que la mezcla se hacía precariamente en video (2 o 3 pistas) o incluso en cine con lectores de perforado magnético. Con los sistemas basados en discos duros podemos tener acceso a todas las pistas en tiempo real, mezclar e incluso reacomodar a última hora los sonidos montados sin alterar el resto del montaje.
Existen dos técnicas de mezcla en el mundo. En U.S.A cohabitan en la misma sala 3 mezcladores frente a una gran consola dividida en 3 partes. En el centro se ubica el mezclador de los diálogos y a los lados, el mezclador de los ambientes y las músicas. Todos participan al mismo tiempo pero son coordinados por el mezclador de diálogos, lo que confirma una vez mas la eterna subordinación de los ambientes y la música a su hermana mayor: la palabra. La inteligibilidad y comprensión de lo hablado así lo exige.
El estilo europeo y latinoamericano (sí es que existe uno) supone la realización de las pre-mezclas de diálogos, ambientes y músicas por un solo mezclador. Este proceso requiere de varias semanas, en promedio 4 para un largometraje y la participación de una sola persona que trabaja en coordinación directa con el(la) montador(a) de sonido. Es un trabajo menos dividido que en U.S.A. Además del montador de imagen, el de sonido estará obligatoriamente en la mezcla (por lo menos en Francia).
Es en la mezcla donde se decide finalmente la explotación de la estereofonía como recurso narrativo, realista o abstracto: escena en un cuarto sin referencia visual exterior pero recreación de los ambientes exteriores por estéreo; utilización de los canales suround (ambientales posteriores) para vehicular efectos "fuera de cuadro"; o simplemente exteriores magníficos de gentes o paisajes apoyados por ambientes estereofónicos típicos del lugar.
Estéreo y técnica
Existe un gran reto técnico en cuanto a la correcta restitución de la estereofonía en sala. Se deben cumplir estrictamente las condiciones de mantenimiento y calibración de las salas de mezcla, lo mismo que asegurarse de la supervisión del proceso por cuenta de un equipo técnico competente (p.e. Dolby Consultant), y por supuesto, lo mismo para la salas de cines. Como todo no puede ser color de rosa, el espectador debería sentarse en la "silla ideal", es decir, en la línea media de la sala (eje óptico de proyección) y a 15 metros de la pantalla (85 dB SPL). Ese es el lugar en donde se sienta el mezclador, y el punto en donde el nivel sonoro y la espacialización se deciden.
El oído de los espectadores se vuelve más exigente por la exposición permanente a mejores condiciones de proyección en cine e incluso en la T.V. Desde el VHS HI-FI estéreo hasta el DVD, pasando por las condiciones de restitución de un sistema Home Theater, podríamos decir que la calidad general de la reproducción sonora ha alcanzado niveles muy altos. Esto nos exige una constante preocupación por la forma como debemos asegurar un registro sonoro de calidad técnica incontestable, sin olvidar que la técnica no lo es todo.
La estereofonía destruye en cierta forma el carácter activo de la percepción monofónica. Imaginarse de dónde vienen los sonidos, de la izquierda o de la derecha, hace que el espectador participe más activamente en la reconstrucción de sus propios espacios sonoros, imaginándolos permanentemente. La espacialización estereofónica nos establece una representación única del espacio sonoro, sirena a la izquierda, niños a la derecha, carros pasando de izquierda a derecha... Pocas cosas quedan para participar imaginando, se parece un poco al mundo de la radio.
Un sonido sin alma y sentido no pasara "desapercibido", en el sentido inconsciente del término. Al contrario, se hará notar alertando al espectador por su falta de pertinencia con la narración.
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