Los editores no-lineales sin compresión y con capacidad para manejar de forma nativa material D1 son cada vez más accesibles. El nivel de referencia para la producción SD está al alcance de (casi) todos. Y muchos productores invierten sumas importantes en una caja mágica que les permite decir "yo trabajo en 601"... sólo para descubrir un tiempo después que su editor no los lleva por la ruta que más les convenía.
El desarrollo de los sistemas digitales de post-producción sigue la tendencia básica de la industria: La oferta se multiplica y se segmenta cada día más. Cada fabricante trata de posicionarse en un nicho. Avid le apuesta a conectividad e integración. Media 100 a multimedia e Internet. Accom al poder del hardware. Discreet y Quantel siguen ofreciendo lo mismo de siempre: alta calidad. Es de suponer que Lightworks seguirá apelando al poder de lo elemental. Y muchos otros fabricantes tratan de tender puentes entre la producción de alto nivel y los estudios multimediales. Todos tienen productos diferentes... y todos son editores no-lineales sin compresión.
¿Por qué sin compresión?
Lo realmente curioso de este asunto es que el mercado genera presión para que produzcamos en entornos 601 mientras la distribución migra a pasos agigantados hacia la utilización de flujos MPEG2 de ancho de banda muy reducido. ¿Qué puede sentir el productor que ve su producto D1 en un canal de cable que "viaja" en un flujo MPEG de 4Mbits por segundo? Aquí aparece la primera pregunta. ¿Realmente necesito operar sin compresión?
Como siempre la respuesta depende de lo que se espera del producto. Si se trata de material de corta vida la respuesta es un rotundo NO. Pero un producto que se espera que tenga una vigencia de unos cinco o seis años necesita la calidad del entorno D1 para poder competir exitosamente en ambientes DTV. Recordemos la vieja máxima del mundo de los computadores: Garbage in, garbage out. Una señal 601 en NTSC consta de unas 480 líneas visibles entrelazadas. Al convertirse en una señal DTV progresiva de 480 líneas el espectador promedio percibe una mejora de resolución de alrededor del 40%.
Hablamos aquí de una mejora significativa en la nitidez de la imagen que puede hacer perfectamente visibles los defectos originados por los algoritmos de compresión MJPEG. Si este problema se presenta al convertir nuestro material en señales SD, ¿Qué puede esperarse de los casos en que nuestros masters tengan que migrar hacia HD? Este factor del 40% viene de mediciones totalmente subjetivas, pero es el que utilizan los fabricantes de upconverters para generar los algoritmos que van a conducir nuestro material hacia el amplio mundo de la televisión digital. ¿Y esto que quiere decir? Que si necesitamos la definición extra que se obtiene al masterizar en entornos D1.
¿Cómo escoger?
Cada marca tiene una tradición que de alguna manera se refleja en el producto actual. Una de las diferencias fundamentales es el interface de usuario de cada sistema. ¿Alguna vez ha presenciado una "cordial" discusión entre partidarios de Avid y de Media 100? Es realmente increíble el grado de apasionamiento que puede despertar este tema entre los editores de hoy en día. Normalmente una de estas discusiones puede zanjarse aclarando que cualquier equipo de este nivel hace su trabajo de forma competente... o si no ya estaría fuera del mercado. Esta es la ventaja de enfrentarse a productos maduros. Pero no olvide consultar a sus editores...
Otro factor importante es la productividad del equipo. Una cosa es tener acceso a manejo de material D1 y otra bien diferente contar con desempeño del equipo en tiempo real. Hay que revisar muy bien las especificaciones, pues algunas veces el costo encierra trampas... Hay que tener cuidado con los "casi"... si su editor hace playback "casi" en tiempo real, o le presenta el resultado de un corte "casi" inmediatamente usted está en serios problemas.
No olvide averiguar cuantos flujos de video puede manejar el equipo de forma simultánea. Dos flujos es lo mínimo para poder tener efectos 2D en tiempo real. Y generalmente los equipos que ofrecen dos flujos tienen mejores tiempos de respuesta en el trabajo diario. Algunos fabricantes ofrecen la opción de agregar "canales" de video adicionales para acelerar el trabajo de composición de efectos en varias capas.
Volviendo al tema del software hay que considerar algunas características que los editores tienden a olvidar... ¿Existe compatibilidad directa entre su equipo preferido y las marcas dominantes en SU mercado local? Es posible que necesite hacer algún tipo de alianza comercial con sus apreciados competidores. Y resultaría muy cómodo poder intercambiar archivos de forma transparente. Lo mismo se aplica a los estudios de sonido... ¿Puedo transferir el audio de mis proyectos a la estación de audio del estudio escogido por mi cliente? ¿Puedo importar gráficos con facilidad? ¿Puedo capturar directamente las pistas de audio de un disco compacto? Conectividad es Productividad.
Más características deseables... ¿El equipo incluye un paquete de procesamiento de listados de edición? Después de todo es muy posible que su nuevo editor no-lineal funcione como la sala de edición on-line de su vecindario. ¿El fabricante ofrece sistemas viables de backup? ¿El sistema puede usar un controlador externo? La lista es interminable...
Hablemos de producción de efectos. Edición en tiempo real no es sinónimo de efectos en tiempo real. Y efectos en tiempo real es equivalente a hardware adicional. ¿Realmente necesito efectos en tiempo real, o puede ser mejor llevar el trabajo a un sistema de composición? Todo depende de sus necesidades. Algunas veces es posible montar un PC para trabajo gráfico con menos dinero de lo que cuesta la opción de efectos en 3D para su editor... pero en ese caso debe someterse a ciclos de trabajo que incluyen tiempos de render relativamente altos. Por otra parte el uso de paquetes como Adobe After Effects o Commotion va a dar un look más refinado a sus productos... y solamente estará limitado por la creatividad de su gente.
La alternativa para los productores que necesitan mantener el estilo de los equipos convencionales puede ser adquirir uno de los editores que incorpora una unidad de efectos de renombre. La decisión es suya...
No todo lo que brilla...
Finalmente hagamos un breve repaso de lo que significa operar en un entorno D1. La norma ITU 601 contempla la utilización de señales de video digital por componentes con una resolución espacial de 720x486 pixels en NTSC. Lo curioso es que el video puede codificarse con una profundidad de color de 8 o 10 bits. La diferencia no parece significativa, pero puede resultar interesante preguntar a un ingeniero si es mejor utilizar un switcher de 10 o uno de 8 bits...
El video 601 de 8 bits puede presentar serios problemas de resolución de color si no se le aplican procesos especiales de difusión de errores. Y generalmente es necesario manejar los efectos en 10 bits para evitar la aparición de defectos visibles. Y aquí aparece la pregunta final... ¿Qué codificación utiliza su equipo preferido? Por ahora, si hablamos de equipos de costo razonable la respuesta invariable es 8 bits. Algunos fabricantes han desarrollado sistemas muy ingeniosos que permiten obtener calidad de 10 bits con procesamiento de 8... pero eso tiene su costo.
Dejamos entre el tintero el tema del almacenamiento, pero tenga en cuenta lo siguiente: La tecnología SCSI a duras penas alcanza a sostener más de dos flujos simultáneos de video sin compresión. Piense en FibreChannel y en ratas de transmisión de datos del orden de 80 a 100Mb/S. Y no olvide hacer cuentas claras: Un cuadro de video digital D1 a 8 bits equivale a algo menos de 700Kb de almacenamiento. El resto es pura aritmética.
Deje su comentario