Interactividad: Falta claridad

La tecnología que hace posible un primer nivel de televisión interactiva se convertirá en un factor muy importante para definir nuevas oportunidades de negocios. La rentabilidad dependerá de la habilidad de los productores para generar programación que permita aprovechar la participación de los espectadores, esto mientras la industria trata de sobrevivir al trauma financiero que acompañará la digitalización de los servicios de televisión existentes.

¿Y cuál es la clave para poder integrarse exitosamente a los nuevos mercados de la televisión? Es posible que la respuesta sea "Pensar distinto", estar dispuestos a recrear el medio en función de las nuevas oportunidades de negocios. Se trata de aplicar lo que algunos llaman lateral thinking, la actitud que permite distanciarse de los problemas para dimensionarlos nuevamente y encontrar soluciones creativas.

Lo primero que hay que aclarar es que la televisión interactiva no es algo nuevo, realmente. De hecho, donde hay un híbrido telefónico se dispone de la tecnología para realizar programas interactivos... todos hemos visto programas que piden la participación de los espectadores, concursos que hacen llamadas sorpresa, video juegos que se controlan mediante los tonos del teclado del teléfono, eventos de caridad que hacen recaudos telefónicos y programas de opinión con encuestas en directo. Incluso hay una importante cadena brasilera que permite que el público seleccione la película del prime time mediante una encuesta telefónica. Todo esto es televisión interactiva, y está al aire hace muchos años.

La diferencia que ofrecen las nuevas tecnologías es la posibilidad de integrar más personas del público de forma más rápida, más confiable y quizás más barata. La posibilidad de disponer de nuevas rutas de retorno de datos hará posible que el espectador participe en el concurso junto con su jugador preferido, que disfrute de la posibilidad de hacerse parte de las estadísticas... y también que pueda ayudar a hacer felices a los genios del telemercadeo al poder comprar instantáneamente los sorprendentes productos de los infomerciales.

La nueva tecnología de interactividad se basa en la convergencia entre los servicios tradicionales de televisión y el acceso a Internet. Hasta hace algún tiempo se pensaba en utilizar las redes telefónicas o de televisión por cable para transportar la información de retorno de los espectadores, pero la industria ha descubierto que no necesita inventar lo que ya está inventado... es posible que se piense en utilizar el cableado físico de las redes existentes, pero el medio será la Red. No vale la pena generar nuevas formas de hacer las cosas si todo el mundo ya ha aceptado protocolos eficientes de correo electrónico, manejo de transacciones financieras y transporte de información multimedia.

Lo más probable es que se trate de que la tecnología de TV interactiva tenga un rostro diferente al del PC conectado, especialmente para evitar ahuyentar al público tecnófobo. Esto ha llevado a algunas personas a pensar que la convergencia entre el PC doméstico y el televisor puede tomar un cariz diferente a lo que se pensaba hace unos pocos años.

En el fondo este es un problema de mercadeo, pues quizás sea más rentable vender televisores nuevos y permitir que los consumidores conserven su PC en la habitación del lado. De este modo se venden dos artefactos en vez de uno. Y de cualquier manera no se descarta que el usuario de PCs pueda habilitar su equipo para recibir televisión, o que decida montar su teatro doméstico alrededor de su estación de juegos.

En lugar de tener un PC con capacidad para recibir señales de televisión, es posible que se busque tener receptores de televisión con algo de "inteligencia". De esta forma los usuarios podrán enviar información de retorno y simultáneamente tener acceso a contenido web que eventualmente estará relacionado con el programa que está al aire. El acceso selectivo a estos contenidos será uno de los principales atractivos de la tecnología TVI para el exigente público actual, acostumbrado al zapping como una forma de vida.

De cualquier modo la tendencia actual de la industria es promover el desarrollo acelerado de la tecnología TVI aún antes de que se digitalicen los servicios tradicionales de televisión. El recurso básico para soportar este movimiento es la conocida caja decodificadora de los servicios de televisión por cable, el set top box que ya está presente en muchos hogares en todo el mundo.

Según las propuestas actuales el soporte de interactividad se basa en una conexión paralela a la de la transmisión tradicional de televisión. De esta forma quienes no quieran o no puedan acceder al contenido y a las funciones adicionales podrán usar un televisor corriente y limitarse a ver televisión.

Un set top box permite la decodificación de la información web relacionada con el programa, y da el soporte para las funciones adicionales de e-mail o respuestas limitadas, según lo que necesite el programa TVI que esté al aire. Adicionalmente, la caja debe soportar la comunicación de retorno, que puede utilizar una conexión a Internet dialup por línea telefónica, o quizás algún tipo de multiplexing de señales a través de la red de televisión por cable. Y sobre equipos de este tipo resulta absolutamente trivial instalar sistemas de pago-por-ver y de compra electrónica. O chat rooms para televidentes aburridos.

Todo se manejará desde el control remoto, que probablemente seguirá la tendencia a simplificarse, excepto en los casos en que se pretenda que funcione como un teclado alfanumérico, lo cual puede resultar muy razonable si se pretende ofrecer acceso a sistemas convencionales de correo electrónico. Lo más probable es que se trate de productos modulares, cuyo software pueda actualizarse online para equiparlos con opciones adicionales.

Esta es una tecnología muy interesante, que hace posible la implementación de sistemas de interactividad y transporte de contenidos adicionales usando sistemas convencionales de televisión analógica. De hecho, si la escala de las operaciones lo permite, la caja podría incorporar los convertidores necesarios para poder ver señales DTV en receptores analógicos, lo cual puede convertir este tipo de productos en opciones muy atractivas para el espectador corriente, que ya empieza a sentirse intimidado por los costos iniciales de los receptores DTV.

Este tipo de sistemas está trabajando desde hace varios meses en diferentes mercados. Una de las experiencias más interesante es la de Gran Bretaña, que concluyó la digitalización total de su red de televisión terrestre y está empezando a implementar experiencias TVI en las principales ciudades.

En la medida en que la estandarización y las presiones del mercado lo permitan la caja adicional tenderá a desaparecer y ser reemplazada por hardware instalado dentro de los receptores DTV. Por ahora, sin embargo, los set top boxes harán realidad el sueño capitalista de algunos productores: A medida que se popularice este sistema será necesario pagar para poder disfrutar plenamente de las experiencias de la televisión abierta...

Hagamos en este punto una pequeña pausa de precaución. El soporte de tecnología TVI puede llegar a agregar dimensiones fascinantes al mundo de la televisión. Los set top boxes podrían reportar periódicamente y de forma automática cuáles canales o servicios están utilizando los espectadores, lo cual puede cambiar radicalmente el negocio de mediciones de sintonía. Es posible que algunos sectores de la industria puedan verse perjudicados si se llega a implementar un sistema de mediciones basado en información real y no en proyecciones estadísticas.

Por otra parte los problemas de seguridad y de privacidad característicos de los usuarios del web pueden tocar también a los televidentes conectados. Recordemos el mensaje de las asociaciones de consumidores de los Estados Unidos: mientras estás online alguien te vigila. Es muy atractivo para las empresas de mercadeo poder contar con un nuevo recurso para conseguir información certera sobre hábitos de consumo... y muchas veces quienes deciden utilizar un servicio gratuito están entregando —sin saberlo— información personal que puede tener algún valor comercial.

Otro tema difícil es la extensión de servicios interactivos cuestionables al entorno de la televisión... un equipo TVI puede soportar sin ningún problema los sistemas de apuestas en línea, por ejemplo. Es posible que frente a este tipo de posibilidades se generen movimientos sociales que traten de lograr una zonificación efectiva del web, parecida de algún modo a la clasificación de los programas de televisión. Quizás desde su control remoto usted podrá decidir que sus hijos adolescentes sólo puedan recibir material TVI con clasificación PG13...

¿Quiénes son los actores de este proceso de migración hacia servicios interactivos? Las más importantes firmas del mercado de computadores tratan de manejar el desarrollo de esta tecnología para poder formar parte del boom que se espera en los próximos años. Muchos productores empiezan a hacer serios esfuerzos para desarrollar nuevos formatos de programas. Las empresas de televisión por suscripción son parte importante de este mercado, pues pueden beneficiarse por la implementación de sistemas de mercadeo a distancia y de pago-por-ver. Las empresas tradicionales de telecomunicaciones también quieren entrar al juego, pues son las propietarias de las redes telefónicas, los enlaces satelitales y toda la infraestructura necesaria para implementar los canales de retorno en los sistemas TVI.

Algunas empresas de software que han concentrado sus esfuerzos en un aspecto que con frecuencia se olvida: —La mayoría del contenido web existente en la actualidad es incompatible con las características de una pantalla de televisión—, también han mostrado su interés. Este problema se reduciría al avanzar la migración hacia sistemas DTV, pues la resolución efectiva de una señal digital SDTV es similar a la de una pantalla VGA convencional, lo cual podría resultar suficiente para manejar contenido web... si no fuera necesario compartir la pantalla con otras aplicaciones.

De hecho el contenido HTML convencional que encontramos en el web no se entendería muy bien con los formatos actuales de programación. Una opción lógica sería reservar los extremos de la pantalla 16:9 para el contenido interactivo, o implementar sistemas Picture-in-Picture que permitan manejar el espacio de la pantalla según el gusto del consumidor... pero todo esto representa costos adicionales, y en realidad no solucionaría el problema de las páginas web absolutamente anodinas que por su diseño requieren alta resolución.

Para atacar este problema varias firmas de software han desarrollado sistemas que permiten la "traducción" online del material HTML existente y su adaptación a pantallas de televisión 4:3. Algunos de los nuevos sistemas de distribución de Internet por televisión por cable están basados precisamente en sofisticados sistemas que permiten filtrar el contenido web y adaptarlo a las restricciones de las pantallas de televisión. ¿Cuál es el futuro de estas tecnologías? El mercado lo decidirá muy pronto.

A pesar de la convergencia con el web, no hay que olvidar que Televisión Interactiva sigue siendo Televisión. Los productores que estén interesados en atacar este mercado deben empezar a trabajar positivamente en este sentido. Para retomar una frase que publicábamos hace unos pocos meses, esto no quiere decir que debemos convertir a nuestro camarógrafo estrella en un experto en diseñar páginas HTML. Pero sí es el momento para empezar a adquirir el know-how acerca del web que nos permitirá integrarlo de manera consistente en nuestras producciones interactivas.

¿Cómo empezar a trabajar en este sentido? No hay que olvidar que para tener tráfico en el web hay que ofrecer información útil... La mejor ruta para soportar la migración hacia TVI es empezar a consolidar su presencia en el web. Aproveche su sitio web para enriquecer sus programas. Promociónelo como si fuera un programa más. Estructure sus operaciones para que sus programas puedan beneficiarse por el uso del e-mail. Monte una lista de correo con información sobre su programación. Lleve el merchandising de sus programas al web. Quizás pueda montar en su propio sitio web puntos de venta para sus clientes de infomerciales. Piense distinto para poder subsistir.

Recuerde que no tiene que forzar los procesos de migración a DTV para poder disfrutar de los beneficios de la interactividad. Si su sitio web es atractivo y su empresa ya ha adquirido el know-how para soportar aplicaciones complejas usted podría empezar a implementar desde ahora mismo, programación con un decidido look TVI. Después de todo hay muchos hogares que tienen uno o varios PCs al lado del televisor. Y precisamente son los hogares que más le interesan a sus anunciantes.

Esto último nos hace pensar algo fundamental. La televisión interactiva no va a ser más productiva para quien instale primero los sofisticados equipos necesarios para asegurar la convergencia. Durante los próximos años TVI va a ser sinónimo de nuevos formatos de programación y no de renovación tecnológica, especialmente en los mercados más deprimidos. Quizás la decisión correcta sea diseñar programas que aprovechen el mundo conectado en el marco de sistemas de producción convencionales. La clave es pensar distinto para empezar a prepararse para cuando televisión e informática se confundan en una sola red. O quizás en una sola jungla.