Esto no se lo han acabado de inventar...

Cuando nos enfrentamos al tema de renovación de equipos encontramos que las opciones más accesibles vienen del mercado de la electrónica de consumo. Los equipos domésticos para audio y video de última generación ofrecen una gran capacidad de producción con niveles de costo muy atractivos. Hablamos de los pequeños editores no-lineales, de las minúsculas camcorders digitales y la explosión de accesorios multimedia para computadores personales... en este gigantesco mercado podemos encontrar algunas piezas que pueden llegar a integrarse exitosamente a la colección de "cajas negras" que usamos en nuestro trabajo diario.

Empezar a trabajar con estos equipos puede convertirse en la ruta más corta para mejorar rápidamente nuestros valores de producción. En nuestro medio los empresarios del desktop video han llegado más pronto a la integración de gráficas, la edición no-lineal e incluso a la producción en formato 16:9. De hecho en varios mercados los pequeños "estudios de proyecto" ofrecen un look más actual que las grandes instalaciones convencionales.

Muchos productores se dejan seducir por el atractivo de estos poderosos juguetes y empiezan a adquirirlos sin tener muy clara la forma en que van a utilizarlos. Creo que todos hemos presenciado el caso de algún empresario que decide asumir el riesgo de adquirir algún equipo muy novedoso para descubrir después de un tiempo que simplemente no alcanza a llenar sus expectativas...

Es el típico caso del personaje que decide utilizar un editor no lineal como servidor de video, y muy pronto descubre que no le sirve porque necesita un operador seleccionando clips y oprimiendo teclas. O el del arriesgado productor que pretende utilizar su pequeña camcorder digital junto a sus cámaras de estudio de sesenta mil dólares. Hay que tomar con reserva la famosa frase que dice que una cámara mini-DV ofrece un nivel de calidad similar al de un camcorder betacam SP...

Los productores que han resultado frustrados en sus encuentros con la tecnología de consumo (léase "barata") han acuñado una frase que ha hecho carrera en la industria de la televisión latinoamericana: "estos cacharros no se los han terminado de inventar…" – esta es una explicación algo simplista que viene de las fallas ocasionadas por falta de planeación. Es posible usar este tipo de equipos… si se aplica algo de "pensamiento lateral".

Pensar en reemplazar una sala de edición on-line con un editor de bolsillo es tan irresponsable como pretender cambiar un sistema de composición de imágenes con un computador personal corriente... las diferencias de precio tienen una razón de ser, y casi siempre pueden medirse en términos de productividad. Los equipos de bajo costo son como los médicos de pueblo: Pueden hacer muchas cosas diferentes... pero nunca son tan buenos como el especialista.

Estos productos han sido diseñados para un nicho específico del mercado. Son la solución perfecta para alguien que quiere tener altos valores de producción con una inversión muy baja. Y generalmente eso está asociado a tiempos de trabajo muy largos, que no resultan atractivos para las casas productoras "de tiempo completo", que necesitan sostener una productividad muy alta en todos los frentes.

Es muy posible que el editor no lineal que se utiliza para videografía de eventos en los Estados Unidos sea utilizado con éxito en nuestros países por operaciones de noticias... siempre y cuando exista un análisis previo de las condiciones de trabajo y la capacidad del equipo. Se trata más bien de diseñar un espacio dentro de nuestro propio mercado en el que pueda insertarse exitosamente el equipo nuevo...

¿Cuál es la diferencia básica entre los operadores de estudios de proyecto y los grandes productores? El volumen de sus operaciones. La existencia de un estudio casero puede justificarse produciendo un programa de 30 minutos a la semana. El gran estudio debe entregar muchas horas de productos terminados para ofrecer un retorno efectivo de la inversión.

Nuestra producción de televisión está marcada por la baja disponibilidad de equipos (y de capital). Esto nos ha llevado a implementar sistemas de trabajo que permiten obtener más tiempo al aire con una capacidad instalada relativamente pequeña. Muchas veces medimos en horas los planes de producción que en otros mercados necesitarían varios días para su ejecución.

Por eso para muchos productores puede resultar esencialmente ineficiente el sistema de trabajo característico de los editores no-lineales. Ellos perciben el ciclo de subir-editar-bajar como una pérdida de tiempo… y por eso siguen insistiendo en que los equipos nuevos no se han terminado de inventar. Lo que resulta evidente para estos personajes es que pueden montar un magazín de 24 minutos en unas ocho horas en una sala de edición lineal... y para cualquier equipo no lineal resulta difícil batir esa marca.

La mayoría de estos equipos pequeños han sido diseñados para responder a sistemas de trabajo diferentes a los nuestros. Una cámara de tipo doméstico puede resultar demasiado liviana para usarla en ruedas de prensa muy concurridas... un editor no lineal con soporte de código de tiempo puede resultar muy ineficiente para operar con material de archivo grabado en viejas cintas Umatic... y una estación de audio casera definitivamente no puede usarse para musicalizar telenovelas. Estos conflictos pueden llevar a una evaluación errónea del potencial de los equipos tipo prosumer.

Generalmente la adopción de este tipo de equipos requiere un re-planteamiento de los sistemas de trabajo, el cual casi siempre representará una mejora significativa en la calidad de los productos gracias a que los realizadores invertirán más tiempo en la elaboración de sus trabajos. Quizás algunas empresas no estén en posición de asumir en un plazo corto un cambio tan radical en su forma de trabajar. Un ejemplo: Cámaras livianas… equipos de noticias de una sola persona. Claro que el motorista-camarógrafo-asistente puede ofrecer una calidad técnica algo menor… pero el beneficio económico es arrollador.

Una opción que está tomando mucha fuerza es una especie de outsourcing... las estaciones y las grandes productoras pueden beneficiarse de las ventajas de estos nuevos equipos si patrocinan a los pequeños estudios de proyecto que pueden ofrecerles productos terminados a costos muy razonables gracias a la adopción de estas nuevas tecnologías.

Pero, ¿qué pasa cuando se pretende integrar equipos de este tipo en instalaciones existentes? Por una parte algunos usuarios empiezan a mostrar los conocidos síntomas de la resistencia al cambio. Y los ingenieros empiezan a tener problemas cuando tratan de utilizarlos de forma polivalente. Aunque una estación de trabajo tenga el potencial de funcionar como generador de caracteres, unidad de efectos, switcher y still store es muy posible que resulte rentable usarla únicamente para generar gráficos en una sala de edición lineal. Y esto no descarta que ocasionalmente se instale en una unidad móvil para funcionar como unidad de efectos... No olvidemos que la mayoría de estos equipos fueron diseñados para trabajar en un garaje, no en un estudio de televisión.

En muchos casos es conveniente dejar de lado parte de las capacidades del equipo para poder hacerlo más confiable y más productivo. Un equipo para consumidores puede hacer la tarea… pero tenemos que aceptar que algunas veces la cumple siguiendo un camino diferente.

Esto nos lleva a otra cuestión. Este tipo de equipos, casi siempre basados en computadores personales, tienen necesidades de soporte técnico diferentes a las de los equipos convencionales. Y quizás también necesiten operadores con una formación diferente.

No se trata de contratar inmediatamente a todos los "hackers" del vecindario... de hecho este es uno de los errores más frecuentes de los administradores. Y otro error frecuente es asumir que los equipos con vocación doméstica los puede operar cualquier persona… no olvidemos que un camarógrafo es un camarógrafo, y que un padre orgulloso con una cámara doméstica por lo general es un desastre (como camarógrafo, claro).

El equipo de consumo requiere soporte profesional para ofrecer resultados de calidad. Y esto incluye instalaciones profesionales, operadores profesionales, soporte técnico profesional y en algunos casos accesorios que habiliten los equipos para uso profesional. ¿Qué tal hace reportería con un camcorder que no tenga conectores de audio tipo XLR? - ¿O editar material importante usando una tarjeta capturadora de video de doscientos dólares?

Lo que se necesita para asegurar buenos niveles de calidad y productividad con estos equipos es capacitar a quienes saben hacer televisión para que los usen, no tratar de que los "chicos de los computadores" aprendan a hacer televisión en unas pocas horas. Y hacer un esfuerzo por integrarlos de forma efectiva al entorno profesional, sin olvidar que en muchos casos los equipos domésticos van a tener una vida útil más corta, y con mayores periodos de downtime.

Una reflexión final. Si estamos pensando en usar equipos que responden a sistemas de trabajo determinados quizás debamos considerar la adopción de esos sistemas de trabajo. Más tiempo, mayor rigor técnico, operaciones de noticias segmentadas, postproducción basada en edición off-line… quizás ya sea hora de dejar de pensar en pequeño, especialmente si aspiramos a que nuestra industria se haga más fuerte con la participación en los mercados internacionales.