¿Quién se lleva la principal atención? ¿Los televidentes, la audiencia o la persona que está aquí al lado? Para mí, los tres. No le puedo faltar el respeto a ninguno.
Por.
Luis Fernando Gutiérrez Cano, PhD.
Mg. Luis Jorge Orcasitas Pacheco*
Claudia Cano es una comunicadora colombiana y en su trayectoria profesional como periodista y presentadora se destacan sus trabajos en Canal 22 de Miami, la corresponsalía en Noticias Caracol también fue subdirectora y presentadora del informativo Noticias Uno mediodía, presentadora del programa de debates Veredicto, estuvo asimismo en el canal regional Teleantioquia, y actualmente se encuentra vinculada como presentadora en el canal local Telemedellín. Claudia es una de las comunicadoras colombianas con mayor experiencia tanto en el ámbito de la presentación de noticias como en diversos programas del género informativo.
En esta entrevista, está reconocida periodista y presentadora comparte algunas experiencias en su dilatada carrera tanto en Colombia como en los Estados Unidos.
Gracias a los diversos programas en vivo en los que ha participado como Ven a mi pueblo, Informativo Antioquia, Noticias Caracol, Noticias Uno y Hora 13 Noticias, entre otros, usted ha podido desempeñarse en varios géneros informativos. ¿Qué conlleva la presentación de cada uno de estos géneros y cómo se prepara un presentador para enfrentarlos?
En los diferentes formatos que se manejan en televisión siempre habrá un ritmo diferente en la forma de presentar, en la entonación y en la actitud. Un programa de estudio es diferente al formato de un programa como Ven a mi pueblo que se hacía en el Pueblito Paisa al aire libre; entonces, cuando uno es observador el giro a una historia puede ser de 180 grados.
En Ven a mi pueblo yo estaba con Carlos Tobón y lo que hacíamos es que nos dividíamos las entrevistas. “A ti te toca el señor de la carnicería y a mí me toca la señora que canta en la iglesia”; entonces, es muy difícil tener un concepto general de quiénes eran estas personas. Antes de la entrevista a mí me gustaba preguntarles tres o cuatro datos generales, así te muestras como una persona que está informada de la persona a la que estás entrevistando y esos datos se te convierten en un salvavidas por si algo pasa.
Situaciones como “En este momento nos encontramos con Luis, es del municipio de Ciudad Bolívar. Bienvenido”, y justo en ese momento te dicen “estira porque el señor no está preparado”, entonces te toca decir: “les quiero contar, mientras solucionamos el problema técnico, que él lleva viviendo en este municipio tantos años, se ha dedicado a esto…” y empiezas a soltar esos datos que tenías previsto desarrollarlos durante la entrevista, pero que en caso de una falla técnica te pueden salvar en cualquier momento.
Por otra parte, cuando estás dentro de un set de grabación en el que visualmente no hay nada más que camarógrafos, cables y cámaras, es más complicada la situación porque tienes que acudir a la memoria y lo que has estudiado.
Muchos se preguntarán ¿cómo hace uno para estudiarse 20 noticias diarias? Nosotros en Telemedellín tenemos un Drive donde aparece la continuidad, que es donde va el orden de las noticias del informativo. Me dicen: “va Claudia con la nota 23 y el In 23”, In se llama lo que un presentador dice al aire, como si fuera un titular, pero un poco más extenso y que le da paso a la nota. Mientras está rodando la nota que acaba de decir mi compañero busco en el Drive de qué se trata la nota 23 —eso yo lo sé previamente porque en Telemedellín nosotros somos los encargados de hacer el libreto— y hago tres apuntes, eso me va a dar un lineamiento por si algo inesperado pasa como que falle el teleprónter, que quien esté a cargo del máster le estén hablando o se descuide o que se descuadre algo; ese es el temor de todos los presentadores y, aunque no ocurre todo el tiempo, que cuando ocurra estemos preparados.
¿Y en un programa de debate el conductor cómo maneja las situaciones?, ¿qué cambia con respecto a otros programas en directo?
Cuando estaba en el Canal 1 presenté Veredicto, un programa que se trataba precisamente de eso: una temática, una persona que estuviera a favor, otra en contra y yo era la mediadora. ¿Qué hacía yo?, estudiar; primero, debía conocer muy bien quiénes eran los invitados que tenía de ambos lados y; segundo, el tema que se iba a debatir. Para el debate se necesita tener perspicacia para saber en qué momento tiras el dato e intervienes; por ejemplo, me toca entrevistar al político Armando Benedetti entonces yo estudio información sobre él y sus opiniones que sean referentes al tema del programa. En cualquier momento él soltaba una perla y yo trataba de acordarme (no de leerlo, si lees todo demuestra que no estudiaste) y le decía: “a ver senador, usted afirmó en el año 2012 tal cosa, ¿por qué ahora tiene una respuesta diferente?”, entonces de lo que se trata es de hacer aportes pequeños de lado y lado y tener una postura de completa seriedad.
¿El estilo en términos de vestuario, maquillaje o peinado responde al género o ha logrado constituir un estilo propio?
Mi estilo soy yo. No he dejado que me impongan nada, soy una persona tranquila entonces quiero reflejar eso al aire también. Como yo soy tan caderona, por ejemplo, siempre salgo de pantalón negro porque a mí no me favorecen los colores claros. Por ejemplo, las prendas de colores oscuros como el negro hacen parte de mi estilo, pero atrás hay una razón y es que en televisión no todo es aceptable o bonito, todo debe ser estético y dentro de tu formación debes saber cuáles son tus ventajas y tus desventajas.
En ese sentido, a medida que va pasando el tiempo y que vas mirando los programas empiezas a descubrir qué te favorece y qué no. Yo soy un poco enemiga de los estampados o, por ejemplo, de las rayas delgaditas, me parece que son distractores y que generan ruido, de manera que un presentador o una presentadora deben tener cuidado con esos detalles y también con la combinación de los colores. En Telemedellín tenemos una vestuarista y ella nos envía sugerencias. Si algo no me gusta o no me siento cómoda se lo dejo a un ladito y le pido el favor que me lo cambie. Hay tres palabras clave en esta profesión: humildad y amor y respeto por el trabajo del otro. La huella se deja, no por la presentación que haces frente a la cámara, para eso están los televidentes, pero entre los compañeros de trabajo quieres que te recuerden porque los trataste bien y por el cariño por lo que se hace.
Ahora hablemos de la voz, ¿cómo potenciar la vocalización y pronunciar bien, ¿cómo trabajar el tono, el ritmo y el volumen?
Yo soy muy paisa y hablo súper arrastrado, mejor dicho, pero cuando me ponen una cámara en frente la actitud cambia completamente. Empiezo por la respiración, cuando tengo un libreto miro un punto hasta donde pueda llegar con una respiración, porque no es sano que te vean hablando como ahogada, y cuando ya te sientes “alcanzada”, respiras, pero se debe cambiar la tonalidad y hacer énfasis en algunas palabras. A mí me gusta convertir el texto como en una montaña rusa para que la lectura no sea completamente plana, porque eso definitivamente aburre a la gente.
Como en Telemedellín tenemos la posibilidad de hacer los libretos a mí me gusta empezar con algo diferente, como, por ejemplo: “¿Sabían ustedes cuál es el lugar más peligroso para las mujeres en Medellín? Según un estudio la secretaría…”, o sea, hacer énfasis en las palabras importantes porque decirlo todo de manera monótona duerme a cualquier persona. Al principio hay que grabarse mucho para escuchar la tonalidad, yo lo hacía, pero después de veinte y pico de años ya no lo hago.
Por otro lado, debo indicar que nunca traté de imitar a nadie, siempre quise ser yo misma, con los errores o con las cualidades que fui adquiriendo en el camino. Tenía claro eso y quiero que la gente me reconozca, que tengan el televisor prendido y sientan mi voz.
En cuanto al cuerpo, ¿cómo debe ser la postura en relación con la cámara y con el televidente? Hay una cuestión como de miedo respecto al movimiento ¿mucho o poco?
Aquí hay que tener algo claro y es el lenguaje no verbal. Cuando te tocas el cabello o cuando un hombre se toca la barba, esos son signos de inseguridad. Muchas personas necesitan un polo a tierra que les de seguridad. En mi caso, mi polo a tierra es un lapicero o los papeles que tengo en la mano. Esos papeles también me ayudan en caso de alguna falla en el teleprónter; si te tienes que aprender un In de memoria lo más apropiado es tener la información sea en el celular o en un papel. También es importante tener en mente el seguimiento del texto que estás diciendo así no lo digas textualmente, de manera que lleves un registro de lo que se ha dicho y puedas tener la certeza de que estás diciendo lo correcto.
De igual forma, otra estrategia es que cuando se tenga una palabra difícil de pronunciar, lo que yo trato de hacer es empezar con esa frase porque si está a la mitad del texto tú, inconscientemente, sabes que vas a llegar a una palabra que te da dificultad pronunciar y es factible que te puedas equivocar.
¿Cómo se maneja esa relación triangular entre la audiencia, la cámara y el invitado? ¿Hay algunas claves?
¿Quién se lleva la principal atención? ¿Los televidentes, la audiencia o la persona que está aquí al lado? Para mí, los tres. No le puedo faltar el respeto a ninguno. Entonces yo tengo aquí a Luis y estoy conversando con él. “Luis, contémosle por favor a los televidentes…”, entonces tú puedes ir alternando entre uno y otro sin que sea demasiado exagerado. Puedes hacer referencia a lo que está mencionando el invitado, también puedes no hacerle la pregunta a él sino a los televidentes e incluirlos: “Como nos decía Luis, las cifras sobre el maltrato a la mujer han incrementado, ahora le vamos a preguntar ¿cuáles son esos sitios más peligrosos donde están las mujeres?”, entonces haces una conversación agradable y que involucre a los televidentes.
Claudia, ¿qué lecciones aprendidas lleva durante su recorrido profesional y qué recomendaciones tendría para los futuros periodistas y presentadores de contenidos audiovisuales?
La experiencia sí aplica para unas cosas, pero para otras no. Las noticias son diferentes todos los días, no es un trabajo rutinario en el que todos los días haces lo mismo y que se vuelve cotidiano y se vuelve fácil, aquí tú puedes tener confianza de lo que se ha preparado para el noticiero, pero cuando por el intercom te dicen: “hay una noticia de última hora, estamos pendientes de la información”, entonces ahí tu cerebro se pone en estado de “¡Alerta! Noticia de última hora” y te debes concentrar en el libreto, en los Ines que quedan faltando y, al mismo tiempo, pensar en cómo será esa noticia de último momento y en sus particularidades.
Siempre hay que concentrarse. Cuando el noticiero empieza bien y el primer In sale bien, para mí es un amuleto de la buena suerte. Cuando se empieza una emisión con titubeos eso genera inseguridad para lo que viene.
¿Alguna anécdota que recuerde?
Hace poco le estaba haciendo una entrevista a un chico que estaba recién casado, y en su luna de miel a él y a su pareja les dio COVID. Cuando regresaron a Colombia a él lo ingresaron a una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) y la esposa lo único que hacía era sentarse todos los días a llorar. Yo fui y los entrevisté a los dos y mientras contaban su historia yo veía un cuadernito encima de una silla. Al final de la entrevista les pregunté por el cuadernito y él me dijo que cuando estaba en la UCI hizo un diario sobre lo que pasaba cada minuto; le pregunté si podíamos conocer un poquito de ese diario y en cámara ella me empezó a leer y empezaron a llorar los dos. El clímax de la nota fue cuando ambos estaban llorando por el cuadernito, si yo no hubiera metido la pata nada hubiera pasado y hubiera sido una nota plana como las que hace todo el mundo. Hay que buscar esos toquecitos, cuando vayas a la casa de alguien, a la oficina, cómo se visten o se expresan, hay que ser muy buen observador porque a partir de la observación se pueden generar momentos dramáticos importantes.
Claudia, muchas gracias por compartir su experiencia y las lecciones sobre lo que significa ser presentadora
Ya para cerrar, yo soy trabajadora social y me he dedicado al periodismo porque ha sido lo más lindo que me ha pasado en la vida. He podido usar el trabajo social en el periodismo y la invitación para los estudiantes de Comunicación Social es tomar conciencia de que le puedes transformar la vida de alguien a través del periodismo. Ser periodista es una de las herramientas más poderosas. Con una llamada, con una historia, con una nota puedes cambiar la situación de alguien. Para mí, eso es lo que más satisfacción da en el periodismo.
* PhD. Luis Fernando Gutiérrez Cano y Mag. Luis Jorge Orcasitas Pacheco, son docentes e investigadores de la Universidad Pontificia Bolivariana sede Medellín, en el pregrado y posgrado la Facultad de Comunicación Social-Periodismo. En esta edición cuentan con el apoyo de la estudiante Valentina Herazo Benítez.
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