Con el desarrollo y masificación de las plataformas OTT, mucho se ha hablado de posibilidad de que éstas terminen por reemplazar a la televisión tradicional. Algunos pesimistas lo ven como una amenaza que acabará con la televisión como la conocemos hoy. Pero lo cierto es que hasta ahora los números muestran un panorama diferente.
Aunque cada día hay más plataformas tipo Netflix, que resultan atractivas gracias a su oferta y disponibilidad, la mayor cantidad de televidentes siguen accediendo a los contenidos de manera tradicional. Y como la tecnología sigue avanzando, ofreciendo cada vez mayores posibilidades de acceso a contenidos con mayor calidad, las cosas pueden cambiar.
Por eso, para la industria el reto está en saber cuál es la estrategia que mejor funciona en cada caso particular. Los canales y productores de contenido pueden llegar de manera directa al televidente, pero no se puede dejar de lado el trabajo que han hecho los operadores de TV paga y la relación que por años han sostenido con los usuarios. El éxito puede estar en flexibilizar las opciones para lograr mejores resultados en conjunto.
Para quienes tienen una visión más conservadora del tema, sostienen que ambos servicios, las plataformas OTT y la televisión lineal, coexistirán e incluso serán complementarios el uno del otro. Por eso, vale la pena preguntarse, ¿cómo se está preparando para afrontar esta nueva realidad?
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