Cuenta
Favor esperar un momento.

¿No tiene cuenta? Haga su registro.

×

Cuatro diferencias insalvables entre cine y video

La simulación de cine en video es uno de los principales dolores de cabeza del videógrafo moderno. Cada cual tiene sus trucos para lograrlo, y muchas veces adquieren el status de secretos industriales celosamente guardados.

El público -incluidos los realizadores- asocia la imagen fotográfica con alta calidad. Y aquel complejo amorfo que conocemos como "los clientes", quiere que sus discursos y productos disfruten de imágenes de alta calidad... obtenidas, eso sí, con presupuestos apenas suficientes para trabajar en video.

La intención de este artículo es tratar de definir las diferencias entre el look del cine y el desprestigiado look del video y la televisión, y así brindar al lector algunas herramientas que le permitan tomar el control de sus procesos de producción de video con aspecto de cine.

Dos ideas para empezar
Pues bien, el mercado nos pide generar imágenes en video que parezcan cine, misión difícil pero no imposible. Para abordar este problema hay que partir de las dos premisas siguientes.

La primera señala que el trabajo cuidadoso permite obtener imágenes en video de alta calidad. La distancia estética entre cine y video puede reducirse significativamente si se adoptan los sistemas de trabajo de la producción cinematográfica, diseñados para que cada plano quede registrado de la mejor manera posible. El "look de las noticias", duro, plano y pálido, viene de la mano con el trabajo apresurado.

- Publicidad -

De hecho, cualquier cámara de video tipo ENG puede entregar imágenes que eventualmente pueden llevar a nuestros clientes a decir "está muy bien... ¡parece cine!"..., siempre y cuando contemos con tiempo suficiente, iluminación adecuada, buena óptica y quizás alguno de los trucos de fotógrafo de los que hablábamos más arriba.

Obviamente, se obtendrán mejores resultados con equipos y personal técnico de mayor calidad: alguien que sepa "mover los botones" correctamente puede "pintar" la señal de video de una cámara para lograr lo que quiere. Y en muchos casos también hay que hacer un esfuerzo especial para escoger el equipo apropiado para cada situación.

La segunda premisa indica que video y cine no pueden compararse directamente. Comparamos video y telecine, que es cine-transferido-a-video mediante un complejo proceso digital que generalmente incluye una rigurosa corrección de color, toma por toma. Cuando recibimos una cinta de telecine, tenemos imágenes que se han beneficiado de un importante esfuerzo para obtener lo mejor del material en bruto disponible. Y, además, este esfuerzo permite corregir o enmascarar graves defectos de fotografía.

Con lo anterior queremos subrayar que la posproducción de la imagen cinematográfica empieza en el revelado y se perfecciona en el telecine. De hecho, los cinematografistas experimentados suelen valerse de trucos químicos y electrónicos para obtener algún efecto en particular. Pero cuando la posproducción de un proyecto basado en video incluye una sesión de corrección de color con equipos dedicados de alta calidad, las cosas cambian significativamente.

Las cuatro pequeñas diferencias
Pese a lo anterior, el video de alta calidad sigue siendo diferente del cine. Todos podemos detectar el origen del material con una sola ojeada. Pero, exactamente, ¿qué hace que película y video puedan diferenciarse tan fácilmente?

Tomando como referencia la última generación de stocks de película de 35 mm, podríamos reducir las diferencias perceptuales entre cine y video a los siguientes factores:

1. La película ofrece una relación de contraste mayor que la del video. Los stocks de película más recientes pueden manejar relaciones de contraste superiores a 100:1, mientras que las mejores cámaras de video disponibles en la actualidad no superan una relación de 30:1.

- Publicidad -

Esto se traduce en la posibilidad de conservar el detalle, tanto en las zonas oscuras como en las grandes luces, mientras sigue siendo factible capturar una buena cantidad de tonos intermedios y obtener mayor saturación de color. La película ofrece excelentes resultados cuando se trata de capturar imágenes con grandes variaciones de luz dentro del campo, situaciones en las que las cámaras de video —aun las de mejor calidad— tienden a generar señales saturadas, sin detalle en las partes más oscuras y con un escalonamiento muy abrupto de los valores intermedios.

Hay que tener en cuenta que la incapacidad del video para reproducir la riqueza de tonos capturada por la película, no sólo viene dada por las prestaciones de las cámaras electrónicas, sino por las limitaciones de los estándares actuales de grabación en video. Las señales CCIR 601 transportan video digital con muestreo 4:2:2 y una profundidad de color de 10 bits, ofreciendo un ancho de banda que puede resultar insuficiente para conservar todas las sutilezas que registra la película. El uso de formatos analógicos o estándares digitales de menor calidad (como el ubicuo DV), evidentemente aumentará el efecto visible de estas limitaciones.

Un trabajo de telecine de buena calidad permite hacer una traducción muy eficiente de la imagen fílmica en el espacio de color del video, aprovechando al máximo las posibilidades de la señal de video para transportar información. La mayoría de los equipos modernos para telecine registran la imagen fotográfica como una señal con una resolución espacial entre 2 y 8 veces superior a la del video HD, con muestreo 4:4:4 o superior y con una profundidad de color que puede llegar a exceder los 24 bits para cada canal. A partir de estas imágenes con sobremuestreo se manejan los procesos de corrección de color y transferencia a medios de grabación con muestreo 4:2:2. Y realmente no es muy difícil obtener resultados de óptima calidad en esas condiciones.

Gracias al registro con oversampling y al procesamiento DSP, las cámaras de video más modernas permiten ajustar un control de gamma para optimizar la respuesta de la cámara dentro de un rango de luminancia determinado, pero hasta hoy no ha sido posible igualar el desempeño de la película en este aspecto.

Mediante este procedimiento se logra mejorar el reparto de los valores de luminancia de la imagen original en el limitado espacio de color del video CCIR 601, pero aun los equipos más sofisticados de cinematografía electrónica tienen problemas para manejar situaciones de iluminación que en película podrían solucionarse con un pequeño ajuste de iris.

Una de las restricciones más importantes para el procesamiento DSP en las cámaras de video es que tienen que manipular las señales en tiempo real, mientras que en el trabajo off-line de los sistemas de telecine modernos no hay presión para procesar señales con gran velocidad, ni límites prácticos para la capacidad de cómputo que se quiera invertir en la realización de estas tareas.

- Publicidad -

2. La película tiene una resolución mucho mayor que la del video SD. De hecho, la película de 35 mm excede en mucho la resolución efectiva de las cámaras HD disponibles en la actualidad.

Las reacciones del público frente a las variaciones de resolución efectiva son desconcertantes, por decir lo menos. Al hacer pruebas subjetivas, se ha descubierto que el espectador típico asocia la definición con valores de la imagen como contraste, saturación de color o uso de filtros.

Las cámaras de video más modernas emulan el comportamiento de la película y ofrecen imágenes con bordes más suaves, que no dan el efecto de "línea-que-separa-colores", generalmente asociada al "look de video". Esto se logra mediante la difusión selectiva de la luminancia o de algunos colores, tecnología DSP que se aplica hace varios años en funciones como los filtros de skin-detail usados para reducir el detalle en los colores de piel. Infortunadamente, el resultado de este procesamiento no siempre ofrece resultados adecuados, pues su éxito depende, en forma directa, del grado de detalle de la imagen.

3. Mientras las cámaras de video capturan la imagen mediante matrices fijas de elementos sensores, la película registra la imagen sobre una colección irregular de partículas fotosensibles.

La presencia de grano visible en la imagen es uno de los factores determinantes del filmlook. Paradójicamente, mientras los fabricantes de película se esfuerzan por reducir la visibilidad del grano en sus formulaciones de película, los fanáticos del filmlook se concentran en recrearlo en sus imágenes originadas en video.

En la práctica, el grano visible no sobrevive al telecine. El grano sólo aparece en el video entrelazado en los casos en que se ha buscado de forma intencional su aparición. Sin embargo, la presencia del grano en la emulsión fotosensible es responsable de la mayoría de las peculiaridades de la imagen fotográfica.

Gracias a la gran densidad del grano presente en la película es posible obtener un excelente registro de detalles, y gracias a su irregularidad es imposible que en el cine se presenten efectos de moire. El control preciso de la distribución del grano en la emulsión permite mejorar la velocidad de la emulsión, su latencia de exposición y, por lo tanto, su relación de contraste. La no-correspondencia espacial de los gránulos que corresponden a cada zona de la imagen, su cambio entre fotograma y fotograma, parece ser el responsable de la sensación de alta definición que genera la película, aún después de transferida a video.

Los procesos DSP más recientes tienen un éxito relativo en lo que se refiere a la reproducción del grano. Los fabricantes no insisten mucho en este punto porque los resultados se asemejan más al ruido característico del video analógico que a los efectos del grano en la imagen fotográfica.

4. La transferencia de cine a video, tanto en PAL como en NTSC, produce efectos característicos en la imagen.

Este es otro caso paradójico: los defectos que se producen por el intercalado periódico de campos para alcanzar 30 fps se asocian con imágenes de buena calidad. La leve pérdida de fluidez en el movimiento —si se trata de NTSC— o el ligero efecto estroboscópico que se percibe en PAL, parecen tener un efecto similar al de la exposición a una proyección de 24 fps en un salón oscuro, y esto refuerza en el espectador la sensación de enfrentar una experiencia cinematográfica.

Las pruebas subjetivas demuestran que el material grabado en camcorders DV a 24 fps y convertido a 30 fps mediante un simple pulldown electrónico es aceptado por el espectador desprevenido como material originado en cine. Aparentemente, la industria del entretenimiento ha capitalizado este fenómeno con los reproductores de DVD-Video, los cuales tienen la capacidad de aplicar el mismo procedimiento de conversión de 24 a 30 fps "en caliente", logrando así reforzar en el espectador la sensación de que disfruta de una experiencia cinemática.

Opciones en el mundo real
Un repaso de los puntos anteriores nos permite afirmar que aún no es posible lograr el filmlook ideal en la salida de la cámara de video. La tecnología DSP, en su estado actual, no permite generar material "vivo" que tenga una calidad equivalente a la de un buen telecine. Entonces, de la misma forma en que las imágenes originadas en cine requieren la intervención de un colorista para alcanzar su máximo potencial, el video "crudo" exige un manejo muy cuidadoso durante el rodaje y algún tipo de tratamiento posterior para poder asemejarse a la imagen fotográfica.

La industria ofrece a los realizadores varias rutas para producir cine con aspecto de video. La más atractiva es la cinematografía electrónica, que permite obtener grabaciones en video HD similares a copias de distribución en 35 mm, aunque para obtener el look correcto suelen requerir un esfuerzo especial de iluminación y filtrado, y en muchos casos se recurre al un procesamiento posterior del material para simular el grano visible.

La segunda opción es el procesamiento a posteriori del material grabado en SD, bien sea mediante plugins, piezas de software que pueden "insertarse" en los sistemas de edición,

o mediante procesos comerciales que ofrecen resultados muy interesantes. Estos sistemas simulan los efectos del grano, del pulldown y de la compresión de los blancos, que es el efecto más visible de la mayor relación de contraste del cine. Aunque este tipo de procedimientos ofrece resultados muy satisfactorios, en la mayoría de los casos su efectividad está limitada por las características de la cámara que ha originado el material. Y, como siempre, por las expectativas de los usuarios.

Este tipo de procesos ofrece resultados de primer orden cuando se aplican a material originado con cámaras de gama alta que incluyen funciones DSP sofisticadas, las cuales permiten emular el comportamiento de los stocks de película de uso más frecuente. A pesar del alto costo de operación de este tipo de cámaras, la relación costo/beneficio de un flujo de producción basado en este esquema sigue siendo mucho más atractiva que la producción "nativa" en 35 mm.

Otra alternativa es la producción basada en cámaras HD o SD con registro a 24 fps. Sin embargo, es posible que las cámaras de bajo costo que ofrecen operación a 24 fps no alcancen una calidad de imagen que permita obtener resultados satisfactorios con los procesos basados en software.

Finalmente, hay compañías que ofrecen servicios de alquiler y venta de cámaras SD modificadas para obtener un filmlook satisfactorio sin mayor esfuerzo. La intervención en las cámaras, generalmente, se basa en la manipulación de los encoders y del firmware que controla los módulos de DSP, complementada casi siempre con la adición de óptica de alta calidad.

De cualquier manera, la opción que se tome debe atravesar todo el proceso de realización, desde el diseño de producción hasta la distribución del producto terminado. Lo más importante es recordar que no hay fórmulas mágicas, y que resulta virtualmente imposible lograr el aspecto del cine en un solo paso.

Cualquiera de las opciones que se tome requerirá un trabajo juicioso de fotografía, que probablemente deberá incluir algún tipo de filtrado óptico, ajustes especiales en la cámara y un control muy cuidadoso de la exposición, todo esto para allanar el camino y poder obtener los mejores resultados con el procesamiento posterior del material.

No hay ideas en “Cuatro diferencias insalvables entre cine y video”

• Si ya estás registrado, favor ingresar primero al sistema.

Deje su comentario

En respuesta a Some User
Suscribase Gratis
SUSCRÍBASE AL INFO-BOLETIN
¿REQUIERE UNA COTIZACIÓN?
ENTREVISTAS DESTACADAS

Visita a MEDIA5 durante NAB SHOW Las Vegas 2023

Entrevista con MOISES MARTINI Empresa: MEDIA5 Realizada por Richard Santa Evento: NAB SHOW Las Vegas Abril 2023

Visita a LIVEU durante NAB SHOW Las Vegas 2023

Entrevista con JOSÉ LUIS REYES Empresa: LIVEU Realizada por Richard Santa Evento: NAB SHOW Las Vegas Abril 2023

Visita a LEYARD durante NAB SHOW Las Vegas 2023

Entrevista con DIMAS DE OLIVEIRA - CAMILO MADRIGAL Empresa: LEYARD Realizada por Richard Santa Evento: NAB SHOW Las Vegas Abril 2023

Visita a LAWO durante NAB SHOW Las Vegas 2023

Entrevista con Noach Gonzales Empresa: Lawo Realizada por Richard Santa Evento: NAB SHOW Las Vegas Abril 2023

Visita a IGSON durante NAB SHOW Las Vegas 2023

Entrevista con IGOR SEKE Empresa: IGSON Realizada por Richard Santa Evento: NAB SHOW Las Vegas Abril 2023
Load more...
PATROCINADORES










ULTIMO BOLETIN
Ultimo Info-Boletin